No es así. No es precisamente lo común en tod@s, porque son muchos los motivos que hacen que una persona decida dar toda su vida, sus aspiraciones, sus sueños e ilusiones a una causa tan general, tan común, pero tan noble y humana como la revolución para cambiar el sistema económico cruel e infame en el que vivimos. Lo que sí es común en todos es la admiración por la justeza de los objetivos de la lucha.
Jenny ingresó porque le gustaba ver a las guerrilleras uniformadas que inspiraban en los hombres de su región respeto, ese respeto que no sentía en su entorno familiar, ni en la escuela. Ellos comentaban: «esa mujer sí vale, míre cómo explica de bien el por qué está en esa lucha, por qué debemos luchar los del sindicato…, ésa sí.»
Y cuando entra una columna de guerriller@s a los pueblos, el comentario general es de admiración porque esos jóvenes se incorporan a la lucha en nombre de su pueblo, para que los niñ@s puedan comer bien, tener acceso a la salud y educación, jugar, bailar y vivir como tal y no trabajar desde los 4 a_os. Por este motivo ingres¢ Juliana.
Y Jorge, ese flacuchento alegre, trabajador y cantante, ingres¢ porque quer¡a cantar y hacer re¡r a l@s colombian@s pero dentro de un pa¡s m s justo. No sab¡a c¢mo era la guerrilla, s¢lo escuchaba en la radio de su casa que era mala, que mataba, que secuestraba, que violaba el Derecho Internacional Humanitario ( DIH ) etc. Pero ‘l ve¡a que cuando las guerilleras y guerrilleros llegaban a los pueblos, a las casas, la gente los recib¡a con cari_o. Entend¡a que una cosa es el miedo y otra el afecto. Y fue afecto lo que aprendi¢ a sentir, este mosico improvisado quien nunca tuvo oportunidad de ir al conservatorio de mosica a pulir su talento. No sent¡a miedo sino respeto y aprecio y quer¡a compartir con esa gente porque entend¡a lo que explicaban.
Hernando ingres¢ porque pensaba que siendo guerrillero de las FARC-EP pod¡a tener m s presencia entre las mujeres de su pueblo, luego, en filas, vio que la cosa era m s complicada, que hab¡a que dejar tanto vicio, que hab¡a que estudiar, aprender a leer y escribir, conocer el mundo y la misma Colombia por medio de los libros, las charlas de camaradas y el contacto con el pueblo, que la vida es mucho m s que posar. Ahora vive feliz porque aprendi¢ a ser un revolucionario.
Hoy estas personas dejaron de ser simples seres, de observar la vida pasar, ahora la viven, trabajan y cada uno aporta lo mejor para sacar adelante la liberaci¢n de nuestro pueblo, para construir la sociedad que nos merecemos, inspirados en el ideario bolivariano, en el marxismo, en el leninismo, en la teor¡a fariana arrancada de nuestra pr ctica. No importa el sexo, la edad, la raza, la religi¢n, el tama_o. Bonit@s o fe@s.
Y ser revolucionario no es tarea f cil. Raol ingres¢ porque como era un gran dirigente pol¡tico en las organizaciones legales se convirti¢ en objetivo militar de los militaristas, esos gamonales, politiqueros, generales paramilitares.
A Carmenza le allanaron su casa varias veces y le dejaban letreros como ‘ste: «perra comunista l rguese de Colombia o la matamos». Ella, sabiendo que la lucha no se abandona, que se es revolucionario hasta la muerte, que no se le da gusto al enemigo, entonces entendi¢ claramente que la monta_a es una gran trinchera en la que se continua la batalla. Por eso ingres¢.
A las FARC-EP se ingresa de 15 a 35 a_os y se necesita que alguien en la regi¢n o en la ciudad lo recomiende, que no consuma drogas, que sea una persona sana, honesta y de buenas relaciones con sus vecinos, que acepte los documentos centrales que rigen la vida de la Organizaci¢n y que entienda que esto es de por vida.
En las FARC-EP no recibimos salario, nos entregamos a luchar por todo ese pueblo que conforma nuestro lindo pa¡s. Trabajadores, campesin@s, ni_@s, estudiantes, intelectuales, artistas, mejor dicho toditos, todos.
Y toditos, todos tenemos mucho que aportar en esta lucha por la Nueva Colombia. Hay espacio para todas las profesiones y especialidades. El enfrentamiento es s¢lo parte de esta confrontaci¢n en todos los aspectos. Somos una organizaci¢n pol¡tico-militar, con 60 Frentes agrupados en 7 Bloques que cubren el territorio nacional, con guardias especiales para el Secretariado, comisiones especiales de inteligencia, investigaciones econ¢micas, sociales, jur¡dicas, propaganda, finanzas, relaciones pol¡ticas y la Comisi¢n Internacional encargada de las relaciones pol¡ticas y diplom ticas en el exterior.
Hombres y mujeres comunes pero revolucionarios, que inspirados en El Libertador Sim¢n Bol¡var, afirmamos con ‘l: «todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos».
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ej’rcito del Pueblo FARC-EP