Una reciente incursión de una flota ballenera japonesa en aguas subantárticas, supuestamente con fines científicos, sólo habría tenido fines comerciales, dijo Greenpeace-Chile. Acusó, además, a Japón de «negociar» con la carne de ballenas y dijo que se realizarán manifestaciones callejeras en la capital chilena para denunciar el hecho. Los ecologistas sostienen que los japoneses venden la carne del cetáceo en peligro de extinción en sus restaurantes de lujo, y que un filete de ballena alcanza un alto precio en Tokio, a veces superior a 100 dólares.