El ex-asesor del Presidente Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos Torres, ha abandonado su pais natal convertido en un autentico nuevo multimillonario latinoamericano. Una fortuna considerable y dificil a evaluar, pero que sin duda esta intimament vinculada a sus funciones como asesor del Presidente A. Fujimori y como Jefe real del llamado Servicio Nacional de Inteligencia en su pais.
2. Al mejor estilo de ciertos residentes especiales, como el haitiano Cedras, que disfrutan de la hospitalidad panamena, el senor V. Montesinos T. no necesita de la solidaridad internacional para vivir. El ex-asesor, gracias a su trabajo pasado y a otras actividades que su altisima funcion le posibilitaba, puede ahora gastar una fortuna en su nuevo destino. La prensa de Panama da cuenta en estos dias de las exceptionales condiciones de su nueva vida, prueba incontestable de sus exitos pasados.
3. Las preguntas que muchos compatriotas del nuevo multimillonario quisieran formularle, son muy simples. Primera: como hizo su fortuna. Segunda: gracias a quien, es decir, quienes son sus socios, al menos los nacionales.
4. Las respuestas a las preguntas anteriores estarian en relacion Con diversos hechos, segun la fuente que al final de esta nota se indica, y a la cual podria el lector eventualmente consultar. Entre los hechos senalados podemos citar los tres siguientes.
A) Durante los diez ultimos a_os se compraron alrededor de SIETE MIL OCHOCIENTOS MILLONES de dolares en armas. Solo en 1998 se compraron mil quinientos millones de dolares. Asi, por ejemplo, se han comprado aviones bielorusos (1995), helicopteros nicaraguenses (1992) y ca_ones «Ottomelara» (1993).
B) Gracias al control total del aparato del Estado, sin virtualmente ningun control interno, se procedi¢ en los oltimos diez a_os a la venta de las empresas publicas, por un monto total de DIEZ MIL MILLONES DE DOLARES.
C) 4.- Gracias a la intervenci¢n de altos funcionarios civiles responsables de la economia nacional, se compraron los «papeles» de la deuda externa peruana a la quinta parte de su valor. Lo comprado fue luego pagado al cien por ciento de su valor por el gobierno, cuando este los incluyo en el Plan Brady de 1996. El monto en juego eran varios centenares de millones de d¢lares.
FUNDAMENTOS DEL EQUIPO NIZKOR
Esta relaci¢n entre los servicios de inteligencia y el delito que aparece claramente en el SIN no es nueva y debe ser combatida con la aplicaci¢n de las normas jur¡dicas nacionales e internacionales que existen. El informe final sobre la cuesti¢n de la impunidad de los autores de violaciones de los derechos humanos (derechos econ¢micos, sociales y culturales), preparado por el Sr. El Hadji Guiss’, Relator Especial, de conformidad con la resoluci¢n 1996/24 de la Subcomisi¢n de Prevenci¢n de Discriminaciones y Protecci¢n a las Minor¡as el 27 de Junio de 1999 define este la actuaci¢n de Vladimiro Montesinos y del r’gimen de Fujimori de la siguiente forma:
4. La Corrupci¢n.
71. La palabra «corrupci¢n» significa el abuso de la confianza poblica con fines privados. Es un fen¢meno moral, aunque haya dinero involucrado en la gran mayor¡a de los casos. Se utiliza un cargo poblico para el beneficio de uno o m s individuos en vez de en inter’s nacional. La corrupci¢n puede existir independientemente del beneficio financiero; es universal y multiforme. De acuerdo con el Profesor Robert Kiltgaard, de la Universidad de Harvard, existen varias definiciones de corrupci¢n, pero puede decirse, simplemente, que la corrupci¢n es el abuso de un cargo con fines personales. Este cargo, dice el Profesor Kiltgaard, puede ser poblico o privado, pero la corrupci¢n es considerada, normalmente, como un fen¢meno poblico. Un individuo abusa de la confianza poblica que se le otorga para servir a sus propios intereses o aqu’llos del grupo al que pertenece. Para poder entender las moltiples formas que adopta la corrupci¢n, es necesario, primeramente, considerar la naturaleza de las situaciones y de las personas involucradas: funcionarios, hombres de negocios, individuos privados o empresas que usan los mismos procedimientos. El factor externo que interviene en el proceso de toma de decisiones influye en el beneficio injustificado obtenido, en forma de gratificaci¢n o de su promesa, por aqu’l que toma o ejecuta la decisi¢n.
