El gobierno de Chile enfrenta, en estos días, una creciente ola de protestas estudiantiles. Con cada nuevo día, universitarios de más casas de estudios superiores se van plegando a las protestas callejeras y al interior de los planteles.
La creciente movilización es en demanda de mayores recursos para el Fondo Solidario destinado a créditos y becas y en una protesta nacional por las actuales políticas de financiamiento para la educación superior. Unos 40.000 universitarios en huelga exigen mayor presupuesto para becas y programas alimentarios.
Jóvenes encapuchados, supuestamente de la escuela de Pedagogía,interrumpen el tránsito vehicular con barricadas incendiarias y lanzan bombas molotov a la policía que responde con gases lacrimógenos y chorros de agua. Un millar de estudiantes se concentró frente a la casa central de la Universidad de Chile, y marchó a metros del portón del palacio de La Moneda, sede del gobierno. El presidente de los estudiantes de la Universidad de Chile, Iván Mlynarz y otros dirigentes caminaron algunos metros y entregaron en La Moneda una gran pancarta que simulaba una cobranza judicial dirigida al presidente Eduardo Frei. Quienes no cumplen con el pago de sus créditos son demandados judicialmente y a veces son objeto de embargos. Con su pancarta, los estudiantes quisieron simbolizar que el gran deudor de la educación es Frei.
Las protestas empezaron hace tres semanas y cada día se van plegando más alumnos. Algunos de los planteles en huelga son la Universidad Tecnológica Metropolitana, la Universidad de Santiago, en Santiago, y la Federico Santa María y Playa Ancha, en Vaparaíso,y de Concepción, en el sur.
Cristián Rubio, dirigente de la Universidad de Santiago, dijo que en los próximos meses cerca de un millar de alumnos quedará fuera de las aulas por carecer de dineros para pagar sus estudios. Dirigentes de los universitarios declararon que no suspenderán la huelga hasta que el gobierno destine recursos frescos para afrontar las apremiantes necesidades estudiantiles.
En Chile han proliferado las universidades privadas autofinanciadas en base a onerosos pagos de matrículas y cuotas mensuales. Este esquema también es empleado para financiar la educación media y básica privada. Pero coexisten los establecimientos municipalizados para la enseñanza básica, media y planteles universitarios tradicionales con financiamiento fiscal. Los planteles estatales también deben generar una parte de sus recursos, lo que ha ido reduciendo el número de alumnos que pueden ser ayudados con becas y créditos. El empobrecimiento generalizado del país ha empujado a muchos padres a optar por la formación educacional de financiamiento público, fenómeno que tiende a colapsar los planes presupuestarios previstos.
La Juventud de derechas, agrupada en la Unión Demócrata Independiente (JUDI), manifestó su rechazo por las manifestaciones de los estudiantes universitarios, especialmente de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), puesto que «son un mecanismo inadecuado para solucionarlos problemas de los diversos sectores». Así lo expresó el presidente de la JUDI, Felipe Ward, quien dijo que todas las protestas tienen como común denominador la utilización política que hace la izquierda, al infiltrar a jóvenes que no tienen nada que ver con el conflicto en la educación superior, para tomar el control de las decisiones, suplantando a los verdaderos afectados con la situación.
Valentin Marchant
Desde Santiago de Chile
CRECE OLA DE PROTESTAS ESTUDIANTILES EN CHILE
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