Las más recientes encuestas realizadas en Chile permiten establecer certezas sobre la opinión pública que algunos actores de la vida nacional se niegan a aceptar o asumir encaminándose, porfiadamente,a su autodestrucción. Tales son los casos de la Democracia Cristiana,del propio gobierno actual y, en etapa incipiente, del Partido Socialista. Las razones para tan suicida comportamiento pueden hallarse en un afán premeditado por salvar a un Modelo Económico que fracasa simultáneamente en toda América Latina. Existe una estrecha relación entrela prosperidad económica y política de los actores individuales y la porfía en seguir promoviendo las bondades de tal sistema aún sabiendo que esta actitud implica la prolongación indefinida, el agravamiento y la extensión de los sufrimientos de la masa anónima de consumidores latinoamericanos. Esos actores determinan decisiones políticas y económicas, operando como virtuales agentes a sueldo, con jugosos dividendos, para los poderes fácticos regionales y transnacionales.
La pauperización de los latinoamericanos es herramienta y consecuencia de planes para la entronización estabilizada de clanes oligárquicos de extrema opulencia convirtiéndolos en propietarios o socios de transnacionales en cada país latino. La globalización ha sido bien entendida por estos clanes que se están apresurando en distribuirse las fuentes de riqueza de este lado del Mundo. Aquí se enmarcan las descaradamente falsas afirmaciones del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias («Chile está en las mejores condiciones para superar la crisis económica de América Latina»). El sabe, positivamente, que quienes están en las mejores condiciones de aprovechar el drama económico latino-americano son México, España y Canadá. Es de asumir que conoce el último informe de la CEPAL sobre la realidad económica del sector, las proyecciones para 1998/99 y años siguientes. Pero también sabe que Chile todavía sirve como imágen promotora del perverso sistema en la medida que las denuncias sobre el mito son ocultadas por los medios de comunicación y organismos del Estado. Toda América Latina tiende a presentar un cuadro homogéneo de problemas, déficit,carencias, urgencias, de modelo económico, de soluciones propuestas y de resultados obtenidos. Las variaciones sólo dependen de los matices de los gobiernos de turno y de las opciones económicas estratégicas detectadas por quienes manipulan a este sector desde más arriba,el FMI, Banco Mundial, Mercosur, y de quienes sacan ventajas, España,México, Canadá y USA.
Un estudio efectuado por Adimark revela que el 75 % de la población chilena ve con pesimismo la situación económica del país, nivel que no se observaba desde 1986.
La percepción pública detectada por Adimark coincide con la estimación de la CEPAL en el sentido que se esperaba un agravamiento de la realidad económica para América Latina en 1998 y siguientes.
Según Roberto Méndez, director de Adimark: «Estamos en una situación extraordinariamente negativa desde el punto de vista de la percepción que tiene la opinión pública del estado de la economía, y es lamentable que el segundo gobierno de la Concertación termine con este nivel de pesimismo». «En estudios similares hechos en los sectores socioeconómicos más bajos se ha visto que están todavía más pesimistas en este momento, pues ellos han sido los que se han visto más afectados en términos de empleo por la crisis». «Da la impresión de que los candidatos han tendido a distanciarse del gobierno e incluso tomar una posición crítica que me parece es una estrategia para alejarse de este desgaste y deterioro tan marcado».
Por otra parte, las privatizaciones no constituyen soluciones prioritarias o urgentes para la crisis económica o las necesidades de la población.Sólo obedecen al afán acelerado por consolidar al Modelo Económico y anclar el escenario en que deberá moverse el próximo gobierno. Al mismo tiempo producen un incremento de la cesantía puesto que, paralelamente a ellas, no se observan medidas de reconversión para absorción de la mano de obra que va quedando ociosa. Un mínimo de sentido común sugiere objetivos opuestos. Esto es crear, primero,nuevas fuentes de trabajo y después proceder a las privatizaciones aconsejables. Pero la aproximación del recambio de gobierno urge a las cúpulas a proceder insensiblemente, a la inversa. Estos procederes serán más responsables del agravamiento de la situación chilena que las condiciones internacionales.
El dinamismo para el acomodo de los actores económicos y políticos y el nuevo escenario que los cambios van produciendo impedirá la gestación exitosa de una izquierda aglutinante del descontento capaz de llegar a tiempo a la historia. Es predecible el descenso más acentuado de las masas comunista y humanista, mismas que serán absorbidas por liderazgos PPD y fracciones socialistas. Creo que el presidente Frei,la actual directiva de la DC y los artífices del comando electoral de Zaldívar están cavando una tumba para la Democracia Cristiana. Dentro de la DC, quienes creyeron que, arrastrando a esa colectividad hacia la derecha, mejoraban las espectativas políticas del partido, van a tener una desoladora respuesta en las primarias. Tanto la UDI como Arturo Frei Bolívar serán sus verdugos. Radomiro Tomic les debe estar penando.
