Hola, Florence Thomas, tu grito y tu rabia, llegó hasta aquí y hasta mi ser. No todas las mujeres pueden entender lo que describes sobre Alba Lucía Rodríguez. Sólo aquellas mujeres que como ella vienen del mismo origen social. Una Tatcher o una Madame Clinton, no creo que sientan lo mismo. Me sentí de alguna manera identificada con ella aunque mi historia sea un poco diferente. Pero el fondo del problema es el mismo.
Tambien soy fruto de esta sociedad que abandona sus niñas, sus mujeres y sus ciudadanas. Hecha por una minoría, para una minoría y llena de injusticias: sociales, culturales y económicos. Mi padre era obrero agrícola, trabajaba para los terratenientes y explotadores del Norte de Argentina. Todo les pertenecía: la escuela, el almacén, y las villas miserables que instalaban en medio de los cañaverales.
Los maestros que daban clases, enseñaban según la ideología del momento: racismo, sexismo y desprecio de sus esclavos indios. Cuando las niñas crecen, los patrones emplean ‘sas ni_as en sus propias casas, como ni_era, o como sea. Luego se adjudican el derecho de violarlas y abandonarlas. Si te atreves a hacerles frente o defenderte, sos una criminal. Claro que no es mentira lo que cont s, sobre Alba.
Estudi’ en la c rcel y aprend¡ miles de cosas con mis compa_eras de celda. Lo fundamental es que no lograron quebrarme, ni hacerme dudar ni un instante sobre el camino que hab¡a elegido. Mi sensibilidad, la ternura que siento por los que sufrieron como yo qued¢ intacta, era fundamental para seguir en el camino. La rabia que siento hacia ‘sos criminales, tambi’n es la misma.
Hoy sigo estudiando aqu¡ en Francia para comprender los mecanismos de ‘sta injusticia que me duele. Tengo un proyecto, el de escribir un libro, ya que muy poco se conoce de las mujeres que sobreviven a la violencia moral, psicol¢gica y f¡sica de una sociedad que deja morir sus ni_as y sus ni_os en la total soledad.
Mi hermano mayor (era un hombre) vivi¢ en la calle desde los 9 a_os, pasando hambre, fr¡o y violencia, casi no fue a la escuela, casi no sab¡a leer, tampoco sab¡a so_ar, le hab¡an quitado todo. Mi hermano se suicid¢ hace 6 meses, con ‘se acto tambi’n mat¢ al ni_o que estaba desamparado en ‘l.