72. El Seminario Inter regional sobre la Corrupci¢n en los Gobiernos, celebrado bajo los auspicios de las Naciones Unidas en La Haya, del 11 al 15 de diciembre de 1989, conjuntamente con el Departamento de Cooperaci¢n T’cnica para el Desarrollo, identific¢ la impunidad como un elemento subyacente de las diversas formas de corrupci¢n. El VIII Congreso de las Naciones Unidas sobre la Prevenci¢n de la Delincuencia y el Tratamiento de los Delincuentes, celebrado en La Habana del 27 de agosto al 7 de septiembre de 1990, se_ala, en su resoluci¢n 7 sobre la corrupci¢n en los Gobiernos, que esta forma de corrupci¢n es universal y que tiene efectos perjudiciales en las econom¡as de todos los pa¡ses pero, particularmente, en las de los pa¡ses en desarrollo. Hoy en d¡a, esta forma de corrupci¢n se est desarrollando a una escala mundial. A nivel internacional, es perjudicial para las econom¡as de aquellos pa¡ses afectados individualmente y, m s aon, aumenta los desequilibrios causados por el orden econ¢mico mundial considerado en su conjunto.
73. En su resoluci¢n 1992/50 sobre el enriquecimiento fraudulento o ilegal de altos cargos estatales, la Comisi¢n de Derechos Humanos se_ala, claramente, la responsabilidad del Norte en relaci¢n con la perpetraci¢n de este delito en los pa¡ses del Sur y, por lo tanto, plante¢ la cuesti¢n, aon no muy clara en el derecho internacional, de la restituci¢n a los pueblos despojados, para la reinversi¢n en el desarrollo econ¢mico, social y cultural, de los fondos que sus l¡deres les han hurtado, normalmente con la complicidad de los bancos extranjeros. La existencia de mercados de capital altamente desarrollados fomenta ciertos delitos, tales como los delitos relacionados con el abuso en el uso de la informaci¢n privilegiada. Ocurre lo mismo en los pa¡ses con econom¡as en transici¢n. La precipitada privatizaci¢n que tiene lugar es acompa_ada de fen¢menos similares.
74. La corrupci¢n afecta a todos los mbitos de la vida econ¢mica, poblica y privada. La existencia de un sector poblico y un sector privado es un requisito previo para la corrupci¢n, pero se pueden observar algunas diferencias en cuanto a los intereses perseguidos. Un hombre de negocios, que, trabajando en el marco de la ley, ofrece disimuladamente un incentivo, est normalmente buscando un objetivo equivalente a los intereses de su compa_¡a. Este hecho – aunque censurable – se encuentra dentro de las pr cticas normales de la empresa. +ste es tambi’n el caso de los pol¡ticos que, en beneficio propio o de su partido, tratan de tapar un esc ndalo financiero; sin embargo, esto no pueden realizarlo sin la ayuda de otras personas, cuya acci¢n o inacci¢n deben comprar. Otro rea muy propicia a la corrupci¢n es el nepotismo. Este es un fen¢meno extremadamente dif¡cil de precisar, pero, se puede observar desde el momento en que el criterio de competencia se ve reemplazado por el de favoritismo, cre ndose, entre el que toma la decisi¢n y el beneficiario de la misma, una relaci¢n de dependencia que puede influir en futuras decisiones.
