ôAcostumbrarnos a vivir en un mundo con excluidos y sin equidad social, es una grave falta moral que deteriora la dignidad del hombre y compromete la armonía y la paz socialö precisa el pronunciamiento de la Iglesia argentina.
Otro de los tramos del documento realiza un fuerte cuestionamiento a quienes sostienen que ôla falta de trabajo y la polarización tan acentuada y escandalosa entre pobres y ricos no son sólo un problema argentinoö exigiendo a la clase política ôgrandes gestosö que fortalezcan la identidad como Nación y tiendan hacia ôun crecimiento sostenido y solidario, donde se privilegia a los más necesitadosö.
Criticó fuertemente el modelo económico tildándolo de ôsalvajeö, en tal sentido recalcó que la ôexclusión social y la brecha creciente entre ricos y pobres, la inseguridad, la corrupción, la violencia familiar y social, son serias falencias en la educación y en la salud pública, aspectos negativos de la globalización y tiranía de los mercadosö. Este drama no es s¢lo «un problema estad¡stico, sino humano», ya que «tiene nombres, apellidos, esp¡ritus y rostros».
El grave flagelo de la corrupci¢n mereci¢ la atenci¢n por parte de los hombres de la Iglesia. En tal sentido indicaron que «la corrupci¢n instalada en casi todos los mbitos de nuestra vida, tiene protagonistas resistentes al cambio y que impiden la purificaci¢n necesaria de las instituciones». Asimismo, sostienen que existen una sensaci¢n de que «la corrupci¢n y la impunidad permanecen con gente aferrada a sus cargos», por ello al lamentar «la impotencia para cambiar esta realidad», la CEA destaca «la nobleza y la necesidad de la pol¡tica, como expresi¢n eminente de caridad social».
Dirigi’ndose a la clase pol¡tica, el documento demanda de esta «compromiso y virtudes superiores que permitan recobrar la confianza y alcanzar el bien de la comunidad entera». Y les recuerda a los dirigentes pol¡ticos que «el magn nimo es aquel que est dispuesto a sacrificios y esfuerzos en pos de grandes causas». Seguidamente el pronunciamiento formula una interpelaci¢n: «no habr llegado el momento de los grandes gestos que fortalezcan nuestra identidad de Naci¢n, para lograr un crecimiento sostenido y solidario, donde se privilegie a los m s necesitados».
Los obispos plantearon una serie de interrogantes en torno a «c¢mo lograr que en la democracia primen los valores».
Por ello se preguntan:
«¨C¢mo hacer para que los partidos pol¡ticos, conscientes de su importancia, se pongan al servicio del pueblo en lugar de atender su propia clientela?».
«¨C¢mo hacer para que los sindicatos, tan necesarios en la defensa de los derechos de los trabajadores, en lugar de estar preocupados por espacios de poder, hagan primar el bien de sus asociados?».
En otro de los puntos del documento, el cuerpo colegiado de la Iglesia pregunta si la sociedad argentina se encuentra dispuesta a saldar «la gran deuda de los argentinos que es la deuda social». A modo de respuesta a tal interrogante sostiene «+no deber¡amos acordar entre todos que esa deuda social, que no admite postergaci¢n, sea la prioridad fundamental de nuestro quehacer?».
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina