Cada año, centenares de miles de estudiantes aspiran a ingresar en las universidades nacionales en Argentina. Y cuando logran su cometido, a muchos se les hace harto difícil proseguir sus estudios ya que deben comprar los apuntes de las materias que cursan y así sus sueños se frustran. Y también están los que miran a la Universidad como un lejano horizonte, porque sus magros recursos y los de su núcleo familiar son la llave que les cierra la puerta de acceso.
Claro que para resolver estos impedimentos existen las becas. Pero su cantidad es insuficiente. Y entonces +qué hace el Estado para ampliar la base de la pirámide? Una razonable deducción sería dotarle al presupuesto educativo de mayores partidas de dinero. Desgraciadamente no es así. Pero a los funcionarios argentinos, dotados de un ôgran ingenioö, no se les ocurrió mejor idea que implementar un fondo de becas que se integraría con el aporte obligatorio de los graduados de las universidades nacionales.
En tal sentido, Hugo Juri, Ministro de Educaci¢n, admiti¢ que la administraci¢n presidida por Fernando de la Roa tiene en estudio la concreci¢n de ese fondo que beneficiar¡a a los estudiantes de escasos recursos. El titular de la cartera, destac¢ que el proyecto es «un estudio que est desde hace muchos meses» y abarcar¡a solamente a aquellos graduados que cuenten con «reconocidos ingresos».
«Ser¡a para apoyar a los estudiantes que no puedan entrar a las universidades, aunque est en un estad¡o muy inicial, para el que s¢lo se hicieron algunas consultas», apunt¢ el Ministro.
Quien detall¢ c¢mo piensa el Gobierno instrumentar el proyecto fue Juan Carlos Gottifredi, Secretario de Educaci¢n Superior, cuando explic¢ que la idea es la creaci¢n de «un fondo solidario intergeneracional que permita que la gente pobre no piense que su futuro va a ser siempre de pobre».
Agreg¢ -en declaraciones radiales- que «la onica manera de redimirlo es con educaci¢n, y con educaci¢n que tiene que llegar hasta el nivel terciario. Para que una persona de 17 ¢ 18 a_os, con esfuerzo y viviendo en un hogar humilde, termine la secundaria y pueda seguir una carrera universitaria, aunque sea corta, hay que becarlo».
Al tiempo, destac¢ que Argentina precisa contar con m s becas de las que cuenta en la actualidad, cerca de 3 mil, y que afectan alrededor de «6 ¢ 7 millones de pesos (o d¢lares)». Gottifredi senal¢ que el pa¡s necesitaba «6 veces m s que eso», lo que implicar¡a una recaudaci¢n cercana a los 20 millones de pesos.
En tanto, precis¢ que si la Naci¢n aspira a integrarse y contar con una socidad integrada, era menester que los graduados -con ingresos considerables- hiceran una aportaci¢n, peque_a, «algo as¡ como una beca por a_o para cada estudiante».
Explic¢ que la base de ingresos de cada aportante, si devengara el impuesto a las ganancias, que es de 1500 pesos para los soteros y de 2000 para los casados, representar¡a «unos 100 ¢ 150 pesos por a_o».
Por oltimo, puntualiz¢ que esos estudiantes que reciban las becas, al convertirse en graduados ser¡an solidarios con quienes aspiren a ingresar al mundo universitario y as¡ a futuro -se_al¢- habr¡a mas gente que pudiera cooperar «de esta especie de cr’dito rotativo».
Ahora bien, si el Gobierno quisiera incrementar el nomero de becas podr¡a poner en pr ctica un recurso m s original que echar mano de los bolsillos de los graduados.
Por ejemplo, ejercer un f’rreo control sobre la facturaci¢n de las m s importantes empresas radicadas en el pa¡s evitando la evasi¢n al fisco.
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina