El problema es que estos programas ocupan mucho espacio en las diferentes televisiones y muchos telespectadores les dedican la mayor parte de su tiempo de ocio. Algunos sí van formando poco a poco un estado de opinión que es peligroso puesto que poco o nada es lo que parece; al menos es información que, por intrascendente, es irrelevante. Hace días vimos un “deshecho” televisivo, al menos un personaje de los llamados “casposos” que decía se iba a presentar a alcaldesa de Marbella: Yola Berrocal. No es que si se presenta vaya a salir elegida, pero es desagradable contemplar cómo se trivializa la política hasta extremos que mueven a risa. Ciertamente, el proyecto político de la Berrocal es entretenido desde el principio: lucha a favor de la mujer, los niños y los animales. Loable empeño si a continuación se hubiera ahorrado lo de las operaciones de estética gratis para todos los ciudadanos y ciudadanas de Marbella. Uno, que es marbellero, se ríe por no llorar. Hemos pasado del infoentretenimiento a un estado parejo al autismo, que es lo que hay que hacer para no escuchar tal sarta de tonterías juntas. Menos mal que nos quedará siempre el mando, por el que podemos cambiar en décimas de segundo a otra historia, muchas veces similar. También nos quedarán los documentales de la 2 que, parece hecho a posta, cada vez que accedes te encuentras con un cachorro de león desamparado a punto de ser engullido por las traicioneras hienas; por poner uno de los cientos de ejemplos.
La mayor parte de los programas serios hacen uso de la política espectáculo en muchos momentos. Además, la televisión tiene que recrearse alrededor de la noticia para conseguir que ésta sea más “entendible” por el gran público. También que el actor político opte por la sencillez en el discurso y quiera parecer simpático u ocurrente en un momento determinado sirve como argumento para la política- espectáculo. ¿Qué nos deparará el futuro?, no lo sé pero lo que sí tengo claro es que las televisiones están dispuestas a pagar caro por continuar la tendencia: ¿veremos a Zapatero y Rajoy haciendo el payaso para conseguir espacios en la tele?
Francisco Roldán Castro
Pte. Asociación Española de Consultores Políticos