En mi personal opinión, el inicio del descalabro DC se remonta a la imposición de Eduardo Frei (hijo) como el candidato presidencial que, transformado en presidente, está enterrando el futuro de la DC. Este nunca debió ser presidente de Chile. Esta colectividad tenía, de sobra, figuras muy superiores. Para colmo, cometieron un segundo error fatal, al imponer a Zaldívar, contra las sabias advertencias de sus exponentes más capaces. La «máquina interna» que operó para las 2 circunstancias pasadas y para generar a sus cuadros directivos es una «moledora de carne política» de comportamiento antropofágico.
Algo similar, aún en etapa incipiente, veo en el Partido Socialista. Si, acá, persisten esos métodos, terminarán beneficiando al PPD que podría pasar a ser el partido fundamental, en el gobierno de Lagos y la principal fuerza electoral aglutinando a una pseudo-izquierda (o social-democracia).
Especulo (no tengo pruebas) que, por estos días, debe haber una febril discusión en el comando electoral de Zaldívar. Deberían estar debatiendo si mantienen o abortan las primarias unilateralmente. De mantenerlas, apuestan al doble o nada. Su fracaso allí iniciaríal derrumbe del partido, más marcado mientras mayor sea la diferencia ante Lagos. Si ellos apelan a los votos independientes, de derecha e, incluso,a votación uniformada, es porque parten aceptando que, dentro del universo concertacionista están en franca minoría. Pero ya es un hecho conocido que la estrategia de la derecha para maximizar la opción de Lavín consiste en no concurrir a las primarias. Entendido esto, tienen 2 opciones interesantes con diferentes niveles de riesgo. Ambas implican abortar las primarias. La más riesgosa, de más difícil predicción y que importa desahuciar el pacto concertacionista, sería seguir con Zaldívar hasta diciembre. La más recomendable consistiría en bajar a Zaldívar y sumar su apoyo a Lagos. Esta última opción les permitiría reordenar sus cuadros internos, reorientar sus estrategias, salvar su caudal electoral y distribuír a sus hombres claves en un esquema con Lagos de presidente. Nótese que este problema ético nunca ha existido en el sector laguista porque una derrota de Lagos no sugiere el quiebre de la Concertación. En cambio, dentro de la DC, ha habido un comportamiento constante de someter la suerte del bloque gobiernista a su liderazgo, con presidente incluído. Esta cuestión ha sido estimulada estridentemente desde la derecha. Recuérdense las públicas arengas a «ordenar y disciplinar la casa oficialista». Podrá objetarse que, debido al caso Pinochet, los socialistas también amenazaron la unidad concertacionista. Pero la respuesta es obvia. Los socialistas, aunque a regañadientes, supieron someterse. Ahora es el turno de la DC.
El futuro presidente de Chile y el futuro del país mismo dependen, en gran medida de las decisiones que irá tomando la DC, bajo la presión de los acontecimientos. Para bien o para mal, ella puede robustecer a la Concertación (y darse un nuevo plazo de recomposición y de recuperación electoral) o destruírla. También arriesga su propia jibarización desgajada hacia izquierda y derecha si intenta porfiar hasta diciembre con su abanderado eludiendo las primarias. La UDI ha desarrollado una estrategia que consolida a Lavín y no va a renunciar a él por pacto alguno. Un intento a 3 bandas (no considero a los postulantes sin opción razonable) robustecería a Lavín y a Lagos con incierto pronóstico de triunfo para uno de ambos y recreando un escenario de inestabilidad para el país. La sensatez y las cifras sugieren una contienda electoral final Lagos/Lavín que, de aceptarse tempranamente, permitiría a Chile, a políticos y economistas, destinar todo el tiempo que va de mayo a diciembre a preparar los próximos esquemas de gobierno, porque el resultado estaría predicho con certeza. Aunque esto último tendría un costo. Aceleraría a fondo a la maquinaria de poderes fácticos para anclar condiciones de futuro. La diferencia entre aceptar a Lagos como candidato único concertacionista «antes» de las primarias y «como resultado» de las primarias está en las consecuencias que el hecho tiene para la DC.
Valentin Marchant
Desde Santiago de Chile
TENDENCIAS POLITICAS EN ESCENARIO DINAMICO
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