Demasiado peso histórico sin apenas ruido, con un reconocimiento popular escaso nacido, principalmente, de sus insistentes colaboraciones en sintonías televisivas («Con las manos en la masa»,…). Elefant se embarcó en este proyecto, con toda la pasión que les caracteriza, sabiendo que éste era el último disco de las VAINICA pero sin saber que realmente este sería, irremediablemente, su testamento definitivo tras la muerte de Carmen. Con un título, «En familia», que no hace más que comunicarnos el entorno en el que se desarrolló la grabación (produce -lvaro de Cárdenas, colaboran sus hermanos Laura y Diego, todos hijos de Gloria Van Aerssen), VAINICA DOBLE han grabado un disco sublime, canciones que atrapan los sentimientos verdaderos y las costumbres diarias con exacta precisión, letras que son un lujo dialéctico, armonías vocales preciosas y arreglos (piano, teclados, coros, cuerdas,…) atemporales. Canciones como «El pintor», «Dices que soy» o «Quiero tu nombre olvidar» forman ya parte de la geograf¡a universal de nuestros sentimientos, versos paridos con la letra pausada de la experiencia y la exaltaci¢n emocionada de la adolescencia («Chiribitas de lim¢n», pocos j¢venes sabr n plasmar con tama_a exactitud los borbotones del amor) y la cirug¡a cr¡tica e ir¢nica que siempre han manejado estas dos mentes preclaras («Don Marcial», «El museo»), dominadoras de un vocabulario que fluye a raudales, expresi¢n incontenible. VAINICA DOBLE han logrado sentenciar su carrera con mayosculas incontestables, forjando un legado de canciones admirable, costumbrismo emocionante que roza la literatura en todo momento, poes¡a pura tocada por el instinto innato de dos hadas, dos damas, irrepetibles. No volver n, pero siempre las tendremos entre nosotros. Como un broche de oro.
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