En esta parodia de juicio se asesinó por segunda vez a mi hijo. Esta vez uno de los criminales fue el Fiscal eduardo Marazzi, que no acusó y llegó a victimizar a los verdugos, comparando mi dolor de madre por la muerte de mi hijo con el de los penitenciarios, «víctimas de falta de polícia criminal y carcelaria». Los otros asesions fueron los tres cobardes jueces que dictaron un fallo absurdo (3 años en suspenso a Galarza y dos en suspenso a Mir y Tocayuk), que sólo a estos tres cobardes cómplices se les podía ocurrir.
El poder judicial, con estas condenas leves, quiere que la sociedad vea cómo ellos castigan a sus asesinos útiles -para ellos, y para el sistema. Este fallo no me tomó por sorpresa. Todos los días vemos cómo actúa la justicia corrupta y cómplice. No esperaba otra cosa, porque sé a quiénes protege.
Sí puedo decir que este juicio me sirvió para ponerme muchas cosas en claro.
Primero y principal, valorar el apoyo, la entereza y la fuerza de los Familiares de V¡ctimas de la Represi¢n Policial e Institucional. Sin su presencia estos jueces cobardes hubieran absuelto a los asesinos. Cuando esos cobardes llenaron la sala con polic¡as, miembros del SPF y del GEOF, los Familiares nos mantuvimos unidos con las fotos de nuestros muertos. madres, padres, hermanos con la firme convicci¢n de que pedir justicia es un derecho que tenemos y que nos deben. Tambi’n se acercaron a darme su apoyo los compa_eros de CORREPI, de la L.A.D.H., de HIJOS y una compa_era de COFAVI. +Los dem s organismos de DDHH? Bien, gracias…
Me sirvi¢ para entender que si no existiera CORREPI nosotros, los pobres, los marginales, los que sufrimos toda forma de represi¢n, a los que nos asesinan a nuestros seres queridos, no tendr¡amos quien defienda nuestros derechos. Los dem s organismos se quedaron en la lucha -que reinvindico- por justicia por lo que pas¢ en la d’cada del 70, y lo m s que avanzaron fue hasta los presos de La Tablada. No ven la gravedad de lo que pasa hoy. El terrorismo de Estado sigue intacto; asesinos y genocidas est n libres, por m s que quieran maquillarlo con prisiones domiciliarias; se vol¢ una embajada y la AMIA con cientos de v¡ctimas; se asesinaron periodistas como Bonino y Cabezas; hay 2.500 luchadores sociales procesados; la represi¢n sigue en los barrios pobres; la muerte de indefensos a manos de la polic¡a sigue; como la desocupaci¢n, el hambre, la falta de educaci¢n. No ven que nuestros muertos y los 55 chicos que mueren por d¡a por falta de comida y remedios son los desaparecidos de los ’80, ’90 y el 2000. Y todo es control social desde el estado. Si no toman la realidad de los problemas sociales de nuestros d¡as, mal se pueden llamar organismos progresistas. Las c rceles son una realidad, los pobres, cuando no nos matan, estamos en riesgo de engrosar esos dep¢sitos de seres humanos. Dejemos de ser hip¢critas y tomemos conciencia de que a la c rcel vamos solamente los pobres.
Seamos conscientes de que esto es una lucha de clases.
Con este fallo, no crean que me van a hacer bajar los brazos. Todo lo contrario. Reafirmo mi compromiso de luchar por justicia para todos. Se lo debo a la memoria de mi hijo, a la memoria de los 800 chicos asesinados por las instituciones armadas «democr ticas» de este perverso sistema que se impone desde el poder pol¡tico y econ¢mico.
DELIA GARCILAZO DE RIOS