El Proyecto de Ley de Presupuesto, enviado por el Ejecutivo uruguayo, continúa siendo materia de análisis en el Parlamento de este país. Valga recordar que el Senado deberá aprobar el proyecto antes de la cero hora local del próximo sábado 9.
Uno de los apartados que generó grandes discusiones es el referido al capítulo Inversiones. En tal sentido, la Comisión de Transporte y Obras Públicas de la Cámara de Representantes (Diputados) efectuó modificaciones al proyecto original, remitiéndolo luego a la consideración de la Cámara de Senadores.
Los legisladores Marina Arismendi y Eleuterio Fernández Huidobro del izquierdista Encuentro Progresista û Frente Amplio nos han hecho llegar las consideraciones y conclusiones a las que han arribado respecto al capítulo referido.
A continuación transcribimos el documento.
Montevideo, 28 de noviembre de 2000
Sr. Presidente de la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda:
La Comisión de Transporte y Obras Poblicas, abocada al estudio del cap¡tulo «Inversiones» del Proyecto de Ley de Presupuesto enviado por el Poder Ejecutivo a la C mara de Representantes y por ‘sta, con sus modificaciones, a la de Senadores, ha podido llegar a las conclusiones que ponemos en conocimiento de la Comisi¢n por Usted presidida, no sin antes formular algunas.
ACLARACIONES PREVIAS
Ya el 25 de octubre pasado, el Ing. Lucio C ceres, en el seno de nuestra Comisi¢n, afirmaba: «Pensamos que el Presupuesto, en la forma en que habitualmente se remite, es hijo de una tradici¢n bastante rida ya que, por un lado, aparece un conjunto de art¡culos que van a integrar una ley y, por otro, un inextricable planillado, donde para encontrar la correspondencia entre los pesos y los t¡tulos con la realidad, hay que ser un arque¢logo contable.»
No sab¡a el Se_or Ministro en ese entonces que, apenas a veinticinco d¡as del vencimiento del plazo constitucional, encajar¡amos un corpulento Mensaje Complementario compuesto por ciento cincuenta y seis art¡culos ante los que el Sr. Ministro de Econom¡a y Finanzas, contador Don Alberto Bensi¢n proclamaba en el comienzo de su frustrada y oltima comparecencia del veinte de noviembre, que: «Evidentemente, la vastedad y complejidad del Mensaje Complementario puede inducir a una discusi¢n y preguntas sobre otros temas que, en la medida de nuestras posibilidades, con mucho gusto responderemos.»
Por razones en las que es prudente no incursionar, el Sr. Ministro citado no pudo responder. Quedamos con vastas interrogantes pendientes.
Por si el centenar y medio de art¡culos agregados fuera poco, acabamos de recibir en estas oltimas horas varios volomenes de la monumental obra denominada «Fe de Erratas» enviada por el Poder Ejecutivo que no hemos podido digerir intelectualmente a la fecha.
Los plazos apremian y el tiempo no alcanza para que este esforzado conjunto de Senadoras y Senadores, denuedo aparte, emprenda y acabe con seriedad tan imponente tarea.
Sin embargo, y a pesar de tanto, hemos podido formar opini¢n sobre algo de lo que viene derramado en el cuantioso material disponible.
Protestando entonces la ca¢tica conducta del Poder Ejecutivo, pasamos a dichas opiniones.
ACERCA DE LAS INVERSIONES
Luego de la exitosa evacuaci¢n de Dunkerque, Sir Winston Churchill declaraba en la C mara de los Lores que «NO SE GANAN GUERRAS CON EVACUACIONES» La recesi¢n y crisis evacoa en Uruguay, sin guerra, mucha m s gente. Ante ello parece obvio, como mecanismo paliativo urgente e ineludible poner, a la hora de discutir el Presupuesto, el acento en las Inversiones porque ellas significan crear puestos de trabajo y porque la falta de empleo es en estas horas la mayor calamidad social de nuestro pa¡s.
Convocar tantos brazos ca¡dos, tonificando la econom¡a, revitalizando tambi’n al empresariado privado, parece merecedor del mayor y mejor esfuerzo presupuestal en estos inminentes cinco a_os. No creemos que sea la onica pero s¡ la m s importante medida en el tema que nos ocupa. Sin embargo, hemos encontrado lo diametralmente contrario a esta prudente y a nuestro juicio tan sensata y racional determinaci¢n que, a la postre, aparece como de elemental sentido comon.
En materia de Inversiones, este Presupuesto, adem s de ser continuista en el sentido de no ofrecer variantes sobre lo que se ha venido practicando desde hace tres gobiernos (con resultados a la vista), evidencia un yerto fatalismo desde que toda expectativa de reactivaci¢n econ¢mica y vital, queda reposando en la azarosa evoluci¢n favorable de factores externos y ajenos a toda voluntad propia.
