Estimado Presidente:
Ante todo quiero agradecerle la confianza que ha depositado en mi persona al nombrarme secretario de Inteligencia del Estado y su apoyo incondicional a cada una de las decisiones que me tocó tomar en estos diez meses al servicio de su gobierno.
Circunstancias que no hemos buscado ni imaginado me llevan a solicitar que se me releve de la responsabilidad de seguir al frente de la SIDE. Pienso que las presentes circunstancias, aunque artificiales y espurias, han llegado a entorpecer mi actividad amenazando la eficiencia que siempre me he propuesto alcanzar en ellas. Esto es especialmente grave en momentos como el actual donde, debido a la crisis de Medio Oriente, la Secretaría debe tener una sola preocupación: ayudar a garantizar la seguridad de los habitantes de la Argentina.
Así como no le he tenido miedo a decir frontalmente lo que pienso tampoco lo he tenido de ganarme enemigos por hacer lo que debía. Avancé en una reforma estructural sin precedentes en la SIDE y el aumento de la eficacia de la instituci¢n y del profesionalismo de sus integrantes seguramente fue el disparador de enconados rencores y operaciones en contra del cambio. Hemos reducido el gasto total en un 45 por ciento y los estrictamente secretos y confidenciales en un 83 por ciento, mejorando la capacidad operativa del organismo, probando que es posible bajar el gasto poblico, incrementando la eficacia y la calidad de los servicios, mientras hemos exhibido la mayor transparencia que jam s tuvo un organismo de esta naturaleza en la historia de la Repoblica.
Los intereses afectados por la reforma fueron muchos y claros. La SIDE ha dejado de ser utilizada como una herramienta con fines pol¡ticos para convertirse en un organismo profesional con objetivos claros. En pos de este cambio se realiz¢ una reestructuraci¢n que incluy¢ la desafectaci¢n de m s de mil agentes, muchos de los cuales trabajaron denodadamente en contra del cambio. Adem s, nuestros objetivos despertaron resistencias desde aquellos sectores interesados en que nada cambie para seguir lucrando: hemos decidido convertir la lucha contra el narcotr fico, el terrorismo, el contrabando, el lavado de dinero y el crimen organizado, en el norte de la SIDE. Muchos se ver¡an afectados por el aumento de nuestra eficiencia.
Por otra parte he sido v¡ctima de persecuciones ideol¢gicas, sufr¡ muchas cr¡ticas y ataques. Pero estaba convencido de seguir adelante. Vino lo del Senado y mencionaron a la SIDE. Agradezco la oportunidad de presentar las cuentas claras de mi gesti¢n, ajenas a cualquier irregularidad. Desde el principio le plante’ mi retiro pero acat’ su disposici¢n de primero informar las cuentas y despejar toda duda. As¡ lo hice y su decreto levantando el secreto de las cuentas reservadas permiti¢ someterlas al control del juez y los fiscales.
Ahora la SIGEN en una nueva demostraci¢n de persecuci¢n ideol¢gica cree descubrir una cuenta que ya le hab¡a informado al juez y se inicia otra campa_a. Es extra_a la pol¡tica. Vine de afuera, y no cre¡ que fuese tan dif¡cil «dedicarse a las cosas». Admiro su coraje, y le pido que siga su lucha para modificar estas reglas que hacen dif¡cil incorporar j¢venes a tareas tan necesarias.
Desde luego que estar’ siempre a disposici¢n de mi amigo el ministro de Econom¡a y del Gobierno, para ayudar como lo vine haciendo. Le agradezco tambi’n su continuo aliento a que no renunciara a esta man¡a m¡a de llamar las cosas por su nombre.
Finalmente, le agradezco la enorme oportunidad de realizar este cambio fundamental para el buen funcionamiento de las instituciones democr ticasdel pa¡s y quiero reiterarle que si bien resigno mi puesto frente a la SIDE no abandono mis convicciones ni mi compromiso para con Usted y con la Naci¢n. Lo saludo muy afectuosamente,
Fernando J. de Santiba_es