El almirante chileno Jorge Arancibia ha viajado a Inglaterra para visitar a Pinochet y a tratar de canjear su libertad por el contrato de construcción de 2 submarinos a una armadora franco-española. Esto se desprende de las declaraciones que el comandante en jefe de la Armada chilena hizo a la prensa momentos antes de partir hacia Londres.
Arancibia ha dicho que conversará con altos ejecutivos de la empresa armadora el contrato por 600 millones de dólares por la construcción de 2 submarinos. Al respecto, señaló que, si Pinochet es extraditado a España, habrá serias dificultades para llevar a cabo el encargo comercial.
Esto constituye un virtual chantaje que intenta abortar el proceso de extradición situado en tribunales ingleses y españoles.
Si este chantaje diera los resultados pretendidos, sentaría un grave precedente para la forma de ejercer justicia tanto en Europa como en todo el Mundo. Aparentemente, Chile pretende enseñar al Mundo su peculiar estilo de tramitar los procesos judiciales.
Valentin Marchant
Desde Santiago de Chile