Es como decir a la ciudadan¡a y al pa¡s que nada podemos hacer por nosotros mismos justamente cuando todo contribuye poderosamente a pensar, en esta encrucijada, que, como siempre, muy poco podemos esperar seriamente, que no provenga de nosotros mismos.
En ese sentido, TODO el Proyecto de Ley de Presupuesto es un mensaje claudicante y rendido, que solo se sostiene malamente fundamentado en interminables quejidos contra una realidad circundante que nos agrede. Se incurre en mala excusa.
Veamos algunos datos demostrativos.
El Proyecto de Presupuesto destina un 60% a gastos de funcionamiento, un 29% a gastos de personal y un 11% a Inversiones.
En 1999, lo ejecutado en los Ministerios y rubros mas estrechamente vinculados a la promoci¢n de actividades productivas (Ganader¡a, Agricultura y Pesca, Industria, Energ¡a y Miner¡a, Turismo, y en subsidios y subvenciones), sin incluir el de Transporte y Obras Poblicas, ascendi¢ a 108 millones de d¢lares (funcionamiento 86 e inversiones 21): apenas un 2,3% del total.
Actualmente se programa para esos «rubros» un 6.8% que, a nuestro juicio sigue siendo insuficiente m xime si se tienen en cuenta los recortes impuestos. En 1999 hubo un 33% de econom¡as (cr’ditos no ejecutados) en este conjunto, ejecut ndose 569 millones, cinco veces mas, en Seguridad (Ministerios de Defensa e Interior sin incluir sus gastos en la Escuela Policial, Sanidad y Seguridad Social) donde se produjeron econom¡as por apenas un 14,28%. Las econom¡as mayores en porcentaje durante el per¡odo 1986 – 1999 fueron producidas en: Ministerio de Educaci¢n y Cultura 63,22%; Ministerio de Industria 72%; y Ministerio de Transporte y Obras 74%.
Los montos previstos para Inversiones en el Proyecto actual son similares a lo EJECUTADO en el quinquenio anterior: un 2,5% del PBI. La insuficiencia, como aporte dinamizador de la econom¡a sumida en grave recesi¢n, queda evidenciada.
En el 2001 se proyecta un 10,08% del total (2.47 del PBI) quedando por debajo de lo ejecutado entre 1995 y 1999 (un 10,38% del total).
Las inversiones poblicas totales han evolucionado desde la «salida de la dictadura» hasta la fecha, del siguiente modo:
Primer gobierno del Dr. Sanguinetti: 9,8% del total presupuestal. Gobierno del Dr. Lacalle: 10,7% Segundo gobierno del Dr. Sanguinetti: 10,2% Propuesta actual: 12,4% (sin tener en cuenta los recortes).
En suma: se mantiene estable para los pr¢ximos cinco a_os, la tendencia de los anteriores quince en materia de inversiones, como si nada estuviera pasando en el pa¡s y en el mundo.
Da para reflexionar el hecho de que, en materia de porcentajes de inversi¢n sobre el total de cada Ministerio, el de Defensa est’ en tercer lugar detr s del de Transporte y el de Vivienda pero antes que los de Turismo, Ganader¡a, Industria.
Para colmo: Los topes y econom¡as dictadas a t¡tulo expreso por los art¡culos 178 y 375 agregadas a lo que ya es tradicional, suponen recortes que abatir n aon m s los recursos destinados a inversi¢n en todas las reas.
Cap¡tulo aparte, por su incidencia en el rubro, merece el «onico Ministerio que tiene topes presupuestales» segon afirm¢ el Ingeniero Lucio C ceres, en la Audiencia ya citada de nuestra Comisi¢n de TRANSPORTE Y OBRAS PUBLICAS Las Inversiones de este Ministerio se inician con 140 millones de d¢lares, equivalentes al tope de ejecuci¢n, para el a_o 2000. DENTRO de dicho tope se incluye la ejecuci¢n de programas como el correspondiente al puente Colonia – Buenos Aires (?).
En adelante (hasta el 2004) los cr’ditos propuestos son un 23% mayores a los topes de ejecuci¢n ordenados por el art. 178 y sin tener en cuenta los recortes agregados por el art¡culo 375 (5% para el a_o 2001 y 9% para el 2002).
Entre 1986 y 1999 este Ministerio tan importante en las inversiones poblicas, perdi¢ un 40% de participaci¢n en el Presupuesto.
En 1999 no ejecut¢ Inversiones en cerca de 20 millones de d¢lares. En los cinco a_os que van de 1995 a 1999 ejecut¢ inversiones por 123, 146, 158, 157 y 158 millones de d¢lares respectivamente, promediando un 33,79% del total.
