Acabamos de concluir en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, la primera de las tres semanas que durará la V sesión de la Comisión Preparatoria (PrepCom) de la Corte Penal Internacional (CPI) y requerimos su urgente colaboración. A continuación presentamos un resumen del estado de las negociaciones al final de la primera semana.
Este resumen es una continuación del avance que enviamos el primer día de la PrepCom en el cual resumimos los principales asuntos que enfrentamos en esta reunión. Esta PrepCom concluirá las negociaciones sobre dos documentos: (1) un Anexo sobre Elementos de los Crímenes, que define los crímenes bajo la jurisdicción de la Corte, y (2) una serie de Reglas de Procedimiento y Prueba.
En estas negociaciones aún están en juego cruciales disposiciones de género.
Además, se está dando aquí un drama que incluye tácticas agresivas e intimidatorias por parte de Estados Unidos contra el compromiso de la comunidad internacional de asegurar una CPI independiente y justa. Existen asimismo intentos de elevar el list¢n de exigencias de la jurisdicci¢n de la Corte sobre cr¡menes contra la humanidad, haciendo a todos los cr¡menes contra la humanidad m s dif¡ciles de perseguir, pero especialmente los relacionados con violencia sexual y de g’nero.
Estamos monitoreando este proceso alrededor de 30 integrantes del Caucus de Mujeres, incluidas participantes de Australia, Kenia, Cameron, Nigeria, Nicaragua, Jap¢n, India, Filipinas, Georgia, Sri Lanka, Costa Rica, Chile, Guatemala, Estados Unidos, Reino Unido, Liberia, Ruanda, Sud frica, Jordania, Canad y Ecuador. Adem s de los asuntos sustantivos que enfrentamos en esta PrepCom, han surgido varias cuestiones de proceso. Hay aqu¡ una presencia de grupos conservadores anti-libertad de elecci¢n que tergiversan las posiciones del Caucus de Mujeres y est n teniendo acceso a discusiones informales en las que no est permitida la participaci¢n de las ONGs. Nos hemos enterado que cuando se les solicita retirarse, otros miembros de su grupo r pidamente los reemplazan. Nos preocupa tambi’n el tiempo de negociaci¢n invertido en discusiones informales y la velocidad con que las y los delegados deben avanzar para cumplir con la fecha l¡mite, el 30 de junio. Algunas de las personas que presiden los grupos de trabajo est n estableciendo r¡gidas reglas acerca de qu’ asuntos pueden ser discutidos y cu les no. Esto afecta directamente a varias cuestiones de g’nero.
A su vez, nos preocupa una perturbadora tendencia que hemos observado durante las negociaciones. Al Comit’ parece preocuparle m s asegurar a toda costa un acuerdo y una aceptaci¢n casi universales de los documentos finales, en lugar de proteger y mantener la integridad del Estatuto de Roma. Esto est teniendo como consecuencia concesiones, en asuntos claves que socavan el Estatuto, a pa¡ses que probablemente no lo ratificar n, incluidos Estados Unidos y algunos pa¡ses rabes.
Lo que sigue es un resumen de algunos de las cuestiones prioritarias tal como estaban hasta el viernes 16 de junio:
1. PROPUESTA DE ESTADOS UNIDOS: Estados Unidos presentar su controvertida propuesta el lunes por la tarde (19 de junio). Esta propuesta persigue dar al Consejo de Seguridad un mayor control sobre los casos que podr n ser presentados ante la Corte y permitir posibles excepciones para las fuerzas de mantenimiento de la paz, o aqu’llas que actoan bajo la «direcci¢n general» del Estado en cuesti¢n. Obviamente, ello socavar¡a la independencia e imparcialidad de esta Corte, o de cualquier corte, a la que se le requiriera hacer justicia pareja y justamente.
