Laughing Outlaw Records
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tSi alguien te ha hablado maravillas de este disco, creele. Creele incluso por encima de un sonido que roza la aorización en determinadas ocasiones, pero que remedia sus escasos pecados a base de canciones y canciones, a cada cual mejor. Desde Sidney, John Rooney y Anthony Bautovich forman CORONET BLUE. Unos tipos listos que para la producción requieren del experto quehacer de una persona que ha trabajado con Let s Active, Peter Holsapple, Marshall Crenshaw, The dB s, Suzanne Vega o Pavement. El conductor de «Murmur» o «Reckoning», Mitch Easter, que ya había trabajado con otro magníficos australianos como The Someloves o The Hummingbirds. Creo que los pocos defectos de «Coronet blue» estriban en el choque de intenciones en cuanto al sonido de CORONET BLUE por un lado y de Mitch Easter por otro, pero si pasas por alto esto, resulta que éste es el disco ideal para los decepcionados del power pop, que lo mismo puede recordar a Redd Kross que a REM, a The Plimsouls o a Matthew Sweet. Si el comienzo del disco («Mission bell», «Black angel», «Particular kind of girl») resulta contundente, el lado m s mainstream del mismo, el intermedio parece desvanecer esos br¡os para ganar en intensidad y maestr¡a. «For too long a secret» trae a la memoria cualquier disco de REM, desde «Murmur» a «Green», donde no desentonar¡a, y «So many (The mistery song)» destacar¡a sin duda en la obra de Wilco. El resto mantiene el notable nivel de melod¡as embriagadas y de estupendas armon¡as vocales, finalizando el trayecto con un «Something you can t miss» del ex-Someloves Darryl Mather. Los enamorados del power pop, de las buenas canciones y de las melod¡as radiantes no deber¡an perderse este disco. No valen escusas. t