Ninguna guarnición del Ejército mexicano en la región de las Cañadas de la selva Lacandona chiapaneca, ha sido levantada. La desaparición de los puestos de control en algunos lugares y la suspensión de patrullajes a través de las comunidades no han quitado a los soldados la costumbre de estar en los retenes. Según los indígenas, los militares continúan con sus patrullajes.
En la comunidad de Cuxulja, la tentación de la costumbre ha sido tanta que en repetidas ocasiones los soldados han detenido e interrogado a personas, después que se ordenó el levantamiento de los controles.
Los cuarteles militares en Guadalupe Tepeyac siguen intactos. Calles, oficinas, supermercados, gimnasios, bodegas y una población de varios cientos de soldados que siguen sin moverse, dejan en claro que la desmilitarización de la zona no ha comenzado. En todo caso se registra una mayor concentración de tropas en algunos puntos de la ocupación militar.
Las comunidades mexicanas de Chiapas que aon se encuentran militarizadas manifestaron su preocupaci¢n y extra_eza, puesto que no se cumple la orden que dio el Presidente Vicente Fox, al inicio de su mandato. Fox orden¢ que se retiren todos los puestos militares de Chiapas con el fin de retomar el di logo con el Frente Zapatista de Liberaci¢n Nacional. (Mx/QR/Mt-Ci-Au/Am-Pp-Dh/pt).
Pedro Ortega Lugo