Estados Unidos trajo a colaci¢n asuntos similares en la conferencia del Tratado de Roma, en julio de 1998, cuando fue adoptado el Estatuto de la CPI. Estados Unidos fue firmemente derrotado en estos asuntos, aunque no sin varias concesiones sustantivas relativas a la jurisdicci¢n de la Corte. Nos preocupa profundamente esta propuesta y les urgimos a escribir al respecto a sus respectivos ministros de exteriores y otros relevantes miembros del Gobierno. Estados Unidos ha continuado ejerciendo una intensa presi¢n sobre los gobiernos de pa¡ses que considera dependientes de la ayuda militar y/o econ¢mica estadounidense, para que apoyen su propuesta. La mayor¡a de pa¡ses integrantes de la Uni¢n Europea (UE) se opone fuertemente a la propuesta, aunque nos hemos enterado de que el Reino Unido ha sido un d’bil v¡nculo en estos asuntos. (Hemos recibido por lo menos un informe de que, con una leve modificaci¢n, el Reino Unido recomendar¡a apoyar la propuesta de Estados Unidos.)
Adem s de sus esfuerzos dentro del contexto del proceso de la CPI, el a_o pasado Estados Unidos empez¢ a insistir en una cl usula en los acuerdos sobre extradici¢n bilateral segon la cual las partes del acuerdo no extraditar¡an oficiales estadounidenses para ser llevados ante la Corte, una vez ‘sta sea establecida. Sri Lanka y Corea del Sur, entre otros, son partes de tales acuerdos. Asimismo, durante esta pasada semana, el senador Jesse Helms, presidente del Comit’ de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, sostuvo una audiencia con el onico prop¢sito de denunciar a la Corte en los t’rminos m s vitri¢licos. Durante esta audiencia, se introdujo un proyecto de ley que llama a la protecci¢n de ciudadanos estadounidenses contra la jurisdicci¢n de tribunales tales como la CPI y anular¡a el efecto de la jurisdicci¢n de la CPI. Se dice que esta audiencia se llev¢ a cabo para motivar a la delegaci¢n de Estados Unidos ante la PrepCom de la CPI a no ceder en absoluto durante esta reuni¢n.
Exhortamos a activistas y organizaciones con base en Estados Unidos a contactar a funcionarios de los Departamentos de Estado, de Defensa y de Justicia y exigir que cesen su destructivo enfoque respecto de este muy necesario mecanismo de responsabilizaci¢n. Llamamos a nuestras afiliadas internacionales a contactar a sus respectivos ministros de exteriores para que rechacen esta propuesta y otras similares.
2. CRÖMENES CONTRA LA HUMANIDAD: Hace dos PrepComs, 11 pa¡ses rabes presentaron una propuesta que buscaba excluir los cr¡menes de violencia sexual y de g’nero de la jurisdicci¢n de la Corte cuando ‘stos hubieran sido cometidos en el contexto de la familia, la religi¢n o la cultura. Para empezar, la propuesta misma era discriminatoria y contraria a la legislaci¢n internacional, y no deber¡a haber sido considerada. Sin embargo, varias delegaciones utilizaron la oportunidad de esta propuesta para entrar en negociaciones con estos pa¡ses que tuvieron como resultado un texto que elevaba el marco para todos los cr¡menes contra la humanidad. El lenguaje, tal como est formulado actualmente, requiere que los Estados u organizaciones no estatales tengan una pol¡tica de «activa promoci¢n o motivaci¢n» de la conducta criminal.
El lenguaje de compromiso limitar¡a la jurisdicci¢n del Estatuto de la Corte y tendr¡a el efecto de discriminar sobre la base del g’nero y la edad. El Caucus de Mujeres estima que ‘ste es un asunto prioritario, sobre todo puesto que frecuentemente los cr¡menes cometidos de manera amplia y sistem tica con la aquiescencia o tolerancia de los Estados o de entidades no estatales, son perpetrados predominantemente contra mujeres, ni_as y ni_os, sin necesidad de una activa promoci¢n o motivaci¢n por parte del Estado. Dado que este lenguaje surgi¢, para empezar, del compromiso sobre una propuesta sin fundamento, discriminatoria y contraria a la legislaci¢n internacional, el Caucus de Mujeres considera que la eliminaci¢n de este lenguaje de compromiso es la onica opci¢n satisfactoria.
