Durante la mañana, Carla se probó diferentes looks. Los tonos verdes estampados y los amarillos han sido los protagonistas, siempre acompañados de múltiples complementos, desde los bolsos a los collares. La joven modelo, que es imagen de la firma desde hace un año, se siente muy identificada con los complementos de Lola Casademunt. Afirma que estas prendas marcan la diferencia en cada persona y que hay que saber escogerlas en cada momento.
Carla ha dejado de lado sus incursiones en el mundo de la moda para centrarse en el negocio familiar y, desde hace meses, trabaja con su padre en la inmobiliaria que ya lleva más de 30 años en activo. La joven asegura que trabajar en familia no es un problema para ella porque sabe distinguir perfectamente entre trabajo y familia.
Respecto a la boda de su hermana Caritina asegura que apenas se está enterando de la preparación: la futura novia lo tiene todo muy claro y sólo le pide su opinión en contadas ocasiones. Carla, que no siente la llamada del matrimonio por ahora, ya que es de las que opina que la vida da muchas vueltas, afirmó haber superado sus anteriores relaciones y no arrepentirse de nada.