1.- Reiteramos nuestro tajante rechazo a los actos de violencia registrados durante el 28 de julio y especialmente condenamos los hechos que provocaron la irreparable pérdida de seis vidas humanas del cuerpo de seguridad del Banco de la Nación. Exigimos una exhaustiva investigación que establezca y sancione a los verdaderos autores materiales e intelectuales de estos hechos, visiblemente ajenos a la protesta ciudadana y sus objetivos pero que inexplicablemente fueron tolerados por una policía que en cambio reprimía con un uso desproporcionado de la fuerza a manifestantes pacíficos.
2.- La presencia masiva de la ciudadanía en las calles tiene su origen en la ilegitimidad del gobierno que ha tomado posesión el día de ayer y refleja el clamor de una mayoría de peruanos y peruanas por restaurar en forma pacífica la institucionalidad democrática, el Estado de derecho y la vigencia de los derechos humanos.
3.- Ayer, a diferencia de los días anteriores, las marchas de protesta fueron reprimidas violentamente, provocando un clima de enfrentamiento. La represi¢n indiscriminada de la Polic¡a Nacional contra manifestantes pac¡ficos e incluso contra mujeres y ni_os que se encontraban pasivamente en los tres Tambos organizados para atender a los participantes en la Marcha de los 4 Suyos, contrasta con la desidia e ineficacia mostrada para reaccionar ante los actos vand licos promovidos por grupos delincuenciales que atacaron y prendieron fuego a varias dependencias poblicas y atentaron contra bienes y personas.
4.- De acuerdo a la constataci¢n que hemos podido hacer, la represi¢n indiscriminada ha provocado al menos 155 heridos que han sido atendidos en hospitales poblicos, muchos de ellos con lesiones producidas por bombas lacrim¢genas lanzadas a quemarropa; y 172 personas detenidas en las comisar¡as del Cercado de Lima y Seguridad del Estado.
5.- Los actos de elementos lumpenescos se dirigieron tambi’n contra defensores de derechos humanos que acompa_aron sin problemas a los manifestantes en d¡as anteriores, imposibilitando su presencia en el terreno. Estos mismos elementos atacaron despu’s a los ocupantes de los Tambos, provocaron desmanes a su alrededor y sirvieron de pretexto a la polic¡a para bombardear con gases lacrim¢genos y desbaratar los centros que serv¡an de albergue y prestaban servicios de salud y alimentaci¢n a ciudadanos pac¡ficos.
6.- Reiteramos nuestro rechazo principista a la violencia venga ‘sta de donde venga; a la vez, reafirmamos nuestro compromiso de poner todos nuestros esfuerzos en el restablecimiento de la democracia en el pa¡s, onica forma de avanzar en el respeto a los derechos humanos.
7.- Queremos expresar tambi’n nuestra profunda preocupaci¢n sobre el clima pol¡tico y social que hoy vive Pero, situaci¢n que de prolongarse por la terquedad de quienes est n en el poder no har sino agravarse y llevar a nuestro pa¡s a situaciones que nadie desea.