Que sí, que no, que Argentina no negociará un crédito de emergencia con el FMI. Que no es la letra de ninguna canción. Son simplemente las declaraciones del secretario de Hacienda argentino, Mario Vicens, que en Washington desmintió que su país esté a punto de cerrar un acuerdo de esas características. El funcionario, según fuentes del Palacio de Hacienda, está ultimando los detalles para una próxima visita de los jerarcas del organismo internacional para el próximo mes de diciembre.
Este run run sobre las negociaciones entre Argentina y el FMI, viene circulando en distintos ámbitos ûfinancieros y políticos- debido a la incertidumbre acerca de una posible falta de incumplimiento en los vencimientos de la deuda del año 2001 en virtud de que al país sudamericano se le clausuraron las puertas al ingreso de los mercados internacionales de capitales. Este cierre obedece a las malas calificaciones que obtuvieron los títulos de la deuda argentina cuando la agencia estadounidense Stándard & Poors la puso en farolillo rojo. Empero, los menos pesimistas sostienen que las probabilidades de que Argentina no honrara sus deudas son remotas. Ello se basa en que el sistema financiero argentino se encuentra fortalecido y en las significativas reservas internacionales del Banco Central.
Lo que resulta incomprensible es que el pa¡s se encuentra en un estancamiento desde hace ya m s de 2 a_os y medio lo cual se cristaliza en la falta de crecimiento de su econom¡a. Seguramente, quienes muestran su optimismo deben usar unas anteojeras de tal tama_o que no les permiten ver cual es la realidad nacional. A esto se le debe a_adir que, m s all de lo expresado por el Ministro de Econom¡a, Jos’ Luis Machinea, quien hasta el hartazgo precis¢ que el crecimiento del PBI orillar¡a el 3,7%, la realidad indica que al finalizar el a_o -y con mucha suerte- el alza del producto bruto interno llegar¡a solamente al 0,7%.
En tanto, los c lculos provisionales que diera a conocer el titular de Econom¡a, indicaron que el PBI creci¢ -en el tercer trimestre de 2000- un 0,8%. Al respecto sostuvo: «Los resultados van a ser positivos en el orden del segundo trimestre del a_o».
Por otra parte, el Estado argentino debi¢ afrontar una tasa cercana al 14% en la colocaci¢n de las Letras del Tesoro (LETES) por 1100 millones de d¢lares. Cabe recordar que 15 d¡as atr s por los mismo t¡tulos el corte de la tasa de inter’s fue del 9, 66%.
En declaraciones period¡sticas efectuadas el mi’rcoles 8, Daniel Marx, Secretario de Finanzas argentino, al relativizar el coste de las tasas afirm¢: «estamos viendo que hay dinero, nos sale m s caro, pero bueno, es lo mismo que cuando uno va y compra verdura, a veces sube el precio (…) ac , lamentablemente, estamos en una situaci¢n similar, pero digo, a veces tambi’n es positivo, porque a veces baja», el valor del inter’s que se debe abonar. No obstante admitiendo que se hab¡an pagado tasas elevadas destac¢, «hay que considerar que la estabilidad de precios continoa». El funcionario detall¢ que «todos lo reg¡menes cambiarios como el nuestro, a veces pasan por algon pico de tasas de inter’s; esto se_ala algon grado de preocupaci¢n de la gente o de una masa de inversores, pero no pone en peligro la estabilidad de precios».
Ciertamente, las declaraciones de Marx no fueron las m s atinadas cuando compar¢ al mercado financiero con un mercado en el que se va a comprar art¡culos de la canasta b sica.
Por su parte, Machinea, en la misma jornada -respecto al coste de las altas tasas- admiti¢ que el pa¡s estaba «sufriendo las turbulencias de los mercados financieros internacionales», lo cual se reflej¢ en el incremento del 18 al 20% en el call money.
«Estamos convencidos de que pronto vamos a salir. Esas turbulencias no nos pueden detener en la necesidad de trabajar en lo que importa, en lo que realmente es relevante que es el mediano y largo plazo, y las actividades productivas», afirm¢ en el Auditorio del Banco de la Naci¢n Argentina ante un centenar de empresarios del rubro inform tico.
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina