El reciente apuñalamiento de un joven en Bilbao, perpetrado por un menor de 15 años, ha reavivado el debate sobre la violencia juvenil en España. Este grave suceso, ocurrido en el barrio de Larraskitu el 19 de diciembre de 2024, ha llevado a especialistas en derecho y educación a reflexionar sobre las raíces del problema y las posibles soluciones. Para arrojar luz sobre el fenómeno, el abogado penalista José Montero, CEO de Montero de Cisneros Abogados y especialista en casos de menores, comparte su análisis.
Un caso que ejemplifica una problemática mayor
El ataque ocurrió alrededor de las diez y media de la noche, y la rápida intervención de los testigos y de la Ertzaintza permitió salvar la vida de la víctima, que sufrió una grave hemorragia y fue sometida a cirugía. Mientras tanto, el menor agresor fue detenido en su domicilio y actualmente está bajo custodia en un centro educativo dependiente de la Fiscalía de Menores.
José Montero, abogado del menor, destaca que casos como este son un síntoma de problemas sociales más amplios que requieren atención urgente. “El objetivo no es solo aplicar la ley, sino entender las circunstancias que llevan a estos jóvenes a cometer actos violentos”, señala.
Causas de la violencia juvenil según José Montero
El abogado identifica varios factores clave que contribuyen a la creciente violencia entre menores:
- Bullying y presión social:
“El acoso escolar sigue siendo una causa importante de conductas violentas. Muchos jóvenes no encuentran mecanismos de apoyo adecuados en sus entornos educativos”, afirma Montero. En ciudades como Bilbao, además, se suma la proliferación de bandas juveniles, que agravan las tensiones. - Exposición a la violencia en redes sociales:
“La normalización de comportamientos agresivos en plataformas digitales, donde se glorifica la violencia, puede influir negativamente en el comportamiento de los adolescentes”, explica. - Desigualdades económicas y exclusión social:
Montero advierte que la falta de oportunidades y las desigualdades económicas “empujan a muchos jóvenes hacia la marginalización, aumentando el riesgo de que recurran a la violencia como forma de expresión”. - Problemas de salud mental no atendidos:
“Estamos viviendo una verdadera crisis de salud mental juvenil en España”, señala el abogado. Datos de Eurostat revelan que España tiene solo 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, frente a la media europea de 18. “Esta carencia deja a muchos jóvenes sin el apoyo que necesitan, incrementando su vulnerabilidad.”
Soluciones: prevención y reinserción
En España, la Ley Orgánica 5/2000, que regula la responsabilidad penal de los menores, busca un equilibrio entre sanción y reinserción. Para Montero, la clave está en adoptar un enfoque integral que incluya:
- Atención multidisciplinar:
“Es fundamental que los casos sean abordados por equipos que combinen conocimientos legales, psicológicos y educativos. En mi despacho trabajamos directamente con educadores y psiquiatras para ofrecer una solución integral a cada caso”, asegura Montero. - Refuerzo de la prevención en las escuelas:
Montero destaca que los centros educativos deben contar con programas efectivos para prevenir el acoso escolar y manejar conflictos antes de que escalen. “Es esencial que las escuelas no solo enseñen, sino que también protejan.” - Campañas de sensibilización y acceso a recursos:
“Debemos fomentar campañas que visibilicen el problema y, al mismo tiempo, dotar a las familias y comunidades de herramientas para identificar y actuar ante conductas de riesgo.”
“El caso de Bilbao nos recuerda que la violencia juvenil no surge de la nada. Es el reflejo de un sistema que no siempre brinda a los jóvenes las herramientas necesarias para gestionar sus emociones o enfrentar sus realidades sociales”, concluye Montero.
Este tipo de sucesos exige un compromiso conjunto entre instituciones, familias y comunidades para construir una sociedad donde los jóvenes puedan crecer en entornos seguros y con oportunidades reales.
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