La caída en apenas nueve meses de dos presidentes, el ecuatoriano Jamil Mahuad, y el peruano Alberto Fujimori, impone una reflexión sobre el panorama de la región. La inestabilidad política económica y social en el subcontinente, a la luz de los recientes acontecimientos en Bolivia y Argentina, responde a un nuevo alineamiento de fuerzas y a la emergencia de ciudadanías movilizadas que exigen participación en los asuntos públicos.
Las crisis ecuatoriana y boliviana, que amenazan desembocar en un estallido social con claro ingrediente indígena, y la peruana, aún en plena incertidumbre, responde tanto a crisis internas no resueltas, de larga data, como también a las nuevas realidades geopolíticas. En los casos de Ecuador y Perú se asiste a la descomposición de sectores importantes de las elites políticas, la división de las fuerzas armadas y la movilización de la ciudadanía que desborda los limitados cauces democráticos.
En Ecuador, el detonante fue el anuncio de la dolarizaci¢n de la econom¡a mientras que, en Pero, fue un video en el que el nomero dos del r’gimen, el oscuro Vladimiro Montesinos, aparec¡a sobornando a un parlamentario de la oposici¢n para conseguir mayor¡a en el Congreso. Pero en ambos casos, los hechos apenas sirvieron para revelar el aislamiento de los respectivos gobiernos, incapaces de dar cabida a las demandas de ampl¡simos sectores castigados por un modelo excluyente en lo social y lo econ¢mico.
En Bolivia, es el gobierno del ahora dem¢crata general Hugo B nzer que hace agua, jaqueado por los insatisfechos ind¡genas aymara y quechua, y tambi’n por los agricultores cocaleros, que dejaron ver que la soluci¢n estadounidense al problema de los cultivos il¡citos -la erradicaci¢n por la fuerza y con productos qu¡micos altamente contaminantes- no hizo m s que agravar la problem tica campesina.
En Argentina, la situaci¢n es m s triste, ya que ni siquiera se ve soluci¢n. La renuncia del vicepresidente -y titular del Congreso- Carlos «Chacho» Alvarez puso al descubierto lo dif¡cil que es para el viejo estamento pol¡tico limpiar la casa y sancionar a los senadores corruptores, que aceptaron sobornos para votar una ley laboral. La alianza que llev¢ al gobierno a Fernando de la Roa se desintegra, ya que los sectores socialistas anunciaron su pase a la oposici¢n por sus discrepancias con los planes econ¢micos, sociales y laborales del gobierno, que sigue las directrices del Fondo Monetario Internacional.
Pero, por encima de las crisis particulares, aparece un mapa regional sumamente agitado, desde que en diciembre de 1998 colapsara el sistema de partidos venezolanos abri’ndole las puertas de la presidencia al ex teniente coronel de paracaidistas Hugo Ch vez. Lo cierto es que a partir de ese momento el tablero sudamericano no ha dejado de agitarse. Y lo m s preocupante es que en estos momentos no hay gente capaz en el Pent gono o en el Departamento de Estado norteamericano capaz de traducir qu’ es lo que est sucediendo.
La crisis colombiana, y la injerencia de Estados unidos en el rea a trav’s del Plan Colombia, tuvieron su r’plica en la cumbre de presidentes de Brasilia donde, sin la presencia del «hermano mayor», se escucharon fuertes cr¡ticas a esa intervenci¢n. Es que el Plan Colombia, explicaron varios presidentes sudamericanos, amenaza desbordar un conflicto hasta ahora estrictamente colombiano hacia los pa¡ses lim¡trofes, involucrados as¡ a toda la regi¢n.
Usted se preguntar +qu’ es lo verdaderamente nuevo en la situaci¢n de la regi¢n? Obviamente, no lo es la inestabilidad pol¡tica ni la corrupci¢n, que no ser¡an capaces, por s¡ solos, de alterar el escenario. El verdadero cambio, lo que est promoviendo alineamientos diferentes a los tradicionales, es el deterioro del papel de Estados Unidos en lo que fuera su «patio trasero», como lo viene denunciando reiteradamente el ling_ista y catedr tico estadounidense Noam Chomsky, en los propios o¡dos del gobierno, en Washington. Por primera vez en mucho tiempo, Estados Unidos debe afrontar dos realidades adversas en su patio trasero; econ¢mica una, pol¡tica la otra. Pero eso lo analizaremos la semana pr¢xima. ¨De acuerdo?.
Aram Ruben Aharonian
Corresponsal Informativos.Net en Caracas