Esta semana pasada se abord¢ el tema del lenguaje. Parece haber tres posiciones: (1) pa¡ses que se opusieron al lenguaje pero estar¡an dispuestos a trabajar en un lenguaje alternativo; (2) pa¡ses que vieron el lenguaje como un tanto problem tico pero podr¡an aceptar el lenguaje actual y, por tanto, advirtieron en contra de reabrir el debate debido al compromiso involucrado; y (3) pa¡ses que apoyaron el lenguaje de compromiso y amenazaron con que la propuesta original, excluidos los cr¡menes contra las mujeres, entrar¡a de nuevo en juego si se reabr¡a el debate acerca del lenguaje.
A partir de las diversas intervenciones, hemos podido ubicar a los siguientes pa¡ses en las distintas posiciones:
– Grupo 1: Francia, Samoa, Portugal, Colombia, Ecuador, Liechtenstein, B’lgica, Cuba, Bosnia, Israel, Espa_a, Australia, Slovakia, Corea del Sur, Tailandia, Hungr¡a
– Grupo 2: Estados Unidos, Pa¡ses Bajos, Noruega, Nueva Zelanda, Suiza, Alemania, Canad , Suecia, Israel
– Grupo 3: China, Bahrain, Emiratos -rabes Unidos, Egipto, Paquist n, M’xico, Pero, Turqu¡a, Libia, Ir n, Om n, Sud n, Rusia, Indonesia
Dado que ‘ste es un asunto que podr¡a socavar la capacidad de la Corte para que aqu’llos cr¡menes atroces contra las mujeres que ocurran de manera sistem tica o a gran escala sean conocidos por la misma en calidad de cr¡menes contra la humanidad, adem s de socavar en general la capacidad de la Corte, les exhortamos a contactar con sus ministros de exteriores exigi’ndoles una firme posici¢n al respecto. Insistimos en que si ha de haber negociaciones basadas en el lenguaje de compromiso, EL LENGUAJE ALTERNATIVO DEBE COMPRENDER SITUACIONES DE TOLERANCIA, APROBACI.N IMPL-CITA O T-CITA E INCAPACIDAD DE RESPONDER A CRÖMENES COMETIDOS POR EL ESTADO O POR ORGANIZACIONES FRENTE A TAL VIOLENCIA.
Nos preocupa que muchas delegaciones est’n complaciendo a pa¡ses en este asunto con tal de mantenerlos a bordo, cuando de hecho ‘stos probablemente no ratificar n el Estatuto pronto. De esta manera, se est N comprometiendo cruciales aspectos del Estatuto de Roma y la eventual CPI. Al igual que la propuesta de Estados Unidos, estos pa¡ses est n buscando formas de asegurar que se reduzcan las posibilidades de que los Estados no Parte sean llevados ante la Corte.
3. SERVIDUMBRE/ESCLAVITUD SEXUAL: Ha habido intentos de los Emiratos -rabes Unidos y la Santa Sede (tambi’n conocida como el Vaticano) de impedir que el «trabajo forzado» y el mantener a otras personas en una «situaci¢n de servidumbre» entren en las definiciones de los cr¡menes de servidumbre y esclavitud sexual. Hasta el viernes, hab¡a un fuerte apoyo para retener estos elementos en el crimen de servidumbre, pero no necesariamente en el de esclavitud sexual. Esta semana continuar n las negociaciones sobre estas definiciones. Insistiremos en que estos elementos tambi’n sean aplicados al crimen de esclavitud sexual.