75. El corrompido y el corruptor no son c¢mplices: cada uno es el autor de un delito distinto, sujeto a sus propios procesos y penas. M s aon, la corrupci¢n debe distinguirse del tr fico de influencias, que un individuo ejerce sobre otros, para persuadirlos de que se abstengan de realizar una de sus obligaciones, y, de esta manera, recibir un desmesurado provecho. El corruptor y el corrompido pueden ser funcionarios, agentes o representantes del Estado, individuos privados o cargos electos. La corrupci¢n, por lo tanto, crea una doble responsabilidad: el corrompido (el sujeto pasivo) es tan responsable como el corruptor (el sujeto activo). Esta doble responsabilidad ocasiona que ambas partes sean susceptibles de condena. La corrupci¢n tambi’n puede comprometer la responsabilidad del Estado si el corruptor la organiza a trav’s de la estructura de sus organismos o cuando, en una actitud permisiva, acepta que las entidades o individuos privados la practiquen.
76. La corrupci¢n interna descrita en el punto anterior puede tener varias conexiones en otros pa¡ses: entonces traspasa las fronteras y es llevada a cabo por compa_¡as o individuos privados a gran escala e involucra a varios Estados. La corrupci¢n, cualquiera sea su autor o alcance, constituye, econ¢micamente hablando, un serio obst culo para el desarrollo social y econ¢mico de los pa¡ses afectados. As¡, envenenando la econom¡a y el tejido social, la corrupci¢n viola tanto los derechos econ¢micos, sociales y culturales como el derecho al desarrollo y a un medio ambiente sano de los pueblos y sectores sociales afectados.
77. Jos’ Arthur Rios escribi¢: «La corrupci¢n es el producto de la ‘tica invertida, en cuanto que el acto de corrupci¢n conlleva la idea de reciprocidad, que es, en realidad, un elemento de equidad y justicia». En una sociedad moderna, esta norma de reciprocidad ocurre en la corrupci¢n cuando involucra intercambios en los que la gesti¢n de recursos poblicos se subordina a los intereses del sector privado. En las sociedades primitivas, la costumbre de obsequiarse rec¡procamente establece una red de obligaciones entre los grupos. Esta red es funcional y leg¡tima en tales sociedades y, en teor¡a, no plantea el problema de la corrupci¢n. Obserquiarse regalos puede convertirse en un instrumento que permite a algunos individuos imponer su voluntad sobre aqu’llos que no pueden corresponder. Este oltimo grupo, puede estar trabajando para el sector privado a expensas del sector poblico o del inter’s general. En el contexto de este informe, debemos evitar agrupar formas menores de corrupci¢n (por ejemplo, de cargos poblicos) y formas mayores, que son fuente de violaciones masivas de los derechos humanos.
78. La llegada de la sociedad moderna ha originado tres tipos de caracter¡sticas diferentes del dinero, que a menudo hacen del mismo el catalizador del fen¢meno de la corrupci¢n: el dinero no tiene l¡mites, puede ser transferido discretamente de una persona a otra y puede ser usado en cualquier tipo de acuerdo, en virtud de su naturaleza abstracta.
79. Como se ha mencionado anteriormente, la corrupci¢n es universal. Hoy en d¡a, todos los Estados, bien sean desarrollados o en desarrollo, sufren el mismo fen¢meno en distinto grado. La corrupci¢n es, por lo tanto, un fen¢meno funcional que opera en todos los niveles y en todas las esferas de actividad. Se ha se_alado, correctamente, que la corrupci¢n no puede prosperar en una sociedad democr tica y pluralista.
80. La corrupci¢n, el tr fico de influencias y el abuso de confianza por parte de los funcionarios son, normalmente, delitos conectados y llevados a cabo dentro del mismo contexto y por medio de los mismos m’todos. Estos delitos difieren de otros delitos econ¢micos en que la v¡ctima participa libremente, con total conocimiento del da_o que se inflige, pero es atra¡do por el beneficio. Estos delitos, organizados y aplicados a gran escala, causan un da_o desmesurado a un estrato social cada vez m s amplio.
Es por ell¢ que Vladimiro Montesinos debe ser procesado y juzgado. Debe justificar el origen de su patrimonio y todos aquellos activos donde no pueda justificar su origen leg¡timo deben retornar a la jurisdicci¢n del pueblo del Pero.