El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha trasladado a sus homólogos europeos la necesidad urgente de que la Unión Europea incorpore una respuesta más robusta y coordinada frente a lo que ha calificado como “la amenaza específica” de los incendios de sexta generación. Durante su intervención en el Consejo informal de Ministros del Interior celebrado en Copenhague, el titular español ha señalado que estos nuevos escenarios de emergencia requieren “más medios, más formación y mayor coordinación en su prevención y extinción”, abogando por un fortalecimiento decidido del Mecanismo Europeo de Protección Civil.
Grande-Marlaska ha subrayado que la nueva Estrategia de Preparación de la UE debe contemplar estos fenómenos extremos con especial atención. En este sentido, ha solicitado que el Centro de Coordinación de Respuesta de Emergencias comunitario incremente sus capacidades mediante un refuerzo de los recursos materiales, humanos y financieros, permitiendo así una respuesta más efectiva ante catástrofes naturales complejas que afectan cada vez con mayor frecuencia a los Estados miembros.
En el mismo foro, el ministro ha defendido la política migratoria española basada en la cooperación con los países de origen y tránsito. Aseguró que los partenariados conjuntos han contribuido a la reducción significativa de la inmigración irregular, aportando como dato un descenso del 42 % en las llegadas a Canarias durante el primer semestre de 2023.
No obstante, expresó escepticismo sobre la viabilidad y efectividad de nuevos proyectos piloto en esta materia. “Su funcionamiento debe estar siempre avalado por un marco jurídico respetuoso con los Derechos Fundamentales y un marco financiero que los respalde”, subrayó. En este contexto, manifestó sus reservas respecto a los denominados centros de retorno, cuestionando su eficacia: “No creemos que sea un factor que haya demostrado ser determinante para lograr una respuesta más favorable”, afirmó.
Grande-Marlaska defendió, asimismo, la culminación del pacto migratorio europeo como vía preferente, respaldando medidas como la creación de una orden europea de retorno y el fortalecimiento de la dimensión externa de la migración. “Debemos priorizar una cooperación basada en el diálogo político permanente y en la prevención de las salidas irregulares”, explicó.
El lunes, Grande-Marlaska también participó en la Segunda Reunión Ministerial de la Alianza Europea de Puertos, celebrada en el Museo Marítimo de Helsingor (Dinamarca), una iniciativa impulsada por la Comisión Europea desde enero de 2024 con el objetivo de reforzar la seguridad portuaria ante el crimen organizado, en particular el tráfico de drogas.
En esta reunión intervino Javier Marín, director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), quien insistió en la necesidad de estrechar la cooperación con América Latina para combatir el narcotráfico desde el ámbito aeroportuario. Marín destacó como ejemplo eficaz el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC-N), con sede en Lisboa y participación de nueve países europeos, además de Colombia, Brasil y Estados Unidos.
Entre las recomendaciones lanzadas, Marín, responsable del CITCO defendió la adopción de “estándares globales de seguridad” en los puertos para prevenir el desplazamiento del crimen organizado.
Entre las recomendaciones lanzadas, el responsable del CITCO defendió la adopción de “estándares globales de seguridad” en los puertos para prevenir el desplazamiento del crimen organizado. Subrayó la necesidad de armonizar los controles en los puertos, tomando como referencia el modelo de seguridad aeroportuario, donde ya existen protocolos internacionales consolidados. En esta línea, destacó la eficacia del Plan Especial de Seguridad Campo de Gibraltar y la prohibición de las lanchas rápidas en aguas españolas, recomendando su extensión a todo el espacio comunitario.
Artículo redactado con asistencia de IA (Ref. APA: OpenAI. (2025). ChatGPT (versión 2025.07.23). OpenAI)
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Víctor Resco de Dios es doctor por la Universidad de Wyoming y profesor de biología forestal en la Universidad de Lérida y Agrotecnio. Anteriormente lo fue en las de Western Sydney y de Castilla-La Mancha. Su investigación se centra en entender la regulación de los flujos de agua y de dióxido de carbono y en predecir el riesgo de incendios forestales bajo escenarios de cambio climático. Ha contribuido al 5º informe del IPCC sobre cambio climático y forma parte de los comités editoriales de varias revistas científicas como New Phytologist o Regional Environmental Change, entre otras.
16/9/2021