El día uno de septiembre a las 8 de la mañana, en el lugar conocido como La Cabaña, por la carretera que conduce del Puerto de Yondó a la vereda el Tigre, a escasos cinco minutos de una base militar, fue asesinado por sicarios paramilitares el dirigente campesino Orlando Moncada, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Campesina Cimitarra – ACVC.
Orlando Moncada fue un campesino que dedicó su vida a luchar por la dignificación de la vida del campesinado de la región del Magdalena Medio, durante años recorrió caminos para juntar y cohesionar anhelos, sueños y propuestas campesinas; marchó en éxodos para tomarse pacíficamente alcaldías y ciudades reivindicando siempre la vida y la justicia. Orlando era un amante del verdor híbrido del Magdalena Medio, era un hombre de paz que padecía enormemente la exclusión, la inequidad y la injusticia.
Este crímen aleve y atroz se suma al asesinato, a comienzos de año de DIOMEDES PLAYONERO, también miembro de Junta Diretiva de la ACVC y confirma la existencia de un plan de exterminio dirigido contra inermes pobladores y contra las organizaciones sociales del Magdalena Medio, exterminio agenciado y auspiciado por amplios sectores del Estado, de los grupos econ¢micos y del poder clientelar regional que le apuestan a un modelo de desarrollo y a un r’gimen autoritario y excluyente caracterizado por la barbarie y el fascismo.
Hay una responsabilidad directa del Estado colombiano en los m s de 500 campesinos masacrados y los 30.000 campesinos desplazados de sus parcelas desde el 4 de Octubre de 1998, cuando Andr’s Pastrana firm¢ unos acuerdos con el campesinado de la regi¢n para poner fin al ‘xodo campesino de 1.998. Acuerdos que pretenden defender la vida, dignificarla, castigar a los asesinos y acabar con la impunidad.
Hay una responsabilidadad directa del Estado por el ba_o de sangre que d¡a a d¡a vive el pueblo de Barrancabermeja. Es inaudito que hasta el d¡a de hoy hayan sido asesinadas selectivamente 400 personas durante solo ocho meses en la ciudad y sus jefes civiles, policiales y militares continoen en sus cargos y puestos perpetuando la negligencia, la omisiOn y la connivencia con el crimen.
Es terriblemente inaudito que a la ASOCIACION CAMPESINA DEL VALLE DEL RIO CIMITARRA se le amenaze en las primeras pAginas de los diarios regionales, que las amenazas paramilitares sean difundidas directamente a sus miembros por comandantes militares, que los paramilitares incursionen en una de las regiones mAs militarizadas del paIs amparados en la total impunidad.
Denunciamos ante la comunidad internacional estas sistem ticas violaciones a los derechos humanos y solicitamos su solidaridad, su acompa_amiento y sobre todo su pronunciamiento sobre el Estado colombiano para que asuma sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos.
Al Gobierno y al Estado colombiano le exigimos:
– Investigar y esclarecer el horrendo cr¡men de nuestro compa_ero Orlando Moncada, castigar a sus autores intelectuales y materiales.
– Conformar y decretar inmediatamente una comisi¢n interinstitucional permanente de verificaci¢n de violaci¢n a los DDHH para la regi¢n.
– Realizar un acto poblico en la ciudad de Barrancabermeja sobre la situaci¢n de DDHH en la regi¢n con la participaci¢n del alto gobierno, los organismos de control del Estado, observadores y acompa_antes de la comunidad internacional y de la comunidad victimizada, que permita tomar medidas intitucionales y comunitarias para mejorar dr sticamente la situaci¢n de DDHH en el Magdalena Medio.
– Cumplir con los acuerdos del ‘xodo campesino de 1.998 firmados por el presidente Pastrana, en materia de DDHH e inversi¢n social.
NO MAS ASESINATOS SELECTIVOS, NO MAS MASACRES PARAMILITARES, NO MAS DESPLAZAMIENTOS CAMPESINOS, NO MAS PARAMILITARISMO DE ESTADO, NO MAS CRIMENES DE LESA IMPUNIDAD, NO MAS IMPUNIDAD.
