El Comité Estudiantil de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá, denuncia los siguientes hechos y circunstancias:
El 30 de agosto en el campus de la UN – Sede Bogotá en desarrollo de protestas ante la visita del presidente de los EUA, se presentó una confrontación con la fuerza pública, en las diferentes entradas de la universidad. En medio de ésta, fue muerto el miembro de la Policía Nacional, Mauricio Soto Londoño, que hacia parte del grupo antimotines que se encontraba reprimiendo la manifestación de protesta por la calle 45.
Lamentamos la muerte del Policía Soto, de la misma forma que repudiamos la posición en que se está poniendo a la Universidad. El manejo dado por los medios de comunicación al deceso del policía, que polariza a la sociedad en contra de la comunidad universitaria, ha convertido tanto a estudiantes como a profesores y trabajadores de la comunidad en blanco y objetivo de todo tipo de señalamientos.
El tildar a una comunidad acad’mica de terrorista y asesina, solo contribuye a hacerla susceptible de futuras violaciones de Derechos Humanos y Cr¡menes de Lesa Humanidad, por lo tanto, exigimos que no se siga se_alando y satanizando a la comunidad universitaria, ya que esto representa una cacer¡a de brujas que nos llevar¡a a repetir lo vivido en ‘pocas anteriores.
Es de recordar que cuando la comunidad ha sido la v¡ctima, ni el Estado ni los Medios de Comunicaci¢n han realizado despliegue alguno ni judicial, ni publicitario.
Tanto el ofrecer una recompensa para establecer qui’n es el responsable de la agresi¢n que llevo a la muerte del polic¡a Soto, como el manejo de los medios de comunicaci¢n, buscan justificar el actuar de los llamados grupos paramilitares y los organismos de inteligencia del Estado, quienes pretenden coactar a la comunidad acad’mica negando as¡ su raz¢n de ser y su papel en la sociedad.
Hacemos un llamado a la comunidad Nacional e Internacional para que exija al Estado Colombiano respeto por la Universidad Nacional, tanto en su espacio f¡sico como acad’mico, as¡ como por los miembros de su comunidad, dentro y fuera de este espacio, teniendo en cuenta que las consecuencias de una irrupci¢n o agresi¢n a la Universidad afectar¡a, no solo a ‘sta sino al resto de universidades poblicas y al pa¡s, atentando contra lo que representa la academia, como espacio de reflexi¢n, cr¡tica y formaci¢n de los colombianos.
COMIT+ ESTUDIANTIL DE DERECHOS HUMANOS UN – SEDE BOGOTA