Pero pese al tiempo transcurrido, siguen siendo ellos, los mismos, con todas las composiciones en manos de Graham Kemp y Fergus Lawrie en una exacta proporcionalidad, al modo de los votos de Gore y Bush en el otro tiempo hispano estado de Florida. Melodías pop la mayoría de las veces comprometidas con la electricidad, con ese voltaje que nace de sus momentos más ardientes, aquí fielmente representados con los golpes de la demoledora «Silver dragon» o «Louche 33», vibrantes bombazos que siempre son necesarios para entender el sonido de URUSEI YATSURA. Esas fiebres necesitan de un calmante, la vena más pop que en esta ocasión queda perfectamente expresada con momentos más íntimos («Sores»; «Uji bomb» entra también en ese apartado pese al intermedio nervioso que tiene en su seno) y verdaderas gozadas melódicas («Eastern youth») con una chispa de corriente que asegure la paternidad. Nada nuevo bajo el sol: buenos tiempos para el noise. t
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