EL SIRIUS, DETENIDO.

El comunicado dice así:

Los guardacostas noruegos acaban de detener al Sirius, uno de los buques más emblemáticos de la organización ecologista Greenpeace, mientras realizaba una acción de protesta contra el buque ballenero Kato en el Atlántico Norte. Antes de eso el barco ballenero había abierto fuego contra una de las lanchas de Greenpeace que impedía al arponero disparar sobre las ballenas.
Tras la detención de las tres lanchas neumáticas que realizaban la protesta es cuando los guardacostas noruegos han procedido a detener al Sirius, con toda su tripulación, entre la que se encuentra el marinero gallego Alfonso Santos.
Pese a las continuas justificaciones noruegas para continuar con la caza de ballenas -basándose en la «tradición cultural», la modalidad «de pequeña escala» y el autoconsumo- Greenpeace ha podido comprobar que los almacenes noruegos albergan decenas de toneladas de grasa de ballena, incluso del año 1986. Los ecologistas también han podido presenciar como los balleneros noruegos tiran al mar parte de sus capturas por la ausencia de compradores.
Por esta raz¢n, Noruega est  pidiendo que se permita el comercio internacional de productos de ballena, para poder exportar sus excedentes a Jap¢n. Asociaciones como Greenpeace ven en la reapertura del comercio uno de los mayores peligros para la protecci¢n de estos animales, ya que abrir¡a la puerta a la caza pirata. Para echar aun m s le_a al debate sobre la caza de ballenas, recientemente se ha descubierto que, al menos dos barcos, han estado cazando ballenas ilegalmente en el norte de Noruega, lo que viene a dar m s argumentos a las denuncias de los ecologistas.
El Gobierno noruego, para reaccionar a las cada vez m s intensas protestas de los ecologistas, decidi¢ aprobar este a_o una m s que dudosa ley, que permite a sus guardacostas arrestar a cualquier embarcaci¢n a menos de 500 metros de sus balleneros, al considerar los alrededores de sus embarcaciones como parte de las aguas de su territorio. Noruega se ha auto-otorgado este a_o una cuota de captura de 753 ballenas minke o rorcuales aliblancos, a pesar de las condenas de la Comisi¢n Ballenera Internacional y de estar aon en vigor la moratoria internacional sobre la caza comercial de ballenas.

Fin del comunicado.

Esto es el colmo, resumiendo, Noruega incumple todos los tratados relativos a la pesca de ballenas, y aon se permite el lujo de tirotear y arrestar a otro barco, +pero que esta pasando aqu¡?, donde quieren llegar estos nuevos piratas empe_ados en esquilmar nuestros mares, si hasta se inventan nuevas leyes «internacionales» al considerar que 500 metros alrededor de sus barcos es territorio Noruego (+acaso un ballenero es un barco de guerra?).
La comunidad internacional deber¡a ponerse muy seria con este pa¡s, basta ya de hacer la vista gorda ante los abusos de una industria cada d¡a mas obsoleta y menos competitiva, no se puede destruir una especie en nombre de la tradici¢n.
Tampoco se puede tolerar que se maltrate de esta forma a los miembros de una asociaci¢n internacional e intachable, que si de algo se les puede acusar, es de dejarse hasta la vida en su lucha por el medio ambiente de TODOS, espero que esta vez el Sirius no reciba cuando llegue a puerto, una bomba en su casco tal y como le ocurri¢ a su predecesor del mismo nombre, y que si as¡ fuese, por lo menos, los terroristas, tengan la cortes¡a de avisar a la tripulaci¢n para que lo desalojen antes.

JCV(1999)