Eran las 5 y 40 de la mañana del viernes 10 de noviembre en la ruta 34 de la norteña provincia argentina de Salta. Cerca de 200 piqueteros continuaban con el corte de la ruta en demanda de que les fueran concedidos los planes asistenciales conocidos Plan Trabajar, que consisten en un pago de 160 pesos o dólares por un lapso de 180 días a cambio de prestar servicios en distintos organismos provinciales y alimentos.. La exigencia de los desocupados tuvo como respuesta, al igual que en otras ocasiones, una salvaje represión por parte de las fuerzas de seguridad provinciales. La orden del desalojo fue emitida por el Juez Federal Abel Cornejo.
Y las primeras balas fueron disparadas contra los piqueteros. Una de ellas segó la vida de Aníbal Verón, un desocupado de 37 años que desde hace un año continuaba aguardando el pago de nueve meses de sueldo que le adeudaba la empresa de transporte Atahualpa que lo despidió.
El asesinato del joven chofer fue la gota que rebalsó el vaso. Y as¡ los piqueteros se dirigieron hacia la ciudad de General Mosconi donde ocuparon la comisar¡a 41, liberaron a los detenidos all¡ alojados y tomaron 7 polic¡as como rehenes. Posteriormente la sede policial fue incendiada. Tras ello, la pueblada continu¢ marcha hacia Tartagal que dista 7 kil¢metros de Mosconi. Ya en la ciudad, los habitantes tartagalenses -en repudio a la salvaje represi¢n- se unieron a los piqueteros que llegaban de Mosconi. Ya eran m s de 2000 los salte_os que no pod¡an ocultar su indignaci¢n.
La bronca de los manifestantes iba en aumento. En su recorrido por la ciudad de Tartagal incendiaron la sede municipal, las oficinas de la empresa de comunicaciones Telecom, la empresa de energ¡a el’ctrica provincial, Edesa, un lujoso hotel, locales comerciales, el estudio jur¡dico de un legislador provincial, un dep¢sito judicial, la agencia del diario El Tribuno, entre otras.
En tanto, la polic¡a salte_a atemorizada por la pueblada se parapet¢ en la sede de la Regional 36, y se ubicaron en los techos de la misma para no ser tomados por sorpresa como lo ocurrido con sus pares de General Mosconi.
Durante unas horas la ciudad permaneci¢ sin energ¡a el’ctrica y estaban cortadas algunas l¡neas telef¢nicas, esto oltimo dificult¢ las comunicaciones con la capital de la Argentina desconoci’ndose -por momentos- cual era la situaci¢n que se estaba atravesando.
R pidamente el Secretario de Seguridad de la provincia, Daniel Nallar deslind¢ responsabilidades y acus¢ a los propios piqueteros, a los cuales calific¢ de «delincuentes», por la muerte de Ver¢n. Por su parte, los familiares y compa_eros del desocupado asesinado afirmaron que ‘ste hab¡a ca¡do producto de una bala policial.
Las autoridades de la provincia, en la cual no se encontraba el gobernador Juan Carlos Romero dado que asist¡a el mismo viernes al Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino, manten¡an sendas reuniones en la sede del Regimiento de Infanter¡a del Ej’rcito. All¡ junto a funcionarios judiciales y policiales evaluaban los graves incidentes que se estaban sucediendo.
Desde Mar del Plata, Romero -como si fuera Poncio Pilatos- asever¢ que los piqueteros eran los responsables de los graves «des¢rdenes» en la provincia. Por otra parte expres¢ su congoja por el fallecimiento del piquetero Ver¢n e indic¢: «Tenemos informaci¢n de que el proyectil que caus¢ el deceso de esta persona no es del calibre que utiliza la polic¡a provincial».
El gobernador al referirse a la grave situaci¢n social que atraviesa su provincia, asegur¢ que, muchas veces, «los temas sociales de vieja data se expresan a veces de manera irracional». Asever¢ que en su distrito, «hay much¡sima gente que tiene necesidades y que no est cortando la ruta» y advirti¢ que los cortes posibilitan que «algunos sectores, vaya a saber con qu» origen y con qu’ fin, exacerban los nimos, provocan la violencia y generan este enfrentamiento entre el Estado y la gente».
En rigor, el gobernador Romero deber¡a haber regresado a su provincia y ponerse al frente de las discusiones con los piqueteros a fin de hallar una soluci¢n al conflicto, empero decidi¢ que volver¡a a Salta luego de disertar en el coloquio de IDEA.
Luego de su alocuci¢n ante los empresarios argument¢ ante la prensa: «Era importante mostrar mi provincia (en el coloquio de IDEA) y atraer inversiones, pero esta forma de protesta, esta forma de expresarse no lleva a ninguna soluci¢n».
A modo de recordatorio, esta es la segunda oportunidad en que el titular de la provincia se encuentra fuera de ella en ocasi¢n de registrarse graves incidentes. El 12 de mayo, cuando en la misma localidad de General Mosconi se produc¡a el desbloqueo de la ruta 34 -represi¢n mediante- el se_or Romero se encontraba de viaje en Israel.
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina