La ilegitimidad de Alberto Fujimori en la presidencia de la República o Comandancia Suprema de la FFAA, es causa de la convulsión política y social del país, desde el fraudulento proceso electoral en el que, desde el 28 de julio del 2000, usurpa el poder. El hecho que ½recorte+ su mandato no cambia en lo absoluto su posición ilegítima del mando supremo. Su ilegitimidad lesiona la dignidad del Perú al extremo que tiene que intervenir la OEA en asuntos cuya solución compete en exclusivo a los peruanos.
José Villanueva Ruesta en la presidencia de la CCFFAA y en la Comandancia General del Ejército hasta Diciembre del 2000, de Yanqui hasta Diciembre del 2001 y Cuba hasta Diciembre del 2005, es totalmente indebida pues alcanzaron sus grados divisionarios por manipulación del sujeto Vladimiro Montesinos Torres prontuariado y expulsado del Ejército por delitos, entre otros, de traición a la patria.
La cúpula montesinista de generales enriquecidos con el tráfico de drogas, contrabando de armas y otros negociados, comprometen muy gravemente la salud del Ej’rcito y pueblo peruanos y por consiguiente la existencia misma del Pero como Estado Nacional Soberano. La copula montesinista enferma de c ncer al pa¡s.
Y en vista del contubernio y corrupci¢n generalizada del Comandante General del Ej’rcito y su copula de generales que obtuvieron fraudulentamente sus grados, el suscrito, consciente que la degradaci¢n del Ej’rcito en partido pol¡tico lo debilita comprometiendo la seguridad interna y externa de la patria, a la vez ha roto la cadena leg¡tima, reglamentaria y ‘tica del mando. Por consiguiente consid’rome exonerado de mi voto de subordinaci¢n y obediencia. En virtud a ello decido:
1. Adherirme, como primera Unidad del Nuevo Ej’rcito Peruano, no al parloteo de los politiqueros sino al clamor y lucha del Pero Profundo, desconociendo toda autoridad a los delincuentes: Albert o Kenjo Fujimori Fujimori, Jos’ Villanueva Ruesta y Vladimiro Montesinos Torres, obstruyendo as¡ sus pretensiones de degenerar al pueblo y Ej’rcito peruanos.
2. A fin de salvaguardar el honor del Ej’rcito Peruano y mantener inc¢lume el de la fuerza a mi mando, y puesto que permanecer acuartelado har¡a peligrar la integridad moral y operativa de mis huestes, emprendo una marcha de remembranza etnocacerista a fin de re-educar a mis soldados en el calor del pueblo del que somos parte.
3. Esta marcha se realizar por todo el territorio patrio y solo en caso de ser hostigados o atacados o que el pueblo sea reprimido se har uso de las armas.
