Oscar Mejía Víctores, ex dictador guatemalteco de 1983 a 1986, justificó la desaparición y posterior muerte de cientos de opositores, aludiendo a que sólo así se evitó que el comunismo tomara cuerpo en Guatemala.
Durante un interrogatorio ante la Fiscalía, el exdictador dijo que los opositores no actuaban en bien de la humanidad y que él no estaba jugando, pues gobernaba a un país en guerra.
Mejía Víctores también señaló ante un periódico guatemalteco, que se trataba de dos opciones: el comunismo o la democracia. Muchos se preguntaron +cómo habla él de democracia si fue uno de los dictadores más sanguinarios contra la libertad de pensamiento y de acción?.
El exmilitar lanzó una advertencia a los familiares de los desaparecidos políticos. Dijo que si ellos no se calman y si no dejan de acusarlo de asesino, bien les podría ocurrir algo, algo lamentable. (Gt/LN/Mt-Po/Vi-Dh/mc)
LOS DICTADORES ASESINOS NO SE ARREPIENTEN
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