En los pr¢ximos cinco a_os (2000 al 2004) se propone ejecutar 140, 146, 154, 169 y 169 millones de d¢lares respectivamente, promediando un 28,59% del total, es decir, continuando en su descenso.
No podemos terminar este breve resumen sin se_alar la gravedad de los recortes de inversi¢n en la caminer¡a rural y el franco colapso en que se encuentra el ferrocarril.
En este oltimo caso es muy racional la propuesta del actual Directorio en el sentido de que las partidas presupuestales (aproximadamente 20 millones de d¢lares por a_o) se distribuyan de modo que permitan en los primeros a_os concentrar inversiones imprescindibles y urgentes para evitar el fin de varias l¡neas y gastos mayores en el futuro, como as¡ tambi’n reducir costos, ganar fletes y reducir gastos en los oltimos a_os de la serie de cinco.
Tampoco dejar de se_alar la gravedad de los topes impuestos en las inversiones de los Ministerios de Trabajo, Educaci¢n y Cultura, y en el Iname, Anep.
MINISTERIO DE VIVIENDA ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE
Los ingresos estimados para el quinquenio con destino a Vivienda ascienden a 691 millones de d¢lares. Pero los recortes establecidos por el Gobierno y las reducciones ordenadas por el art¡culo 375 del Proyecto, impiden aplicar esos recursos. Quedar n sin ejecutar unos 210 millones de d¢lares (equivalentes a 9.000 viviendas) sin saberse cu l ser el destino de esa millonada.
Nadie ignora el dinamismo que aporta este tipo de inversiones en el conjunto de la econom¡a y muy especialmente en la generaci¢n de puestos de trabajo adem s del formidable aporte social impl¡cito en la soluci¢n del problema habitacional.
A Vivienda se destina apenas el 2,3% del Presupuesto proyectado equivalente a un poco m s del 1% del PBI.
El d’ficit oficial de viviendas es de 82.784 (otras fuentes sostienen que llega a las 170.000).
En el quinquenio se prev’ construir 26.000 con una ejecuci¢n estimada del 73,7% de la recaudaci¢n proyectada por el Fondo Nacional.
Si a ello agregamos la inversi¢n del Banco Hipotecario y la privada (que todos reconocen ser escasa), podremos llegar al 1,5 del PBI (la cifra mas baja de la historia del Plan Nacional de Viviendas) logrando construir entre 28.000 y 29.000 viviendas a lo sumo. Pero como para mantener las existentes (sustituyendo las que se deterioran) se requiere construir unas 6.000 por a_o (30.000 en el quinquenio), el esfuerzo propuesto apenas alcanza a mantener el d’ficit en su volumen actual.
LA TIERRA
Ya nos referimos al impacto que los recortes tendr n sobre la caminer¡a rural y el ferrocarril pero a ello debemos agregarle la ausencia total de inversiones para la reactivaci¢n del sector primario de nuestra econom¡a, lo que quiere decir: para la reactivaci¢n de la econom¡a.
El caso del Instituto Nacional de Colonizaci¢n es una alarmante s¡ntesis de esta pol¡tica claudicante y fatalista: solo es aludido en todo el Proyecto de Presupuesto para atacarlo derogando el art¡culo 35 de la Ley 11.029. Ni una palabra acerca de inversiones en ‘l sino que, por el contrario, las esmirriadas asignaciones proyectadas anuncian el deseo de su crisis en el quinquenio.
EL MAR
Brilla por su ausencia la mas m¡nima pol¡tica de inversi¢n en los 256.000 kil¢metros cuadrados de soberan¡a y riqueza casi inexplorada uruguaya en el mar, las riberas, los r¡os, los lagos y las lagunas.
Sin olvidar que tanto por obra y gracia del Mercosur, como por la Hidrov¡a y los requerimientos a corto plazo del impacto forestal, las v¡as acu ticas y sus puertos ser n vitales.
Por el contrario, se deposita toda expectativa de reactivaci¢n en la llegada providencial de los a esta altura casi eternamente esperados grandes inversores privados que se niegan tozudamente a venir a pesar de las sirenas convocantes. A pesar del tentador se_uelo, no hay inversores para el Puerto de Aguas Profundas en La Paloma, por ejemplo, o se declara concesionar el Puerto de Punta del Este ignorando que la Intendencia Municipal de Maldonado reclama, con apoyo de todos los sectores pol¡ticos y s¢lidos argumentos de variado tipo, jurisdicci¢n municipal sobre el mismo.
