En Perú se discute la dolarización, propuesta por expertos estadounidenses cuando el país se encuentra en medio de una aguda recesión, sufre aún el impacto de la crisis asiática y ahora está amenazado por los problemas económicos de Argentina.
Los defensores de la propuesta aseguran que estabilizaría la moneda, mejoraría las condiciones de participación de Perú en el comercio internacional, reforzaría el sistema bancario interno y reduciría el riesgo inflacionario al requerir mayor disciplina fiscal.
En tanto, los objetores la consideran inviable en sistemas bancarios en dificultades, como el peruano, y además sostienen que aumentaría la dependencia externa del país.
La dolarización, planteada en enero, fue puesta nuevamente sobre el tapete por Kurt Schuler, asesor del Congreso de Estados Unidos, y el argentino Guillermo Calvo, asesor del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), durante una reunión convocada este mes en Lima por el mayor banco privado peruano.
En Am’rica Latina, s¢lo Panam ha adoptado de hecho el d¢lar como moneda, pero la dolarizaci¢n es un fen¢meno creciente en varios pa¡ses de la regi¢n, entre los que se cuenta Pero, en cuya banca nacional los dep¢sitos en la divisa estadounidense representan cerca del 85 por ciento del total.
Otros pa¡ses latinoamericanos con altos ¡ndices de dep¢sitos en moneda extranjera son Argentina, Bolivia, Nicaragua y Uruguay. Segon Schuler, la dolarizaci¢n en dichos pa¡ses se est produciendo en forma espont nea y «la acci¢n de sus gobiernos impide que ese proceso culmine».
«Lo importante para una dolarizaci¢n es que la gente la desee, y ese parece ser el caso de Pero. Ponerlo en pr ctica no requiere mucho tiempo. Puede hacerse en 30 d¡as o en un fin de semana. Todo depende de que tan r pido el gobierno peruano pueda adquirir en Estados Unidos los billetes necesarios», afirm¢.
No obstante, Calvo estima que «conducir el proceso a trav’s de un convenio con Washington podr¡a demorar entre dos y tres a_os», pese a que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers, es favorable a la dolarizaci¢n.
Calvo, actual director del Centro de Econom¡a Internacional de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, propuso para Pero una dolarizaci¢n en dos tramos. El primero ser¡a adoptar un sistema de libre convertibilidad como el vigente en Argentina.
A fines de enero, el presidente de Argentina, Carlos Menem, propuso dar el segundo paso, e inici¢ un di logo con Washington para adoptar el d¢lar como moneda, asegurando que con esa medida institucionalizar¡a una situaci¢n de hecho, «pues el d¢lar es la moneda de referencia en toda operaci¢n econ¢mica».
«La soberan¡a monetaria es una ficci¢n, pues cada vez que hay crisis en nuestros pa¡ses, todos corren a cambiar sus monedas y convertirlas en d¢lares», afirm¢ Menem.
Las conversaciones entre Buenos Aires y Washington no prosperaron entonces, pero los analistas estiman que el gran remez¢n financiero que sacude en estos momentos a Argentina podr¡a reactualizar el tema.
«De ocurrir esto, otros pa¡ses podr¡an considerar la medida», coment¢ Jorge Ch vez, ex presidente del Banco Central de Pero.
«Est n dadas las condiciones para dolarizar nuestra econom¡a», asegur¢ Fritz Du Bois, ex jefe del equipo de asesores del Ministerio de Econom¡a y Finanzas de Pero.
«Contamos con reservas suficientes, que representan cinco veces la base monetaria, tenemos una posici¢n fiscal solvente, una econom¡a desregulada y un comercio abierto», a_adi¢.
Pero no todos coincidieron con la propuesta. El economista Francisco Urrunaga, ex director del Banco Minero de Pero, se manifest¢ en contra de la dolarizaci¢n.
«Es cierto que en Pero m s del 80 por ciento de las actividades bancarias y la mayor¡a de las transacciones comerciales importantes se realizan en d¢lares, pero el gobierno deber¡a tratar de revertir esa situaci¢n, porque la moneda es uno de los s¡mbolos y de los instrumentos de soberan¡a», afirm¢.
«Los ahorristas y correntistas peruanos se refugiaron en el d¢lar como consecuencia del impacto econ¢mico y emocional provocado por la hiperinflaci¢n, de m s de 7.000 por ciento que produjo el gobierno anterior», del aprista Alan Garc¡a, a_adi¢.
El Banco Minero fue liquidado a fines de la d’cada del 80, junto con otras entidades de promoci¢n financiera sectorial, porque no pudo recuperar el dinero prestado a los empobrecidos peque_os y medianos mineros, como consecuencia de la crisis provocada por la hiperinflaci¢n.
La economista Liliana Rojas, del Deutsche Bank, afirma que la dolarizaci¢n no es posible ni conveniente en las actuales circunstancias financieras peruanas, porque la banca nacional se encuentra en dificultades.
«El Estado ha tenido que intervenir para impedir que la quiebra de algunos (bancos) afecte a los ahorristas, otros bancos en dificultades buscan en la fusi¢n y en el despido masivo de personal una reducci¢n de costos que impida su colapso definitivo», record¢.
Miguel Savastano, del departamento de investigaci¢n del FMI, objet¢ en cierta forma la propuesta. «La dolarizaci¢n no es suficiente garant¡a de estabilidad econ¢mica de un pa¡s, porque la inestabilidad se puede desplazar a las relaciones entre la producci¢n y el empleo», afirm¢.
«Todos los ciclos econ¢micos requieren ajusten inevitables entre la actividad comercial y la productiva. Si la pol¡tica fiscal es inflexible, el ajuste tender a producirse por el lado de la producci¢n y el empleo», arguy¢.
Savastano alert¢, adem s, contra las ilusiones de conseguir una autom tica reducci¢n de las tasas de inter’s mediante la adopci¢n de una moneda extranjera como propia, «especialmente si la transformaci¢n se hace unilateralmente». (FIN/IPS/al/ag/if/99)
LA DOLARIZACIÓN DE LA MONEDA PERUANA DIVIDE A LOS ANALISTAS
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