4. LA PRUEBA EN LOS CASOS DE VIOLENCIA SEXUAL: El borrador de texto que contiene las reglas de prueba que han sido negociadas en relaci¢n con la prueba sobre consentimiento y conducta sexual en casos de violencia sexual fue discutido en un sesi¢n abierta el pasado viernes. En la PrepCom anterior, el menor grupo de trabajo hab¡a llegado a un dif¡cil compromiso sobre el lenguaje. En este momento, la regla tiene tres partes. En primer lugar, la regla describe una serie de principios que establecen que no se puede inferir consentimiento de diferentes circunstancias, tales como el silencio o aquiescencia de la v¡ctima. En segundo lugar, la regla declara que la evidencia sobre conducta sexual no ser admitida, pero hace una controvertida referencia al art¡culo 69.4 del Estatuto, que es una reafirmaci¢n de un principio b sico de la prueba. En esta referencia insistieron Alemania, Austria y otras delegaciones a las que les preocupaba reiterar un reconocimiento de los derechos del acusado. El tercer componente de la regla establece un procedimiento de proyecci¢n a ser sostenido siempre que una de las partes desee admitir evidencia sobre consentimiento o conducta sexual. La audiencia debe ser llevada a cabo confidencialmente y el juez deber determinar que la evidencia sea altamente relevante y admisible y que no sea admitida por cualquiera de los prop¢sitos prohibidos.
Durante la sesi¢n abierta, Turqu¡a y Rusia hicieron intervenciones en el sentido de que la referencia al art¡culo 69.4 en la segunda parte de la regla debiera ser borrada, dado que tal evidencia siempre es discriminatoria y perjudicial para v¡ctimas y testigos y nunca debiera ser admitida. Observaron tambi’n que el art¡culo 69, puesto que es parte del Estatuto, se aplica igualmente en todos lados y su importancia ser¡a distorsionada si fuera reafirmado en este contexto y en ningon otro lugar. Sus intervenciones fueron r pidamente seguidas por una serie de delegaciones que dijeron que el lenguaje fue el resultado de un dif¡cil compromiso y que si se reabr¡a el debate sobre este asunto, se cuestionar¡a toda la regla. El grupo incluy¢ pa¡ses que originalmente deseaban una regla m s progresista y aqu’llos que quer¡an una m s restrictiva y que favorec¡a una mayor deferencia a los derechos del acusado. El primer grupo incluy¢ a Francia, Australia y Bosnia. El segundo grupo incluy¢ a Jap¢n, Estados Unidos, Austria, Alemania y la Santa Sede. Dado que no hubo m s debate despu’s de que estos pa¡ses recordaran el compromiso, el texto fue adoptado por la presidencia del grupo de trabajo sin m s argumentaci¢n. La regla, tal como est ahora, se incorporar al informe del grupo de trabajo.
SE SOLICITA APOYO INTERNACIONAL PARA IMPEDIR QUE LOS ESTADOS UNIDOS SOCAVEN EL ESTATUTO DE ROMA Y DEBILITEN LA CPI.
i) MODELO DE CARTA PARA ENVIAR A FUNCIONARIOS DE LOS ESTADOS UNIDOS. Versi¢n en espa_ol:
Estimado/a….
Me/Nos dirigimos a Vd. en relaci¢n con la actuaci¢n de los Estados Unidos en el proceso en curso actualmente para el establecimiento de la Corte Penal Internacional. Veo/Vemos con estupefacci¢n el hecho de que el Gobierno de los Estados Unidos est’ intentando obtener un mayor control por parte del Consejo de Seguridad sobre los casos que pueden caer bajo la competencia de la Corte y tambi’n una excepci¢n total a la jurisdicci¢n de la Corte para los ciudadanos estadounidenses.
Este tipo de propuesta socavar¡a los principios de independencia e imparcialidad que son cruciales para cualquier instituci¢n de justicia. Es una l stima que los Estados Unidos est’n intentando conseguir esto, por no mencionar las t cticas intimidatorias a las que los Estados Unidos han recurrido durante el proceso.
2. Que los estados Unidos pongan fin a todos los esfuerzos que, en l¡nea similar, busquen debilitar la Corte Penal Internacional
3. Que el Presidente Clinton firme este hist¢rico estatuto antes de dejar su cargo.
Si bien la actuaci¢n del Senador Helms y otros podr¡an hacerle creer lo contrario, son muchas las personas en los Estados Unidos que son conscientes de y est n apoyando los esfuerzos para el establecimiento de la Corte, y que piden a los Estados Unidos que jueguen un papel en este proceso en pie de igualdad y en los mismos t’rminos que el resto del mundo.
Equipo Nizkor Atentamente,