El Proyecto
El Proyecto de ley enviado al Congreso por el Presidente De la Rúa es anticonstitucional, viola los Pactos Internacionales, e ignora el principio de ôigualdad ante la leyö. Por un lado no cumple con los compromisos asumidos por nuestro país ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, ni con la Constitución Nacional. Por otro nos excluye de la legislación que existe para 37 millones de ciudadanos, lo que constituye una flagrante discriminación política y jurídica. El Presidente De la Rúa simula querer resolver el problema, cuando en realidad intenta ôlegitimarö nuestra prisión ilegal.
El Pedido
Bien intencionadas unas, no tanto otras, lo cierto es que distintas voces nos han pedido ôen nombre de la vidaö que suspendamos la huelga de hambre. Nosotros siempre defendimos la vida, pero con dignidad.
Quien no está con la vida es el gobierno que, hasta ahora, prefiere afectar nuestra salud antes que cumplir con la ley. ¿Qué «vida» puede haber en un pa¡s donde un gobierno se niega a cumplir con la ley?, +La vida con la ley del gatillo f cil?. Con respeto les decimos: Quien ama en serio la vida debe exigir al gobierno la escrupulosa observancia de su deber, y no presionar a quienes luchan para que este adapte sus actos a los dictados de la ley vigente.
La Concepci¢n
Nosotros sabemos que es falso el supuesto rechazo popular a nuestro reclamo. Nuestros compa_eros liberados lo comprueban diariamente en la relaci¢n con sus vecinos y con sus compa_eros de trabajo; o cuando distribuyen propaganda en las calles. Pero aunque ese rechazo fuera cierto actuar¡amos igual. Lo hacemos basados en el ejemplo -universalmente conocido- dado por hombres y mujeres que habitaban tierras dominadas por el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. En oltima instancia preferimos soportar el destino doloroso pero enaltecedor de las minor¡as que resistieron a Hitler o Mussolini, y no imitar la oprobiosa actitud de las mayor¡as que apoyaron a consintieron sus cruzadas mortales.
La Decisi¢n
Nuestra decisi¢n es continuar la huelga hasta tanto el Gobierno cumpla -a ra-ja-ta-bla- con la Constituci¢n y los Pactos Internacionales incorporados a ella. La opci¢n es de acero: el Presidente De la Roa puede aplicar el veneno letal de la indiferencia, o utilizar el ant¡doto vital de la ley.
¥¥Que cada quien asuma su responsabilidad!!
PRESOS POLÖTICOS DE LA TABLADA
Buenos Aires, 31 de octubre de 2000
MIGUEL AGUIRRE, JOS+ MOREYRA, CLAUDIA ACOSTA, ANA MAR-A S-VORI, ISABEL FER-NDEZ, GUSTAVO MESSUTI, LUIS DÖAZ, CARLOS MOTTO, CLAUDIO VEIGA, CLAUDIO RODR-GUEZ, ROBERTO FELICETTI, ENRIQUE HAROLDO, GORRIAR-N MERLO, SERGIO PAZ.