Madelaine Albright llegó días pasados a la Argentina para entrevistarse con el presidente Fernando de la Rúa. El motivo del tal visita es públicamente conocido: la Secretaria de Estado norteamericano vino a asegurar el compromiso del mandatario para la colaboración de nuestro país en el Plan Colombia. Con el mismo objetivo viajó anteriormente a Brasil y siguió luego rumbo a Chile.
Pero Albright no se reunió solamente con de la Rúa. En su agenda figuraba una reunión importante para quien está interesado en explotar un perfil de paladín de los derechos humanos en miras a las próximas elecciones en los Estados Unidos. Esta reunión se concretó con tres organismos argentinos de Derechos Humanos: Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el Centro de Estudios Legales y Sociales.
El objetivo de parte de los organismos era solicitar a Madelaine Albright que la CIA desclasifique los archivos que posee sobre el Plan Cóndor, plan de coordinación represiva entre pa¡ses del Cono Sur. La posibilidad de acceder a estos documentos, segon interpretan estos organismos, facilitar¡a el establecimiento de la «verdad hist¢rica» acerca del destino final de miles de detenidos desaparecidos. Luego de prometer hacer lo posible respecto a este tema, Albright expres¢ su sentir porque el doloroso problema de los desaparecidos aon no haya tenido una resoluci¢n en nuestro pa¡s.
Expresamos nuestro m s completo repudio a la Sra. Albright y a sus declaraciones +qu’ lamenta la representante del imperio m s criminal de la historia de la humanidad? +la desaparici¢n de nuestros miles de compa_eros latinoamericanos, la tortura sistem tica, el terrorismo de estado que sus especialistas militares en guerra contrainsurgente ense_aron a aplicar a los criminales vern culos?
+Es que no saben Abuelas, Madres l¡nea fundadora y el CELS del papel fundamental de los Estados Unidos en los terrorismos de Estado latinoamericanos? Sin duda que la CIA debe tener bastante informaci¢n sobre el Plan C¢ndor y sobre bastante m s de las atrocidades que las dictaduras que ellos ayudaron a instalar en el poder cometieron con nuestros compa_eros. Tienen esa informaci¢n porque fueron los ide¢logos de la Doctrina de la Seguridad Nacional, los asesores militares en la guerra santa de la civilizaci¢n contra el comunismo y porque coordinaron y monitorearon esa guerra. Hoy el imperialismo se apresta otra vez para la guerra, esta vez bajo el nombre de Plan Colombia.
¨Qu’ dicen estos organismos sobre el Plan Colombia? +Le preguntaron a la se_ora Albright si no consiste por casualidad en un nuevo plan de exterminio? ¨Hablaron de las masacre a la poblaci¢n civil, de la fumigaci¢n con armas biol¢gicas, de la suma de horrores que va a implicar ese plan?
Nuestros compa_eros desaparecidos fueron sumamente conscientes del papel del imperialismo, de su opresi¢n sobre nuestros pueblos, de su car cter esencialmente criminal. Lo enfrentaron con sus mejores armas, las que ellas fueran. Plantearon, desde diferentes organizaciones y espacios de lucha sus proyectos pol¡ticos, con los que se opon¡an muy claramente al imperialismo, a la opresi¢n, a la explotaci¢n . Esa fue su verdad y fueron consecuentes con ella. El terrorismo de Estado mostr¢ cu n dispuestas est n las clases dominantes y el imperialismo a defender sus privilegios.
El hecho de que hoy en Argentina no vivamos en un r’gimen terrorista no hace a quienes echaron mano de ‘l cuando lo necesitaron menos peligrosos ni menos enemigos nuestros. Que Madelaine Albright se reona con organismos de Derechos Humanos no le impide, al contrario, le da un aval importante para llevar adelante este nuevo plan genocida.
La lucha por el fin de la impunidad, la larga lucha por el castigo a los genocidas y a sus c¢mplices es la lucha contra la prepotencia del poder opresor. Es una parte, muy peque_a tal vez, de la lucha que nuestros compa_eros desaparecidos llevaron adelante.
La bosqueda de la «verdad» solo puede hacerse en nuestros t’rminos: reconstruyendo nuestra verdad, rescatando las luchas de nuestro pueblo, de sus mejores hijos, aquellos a los que la verdad del poder y del imperialismo llam¢ «terroristas», «subversivos ap tridas» y de tantas otras formas.
Nuestra verdad es la de los miles de desocupados, de los explotados de siempre, de los humillados , de los olvidados. Es la de los pueblos que luchan, que se rebelan, que no se rinden y que construyen un futuro sin opresi¢n.
Mientras el imperialismo norteamericano afina el Plan Colombia y algunos organismos dialogan con sus representantes en busca de la «verdad», nuestros compa_eros desaparecidos viven en las luchas de la Colombia insurgente y en todas las luchas de los pueblos por su liberaci¢n.
Uni¢n por los Derechos Humanos
C¢rdoba, Argentina
Correpi