Parasol Records
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tCualquier álbum que cuente con la producción de Mitch Easter ya tiene asegurado un enorme grado de calidad. Si, además, el afamado productor participa con hasta cuatro canciones de su entera propiedad, entonces hay que sumar otros puntos más al anterior resultado. Desde esa altura parte SHALINI, una chica preciosa que ya ha estado en más de una banda (Kissyfish, Vinyl Devotion) y que ahora toma la decisión de aventurarse en solitario. El resultado no podría ser más redondo. Ligeramente inclinada hacia el folk-rock (+folk-pop?), «We Want Jelly Donuts» tiene al menos cuatro canciones de ésas que dan entidad a un disco, de ésas que sobresaliendo de la media da peso y sustancia a cualquier trabajo. Esas canciones son «Telepathic world», «Get free», «Creepy Emily» y «Conviction overturned», las dos primeras propiedad de Easter, grandes canciones donde la resplandeciente voz de SHALINI se regocija en melod¡as sabrosas, en pop de guitarras cl sico codimentado con una producci¢n de esas ejemplares, de las que saben lo que buscan y lo encuentran. Tiene un algo de ciertos grupos de chicas de los 60, otro tanto del rock americano de los 80, sintomatolog¡a folk y cierta contundencia cuando compone ella equilibrada con el trazo m s sutil de las composiciones de Mitch Easter. Para muchos ser otra Juliana Hatfield, pero SHALINI tiene tan buenas canciones como ella y un mundo paralelo mucho m s desconocido, lo que evita cualquier tipo de distorsi¢n y amplifica la clase de estas canciones. S¢lo buenas canciones.
