Cuando
retiramos el Muro a la 1:30 pm, surgieron varios camiones llenos
de policías, no de esos civilizados que vemos todos los
miércoles cuando instalamos el Muro, sino aquellos otros del
mismo corte y rostro del fujimontesinismo, esos perros de presa
que gozan apaleando y tirando bombas lacrimógenas a la gente.
Salvajemente agredieron a los manifestantes que quedaban que no
eran mas de 100 con abundancia de bombas lacrimógenas. Apalearon
a varios de ellos y especialmente -muy especialmente- a Aldo
Gil, aquel activista de «La lucha continúa» que perdiera un ojo
en La Marcha de los 4 Suyos y fuera condecorado por Toledo
apenas asumiera la Presidencia. Le dieron palos a mas no poder y
lo secuestraron en una camioneta 4X4 frente a las cámaras de TV
y fotógrafos peruanos y extranjeros. ¿Es esta la policía
reorganizada? ¿es la fuerza de choque de Rospigliosi, ese
aprendiz de Beria? ¿es este el «rostro humano» que quieren darle
la Solís y la Villarán a la Policía?.
Para mí todo fue nazismo puro. ¿Se ha olvidado Toledo como lo
hiciera la vaca del refrán que algún día fue ternero? ¿es el
fetiche del poder en el Estado algo que carcome el tanto el
cerebro?
Mientras tanto, en sitiada la Plaza de Armas (eso de Plaza Mayor
es una estupidez) unas pobres mujeres de Perú Posible llevadas
en microbuses llevaban banderitas de EEUU.
¿Que coño es esto? ¿ a que demonios nos conduce? ¡que lo
expliquen los ministros y los asesores! ¡que explique Toledo
porqué mando apalear y secuestrar al hombre que antes
condecorara! ¿sabe el Presidente lo que es traicionar a un
amigo? ¿sabe lo que es negar violentamente su origen?.
Cuando pasó todo esto, al ver a esas fieras prepotentes de la
Policía de choque o como demonios se llame, recordé un capítulo
de Manuel González Prada en «Anarquía», escrito hace mas de 100
años y que extracto a continuación..
Pedro Flecha
LA POLICIA (Extracto)
Por Manuel González Prada
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