Paralela, y a la vez a veces tambi’n tr gicamente, se desv¡an fondos destinados a elementos de salvataje para la flotilla pesquera artesanal, se desmantela el sistema de radares de tierra en franca contradicci¢n incluso con la pregonada voluntad de atraer inversores y tr fico mar¡timo, se dejan morir nuestros diques de tierra (Nacional y Mau ) que requieren inversiones urgentes (apenas un mill¢n de d¢lares) para poder salvarse, y se abandonan nuestras viejas dragas dejando no se sabe en manos de qui’nes, el mantenimiento y mejora de nuestros canales y radas.
CIENCIA Y TECNOLOGIA
No hay pol¡tica de inversi¢n definida en Investigaci¢n Cient¡fica e Innovaci¢n Tecnol¢gica. Se propone una dr stica rebaja de las transferencias al Pedeciba mientras que el Fondo Nacional de Investigaciones aparece financiado s¢lo hasta el 2001.
Todo se limita al uso de un pr’stamo del BID por 30 millones de d¢lares que ser administrado desde la Direcci¢n de Ciencia y Tecnolog¡a, unidad ejecutora creada en el Ministerio de Educaci¢n y Cultura, con asesoramiento del CONICYT.
TRANSPARENCIA
En materia de Inversiones, aparecen duramente golpeadas las Instituciones vinculadas a la Justicia, el control y la llamada transparencia:
El Poder Judicial en primer lugar dentro de los damnificados. No puede ser que el pa¡s gaste aproximadamente lo mismo en el Poder Legislativo (31 Senadores y 99 Diputados con Sede en el Palacio Legislativo) que en el Poder Judicial.
Pero en esa irracionalidad debemos agregar los Tribunales de Cuentas y de lo Contencioso Administrativo como as¡ tambi’n nada menos que la Corte Electoral que, en las Audiencias correspondientes, tambi’n ha anunciado su inminente colapso si no se arbitran soluciones a la brevedad.
CONCLUSIONES
En medio de una aguda recesi¢n, la inversi¢n poblica, palanca paliativa de primera magnitud, viene propuesta en franco descenso al igual que el gasto orientado a promover la actividad productiva.
Estamos ante una fuerte y sorprendente irracionalidad que propone hacer todo lo contrario de lo que se debe.
Tal como lo confesara reiteradamente el Se_or Ministro de Econom¡a y Finanzas, la preocupaci¢n central del Gobierno es abatir el d’ficit fiscal o sea: que las cuentas macroecon¢micas cierren al final de cada ejercicio.
Algo as¡ como sostener que la cat strofe social y productiva que est a la vista queda legitimada siempre y cuando no haya d’ficit fiscal, asunto que puede lograrse, no cabe duda, sobre los escombros de cualquier desastre. Pero los desastres no dejan de serlo porque sus cuentas financieras muestren el fr¡o equilibrio de un onico d¡gito equivalente a cero. Salvaremos qui’n sabe qu’ atroz examen ante qui’n sabe que g’lido Tribunal ajeno. Pero estamos nuevamente ante la tan vieja pol’mica en torno al huevo y la gallina o, lo que es peor, ante qu’ es huevo y qu’ es gallina.
A nuestro juicio no habr equilibrio fiscal ni de ningon otro tipo sin inversi¢n. No habr ingresos sin reactivaci¢n de la econom¡a. No habr nada sin trabajo. Por el contrario, lo que habr ser n mayores gastos de todo tipo y menores ingresos de todo tipo.
El trabajo, entendi’ndolo en todas sus variantes: asalariado, cuentapropista y empresarial, es la clave de la soluci¢n a nuestros principales problemas actuales.
En ‘l, y s¢lo en ‘l, deber¡amos cifrar nuestras confianzas.
Como vi_eta de actitudes ante eso, s¢lo basta con mostrar que el Gobierno disminuye gravemente en este Proyecto de Plan Quinquenal la inversi¢n en el Fondo de Reconversi¢n Laboral. Los orientales emigran del campo a las ciudades, de las ciudades y pueblos del interior a la Capital, de los barrios centrales de la Capital hacia la periferia y desde el Uruguay hacia el exterior.
Olas migratorias mayores que la de Prusia Oriental o la de la guerrera evacuaci¢n de Dunkerque hace medio siglo.
«No se ganan guerras con evacuaciones» – clamaba Churchill en la C mara de los Lores despu’s de Dunkerque-: los uruguayos no ganaremos la guerra contra la violencia de esta pobreza que nos invade si, como onica medida, fatalista y claudicante, anteponemos la renuncia y el exilio, apostando temerariamente (hasta ahora siempre perdiendo) a que, como pobre premio, y en el mejor de los casos (que hasta ahora no se produjo) las cuentas queden equilibradas.
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina