Esta innovadora y potencial solución, fruto de meses de trabajo de ambas compañías, posibilitaría el gran salto tecnológico y medioambiental de la industria automovilística española hacia la energía limpia y la generación distribuida.
“Utilizar un alcohol como el metanol permite una densidad de energía competitiva con los actuales motores de combustión interna. Por un lado, este alcohol se obtiene a partir de Gas Natural, no del petróleo, lo que posibilita una primera diversificación. Además permite aprovechar las infraestructuras existentes, únicamente evitando el uso de materiales como el Polipropileno en los depósitos”, comenta Lluís Martínez, Director de ATIPIC.
Asimismo, el metanol es biodegradable y diez veces menos inflamable que la gasolina. Se puede obtener en principio de fuentes renovables, como la biomasa, pero para una implementación rápida de esta tecnología, FBG y ATIPIC aconsejan acudir a los actuales fabricantes, que aseguran que pueden satisfacer la demanda del mercado de automoción (www.methanol.org). Según Màrius Mollà, Director de Proyectos de FeedBackGround, “Si bien la producción a bordo produce C02, no hay que olvidar que la cantidad es un 75% menor que en un vehículo de combustión interna. Su contribución al cumplimiento del Protocolo de Kyoto no sería, ni mucho menos, desdeñable”.
La problemática del Hidrógeno
A finales de los 90, en pleno ciclo expansivo de la economía, los fabricantes de automóviles anunciaban la implementación de las Pilas de Combustible en los primeros vehículos comerciales para el 2003 y su distribución masiva hacia el 2010. La apuesta no se basaba en almacenar Hidrógeno en el vehículo, ya que se consideraba inviable a corto plazo, sino utilizar un combustible y producir el Hidrógeno a bordo (a la planta de producción a bordo se la conoce como procesador de combustible, o fuel reformer). Esta propuesta solucionaba el problema de la autonomía, manteniendo el tamaño del depósito de combustible.
Sin embargo, el principal problema no era la producción de Hidrógeno, si no la reducción a pocas partes por millón del monóxido de carbono que se produce en la reacción real. Este subproducto, en cantidades inferiores a 100 ppm (0,01%) puede envenenar los catalizadores de la Pila de Combustible.
Ante esta inviabilidad a corto plazo del hidrógeno, el metanol se convierte en una solución ideal. Según el Director de proyectos de FBG, “se pueden desarrollar e implantar proyectos geniales suficientemente ambiciosos como para llegar al mercado en un tiempo prudencial. En el sector automoción ¾que sin duda será el más capaz de amortizar sus inversiones a la vez que ocasionar el cambio a gran escala¾ hemos examinado mucho más allá de la factibilidad; el concierto entre fabricantes es el que puede hacer realidad que durante unos cuantos años repostemos metanol, exactamente igual a como lo hacemos con la gasolina o el gasoil, y nos propulsemos con un gasto energético menor y una muy inferior emisión de contaminantes (solo el 25% del dióxido de carbono y ninguna otra sustancia a parte del vapor de agua)”.
Esta innovadora solución es el resultado de un proyecto iniciado en 1999 para desarrollar un procesador de combustible. Fueron meses de trabajo por parte de ATIPIC, encargada de la parte técnico-científica e innovación, y de Feedbackground, responsable de la gestión y desarrollo del proyecto. “Empezamos a trabajar en la aplicación real de las Pilas de Combustible en automoción a finales del siglo pasado, antes de que estallará la ‘moda’ del Hidrógeno en nuestro país”, comenta Lluís Martínez.
Sin embargo, FBG y ATIPIC advierten de la necesidad de evolucionar este know how hacia delante. “El uso de metanol es una solución puente, no la panacea. Pero no utilizarla implica retrasar el cambio tecnológico. La mayor parte de los problemas de gestión de la Pila de Combustible, su interrelación con el vehículo, etc, pueden ponerse a prueba desde ya, y no esperar a que se solucione el problema de cómo almacenar la cantidad suficiente de Hidrógeno», comenta Màrius Mollà de FBG, quien afirma que “las soluciones no son ya de laboratorio sino que deben evolucionar a soluciones de calle”.
“FeedBackGround, nosotros y nuestros clientes, seguimos trabajando en aplicaciones estacionarias y en equipos de transporte, para mejorar estas tecnologías. Nuestros objetivos son aplicaciones a 2-3 años vista y con claros objetivos: conseguir tecnologías eficientes y más respetuosas con el medio ambiente”, concluye Sr. Martínez.
ATIPIC y FeedBackGround son dos empresas catalanas que colaboran en proyectos relacionados con las pilas de combustible; su principal preocupación en este entorno es liderar proyectos factibles cuyo retorno de inversión justifique el interés de sus clientes.