+ QUIEN ES AMILIO AL- ?

Emilio tiene 24 años, se formó como dirigente organizando a los desocupados de los barrios marginados de Mar del Plata, es presidente de la Junta Vecinal del Barrio José Hernández y la UVO agrupa también a vecinos de los barrios Regional, Las Américas, Santa Rita, Las Canteras, La Lilas, Belgrano y otros barrios periféricos.
En el año 97, el corte de quince días de la ruta 88, logró que el vice gobernador de la Provincia de Buenos Aires, bajara a dialogar con los vecinos y otorgue 2.600 planes «Barrios», con salarios de 200 pesos, que ante la crisis terminal del puerto de la ciudad y la quiebra de las industrias textiles, se transformaron en casi el único ingreso fijo para un sector, y actuó como paliativo para una zona con una población estimada en 160.000 personas. La toma pacífica de la Catedral en agosto del año pasado, permitió mantener 2.000 planes de trabajo precario y los reclamos a los supermercados significaron que la Cámara de Supermercadistas de la ciudad, entregue 180 bolsas de alimentos por mes en estos barrios, que sumadas a bolsas que entrega Calidad de Vida, ayudan a paliar la dif¡cil situaci¢n de los vecinos. Todos estos logros reconocen en Emilio a la figura que lo hizo posible y que le retribuy¢ ganar el respeto y el reconocimiento de los vecinos, al tiempo de ganarse el odio de las autoridades pol¡ticas y policiales de la zona. Actualmente en la sede de la Junta Vecinal se brinda apoyo escolar y est n en funcionamiento tres comedores en los que desayunan, almuerzan, meriendan y cenan una cifra en permanente aumento que oscila en las 300 personas, mayormente ni_os y mujeres.
El 6 de junio, Emilio es detenido junto a Marcelo Mart¡nez (luego liberado) cuando se dirig¡a a la comisar¡a 4­ a declarar por una causa iniciada de oficio por el Fiscal De Leonardis por la manifestaci¢n realizada en una sucursal de Casa T¡a el d¡a del paro del 5 de mayo.
Con una velocidad inusitada en nuestra justicia, se lo acusa de «Coacci¢n agravada en concurso ideal con extorsi¢n». Estos cargos son similares a los que soporta Raol Castels y constituye un in’dito procedimiento del poder pol¡tico, de judicializar las luchas sociales, limitando el derecho a la protesta, ya que todo reclamo constituye un hecho de coacci¢n, segon la ¢ptica oficial. En relaci¢n al caso concreto por lo que se lo acusa, es cierto, Emilio acudi¢ esa ma_ana junto a unas 60 personas, en su inmensa mayor¡a mujeres y ni_os, cre¡dos que Casa T¡a tambi’n participaba de la C mara que les otroga alimentos, a retirar las bolsas que necesitan.
Sin generar ningon hecho violento, consiguieron 150 bolsas que distribuyeron entre los vecinos y entregaron una buena parte al Padre Mart¡nez (cura cat¢lico del barrio) que administra el funcionamiento de los comedores infantiles.
El d¡a 13, el juez rechaz¢ la excarcelaci¢n del compa_ero porque existe otra causa por «amenazas» (delito excarcelable, sin condena efectiva) en contra de un comerciante de la zona. Estamos en este momento juntando cientos de firmas en el barrio en donde los vecinos afirman que Emilio Al¡ no particip¢ ni tuvo conocimiento de ese hecho. Asombrosamente r pido, esta causa en pocos meses consigui¢ su elevaci¢n a juicio, con el onico objetivo de complicar el tr mite judicial.
La causa por la libertad de Emilio Al¡ ha sido tomada con dedicaci¢n y esfuerzo por todas las organizaciones pol¡ticas, gremiales y sociales de la ciudad y varias del resto del pa¡s, destac ndose los compa_eros de ATE, Luz y Fuerza y La Bancaria de Mar del Plata, la Correpi y la CTA a nivel nacional.
El pr¢ximo jueves se prepara en la ciudad una manifestaci¢n frente a tribunales y para el d¡a 19, con la presencia de dirigentes nacionales de la CTA, se proclamar  la fundaci¢n de la Federaci¢n de Tierra, Vivienda y H bitat en la ciudad, con la presidencia provisoria de Al¡ hasta que se realicen las elecciones correspondientes.
Los compa_eros de la Correpi est n trabajando para sacar una solicitada en un diario de la capital, para romper el silencio de la prensa nacional sobre el caso.