La noticia de que personas armadas rodeaban la sede del IPC nos llegó casí simúltaneamente al acontecimiento a través de un colaborador de Nizkor. A partir de este mensaje avisamos a otros muchos activistas y reclamamos la aclaración por parte del gobierno de si las fuerzas que rodeaban la sede del IPC eran policiales o paramilitares.
Este tipo de incidente demuestra que la situación en Colombia es de gran tensión y que en cualquier momento puede producirse un ataque sistemático contra los activistas y organizaciones de derechos humanos, como ya ocurriera con los dos secuestrados de ASFADDES.
Queremos hacer una llamado a todos los organismos de derechos humanos y gobiernos en el sentido de que hemos observado similitudes de metodología en hechos sucesivos en México, Guatemala y Colombia [ver las acciones urgentes que hemos pasado últimamente sobre estos países].
Es necesario por tanto reforzar los mecanismos de protección y de presión a los gobiernos y autoridades de dichos gobiernos para que garanticen la vida de estos activistas y la integridad de las organizaciones, adem s de cumplir y hacer cumplir las normas nacionales e internacionales a las que vienen obligados.
Goyo Dionis
Nizkor