Mientras la prensa española afirma que Pinochet ha manifestado su deseo de venir a España y el hijo del dictador afirma que es algo que Pinochet pensó pero que, en cualquier caso, no sería inmediatamente, Fernando Escardo, abogado defensor del exdictador chileno, Augusto Pinochet, negó que su cliente vaya a entregarse a la justicia española. Dijo, por el contrario, que el tema nunca fue discutido.
El abogado de Pinochet hizo esta declaración antes de reunirse con la delegación militar que llegó a Madrid, la capital española. Sin embargo, los militares que llegaron el sábado a España aseguraron que su presencia obedece a razones institucionales y no al caso Pinochet.
Augusto Pinochet, de 83 años, está detenido en Londres desde el 16 de octubre del año anterior, a petición del jeuz español Baltasar garzón. El 27 de septiembre próximo deberá enfrentarse al juicio de extradición a España, proceso que durará alrededor de 2 años.
En España, se le juzgará por los delitos de tortura cometidos entre diciembre de 1988 y 1990, es decir en los oltimos a_os en que Pinochet estuvo en el poder. La dictadura pinochetista se instal¢ en 1973 y durante los 17 a_os de su permanencia, fueron asesinadas y desaparecidas m s de 3100 personas.
Los acontecimientos que se suceden en torno al futuro de Augusto Pinochet, parecen confirmar que no son hechos aislados sino que forman parte de un plan del gobierno chileno y de las Fuerzas Armadas de ese pa¡s.
Mientras el canciller chileno Gabriel Vald’s llegaba a Washington para reunirse con la Secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albrigth, una misi¢n de militares chilenos arribaba a la capital espa_ola. Se supone que ambos viajes son parte de la estrategia del gobierno chileno, para conseguir que Pinochet logre eludir la extradici¢n a Espa_a y un posterior proceso por delitos de tortura.
La misi¢n chilena en Madrid, est encabezada por el Brigadier General Juan Carlos Salgado. Se ha sabido que esta delegaci¢n ya mantuvo reuniones con los abogados espa_oles del exdictador chileno.
Este mi’rcoles, los militares chilenos viajar n a Londres para entrevistarse con el exdictador en su mansi¢n de Surrey, segon las instrucciones del Comandante del Ej’rcito chileno, Ricardo Izurieta.
Mientras tanto, familiares de las v¡ctimas de la dictadura chilena, temen que el canciller Gabriel Vald’s consiga el apoyo del gobierno norteamericano, para su propuesta de un arreglo extrajudicial en el Caso Pinochet. Estados Unidos sigue manteniendo una actitud ambigua, pese a ciertas expresiones de apoyo a la justicia y al esclarecimiento de los cr¡menes de la dictadura chilena.
Esta posici¢n contradictoria de Estados Unidos, podr¡a obedecer a que en el proceso contra Pinochet podr¡an surgir pruebas de la complicidad de Estados Unidos en el golpe de Estado de 1973. Ese a_o, los militares derrocaron al Presidente constitucional, Salvador Allende, e instalaron en el poder a Augusto Pinochet.
Esa probable complicidad abrir¡a la posibilidad de que terceros pa¡ses quieran cuestionar el papel de los gobiernos norteamericanos en otros pa¡ses. Podr¡an juzgar la responsabilidad de Estados Unidos en guerras internas de otros pa¡ses, bombardeos o apoyos a gobiernos dictatoriales.
Es posible entonces, que el canciller chileno exponga al gobierno estadounidense las ventajas que representar¡a para su pa¡s, que Pinochet regrese a Santiago y eluda la justicia espa_ola.
A poco m s de un mes para que comience el juicio de extradici¢n del exdictador chileno a Espa_a, el gobierno chileno busca una salida pol¡tica y diplom tica al caso Pinochet. En el campo jur¡dico, ya consigui¢ en Londres un buen recorte de casos por los cuales se pretendi¢ juzgar al exdictador, pues quedaron excluidos todos los delitos cometidos entre 1973 y 1988. +nicamente se juzgar n los delitos cometidos entre 1988 y 1990, es decir se dejaron de lado los a_os en los cu les hubo m s represi¢n. (Cl/QR/Au-Mt/Pp/ap)
ESTRATEGIA CHILENA A DOS BANDAS PARA CONSEGUIR LA LIBERTAD DEL DICTADOR PINOCHET
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