Un nuevo dolor de cabeza se le vino a sumar a la coalición de gobierno argentina que conduce, desde el 10 de diciembre pasado, Fernando de la Rúa. Y esta vez no fue un nuevo corte de ruta, ni una renuncia de algún funcionario. Provino de la agencia Standard & PoorÆs (S&P), que en el primer día de noviembre colocó ôen observación con perspectiva negativaö la calificación de la deuda del país, si bien mantuvo una buena nota para los títulos, advirtiendo acerca de la factibilidad de que la administración aliancista incumpla, con lo acordado con el FMI, en cuanto a las metas del segundo semestre.
En un comunicado difundido, en horas del mediodía, la calificadora señala que la calificación obedece a que la ôla incertidumbre política amenaza a la recuperación de la economía y la capacidad del Gobierno para pagar los 12.300 millones de dólares en concepto de deuda pública para el año próximo.
Asimismo, sostuvo la calificación ôBBö para la deuda emitida en moneda extranjera y de «BBB» para los t¡tulos en pesos. La posici¢n «BB» implica un grado de importancia o vulnerabilidad considerable frente a condiciones adversas. En tanto, la nota «BBB» conlleva par metros de protecci¢n adecuados, pero cualquier cambio circunstancial en la econom¡a derivar¡a en el debilitamiento de su capacidad de pago de los intereses de los papeles en cuesti¢n.
S&P, el 22 de setiembre, hab¡a postergado tomar una decisi¢n en este sentido, cuando alert¢ que el Gobierno argentino deb¡a elaborar un paquete de medidas econ¢micas para «mejorar las perspectivas de crecimiento del pa¡s, permitiendo a las autoridades tomar medidas para reducir su pesada carga fiscal y de servicio de la deuda».
En esa oportunidad, la agencia hab¡a advertido que «si las medidas estructurales o fiscales resultan inadecuadas, la calificaci¢n del cr’dito soberano se va a debilitar», predicci¢n que, lamentablemente, se cumpli¢.
Una de las aspiraciones del Ejecutivo, la obtenci¢n del «investment grade» (grado de inversi¢n) deber aguardar tres meses, tiempo en el cual la agencia evaluar si continoa con la calificaci¢n de los t¡tulos de la deuda o la disminuye. En tal sentido, precis¢ que «si los esfuerzos del presidente De la Roa para incentivar la credibilidad del Gobierno resultan en una mejora de las pol¡ticas econ¢micas» se mantendr¡a la calificaci¢n.
Empero, «si se diluyen las expectativas respecto de la reducci¢n del d’ficit en el presupuesto para el a_o pr¢ximo, si el programa de obras poblicas ahora en estudio reduce la flexibilidad del esquema de gastos gubernamentales o si continoan disminuyendo las perspectivas para una recuperaci¢n econ¢mica sostenida», la ponderaci¢n ir¡a a la baja.
La agencia estadounidense indica en su comunicado que, si persistieran las se_ales de fragilidad en la econom¡a argentina, un nuevo ajuste fiscal se avizora en el horizonte.
«Como resultado del aumento de las tasas, generado a partir de la incertidumbre pol¡tica, los objetivos del segundo semestre acordados con el FMI podr¡an no ser alcanzados y por lo tanto se necesitar¡a un mayor ajuste fiscal que el programado para el 2001», destac¢ S&P.
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina