Queridos compatriotas: en estos días tuve que tomar una decisión difícil por el bien de nuestro país. Debido al enorme déficit fiscal heredado del gobierno anterior, tuve que disminuir drásticamente el gasto público. No había alterativa: la cuestión era cómo.
Ya habíamos ahorrado cientos de millones en el PAMI, eliminando la corrupción y el despilfarro, incluso mejorando la atención de nuestros abuelos. Ya habíamos eliminado los fondos reservados, que fueron un agujero negro para el dinero de todos, pero había que hacer más.
A través de la reforma impositiva le pedimos una mayor contribución a los que más tienen a favor de todos y la recaudación aumentó. Buena noticia, pero hemos tenido que hacer más. El déficit seguía muy alto, y para que todos entendamos, el déficit es como una enorme pared que se ha levantado a través de los años y las malas administraciones entre la Argentina y su futuro posible.
Entonces, la decisión difícil. Tuve que reducir los salarios más altos de los empleados del Estado Nacional. Esto no significa que se le haya rebajado el salario a todo el pueblo, como algunos quieren hacerlo parecer. Se pidi¢ este esfuerzo, que es transitorio, s¢lo a los empleados del Estado, de un Estado quebrado y al que hemos arrastrado hist¢ricamente como un lastre que nos ha impedido ponernos de pie y al que estamos empezando a transformar en un Estado fuerte y sano, que nos posibilite pol¡ticas activas, econ¢micas y sociales.
Algunos me dijeron: recortar el salario de todos los empleados estatales. Pero yo dije: no; no le cortar’ el ingreso a nadie que gane menos de mil pesos por mes, 1.000 pesos por mes. Tampoco les baj’ a los docentes. Recort’ mi sueldo en un 15 por ciento y han hecho lo propio los legisladores, y algo m s, reduje las jubilaciones de privilegio.
Tengo como objetivo indeclinable, reducir el d’ficit fiscal de 11.000 millones a 4.700 millones. No porque me lo pide ningon fondo monetario, sino porque me lo exige la ley, y la Ley de Presupuesto votada por los legisladores de la oposici¢n y de la Alianza a fin del a_o pasado, obliga al Gobierno a llegar a estas cifras.
Queremos ser un pa¡s integrado pero independiente? Por supuesto que s¡. Entonces, empecemos por ser un pa¡s serio. Los argentinos nunca hemos vivido con equilibrio fiscal. Los gobiernos se han ido pasando hist¢ricamente el d’ficit, los unos a los otros, los unos a los otros, y as¡ nunca pudimos levantarnos.
Estas medidas apuntan a cambiar esta historia de desilusi¢n y fracaso econ¢mico. He tomado medidas dr sticas de ahorro y duelen, lo s’. Me duele a m¡ tomarlas. Pero alguien puede pensar que las hubiera tomado si no hubiese estado convencido que traer¡an buenos resultados en el futuro? Si no supiese que esto es lo que debemos hacer para que nuestro querido pa¡s comience a crecer de una buena vez? El futuro me dar la raz¢n.
He ordenado tambi’n reformas estructurales y programas de desarrollo e inversi¢n tendientes a reactivar, producir, competir y generar empleo. Ya estamos viendo los resultados del esfuerzo realizado en estos seis meses; el pa¡s ya ha comenzado a crecer; las exportaciones aumentaron sustantivamente: la recaudaci¢n creci¢; volvi¢ el cr’dito; el Banco Naci¢n ya no le presta a los amigos del poder, sino a los peque_os y medianos productores. Muchas de estas medidas debieron tomarse hace muchos a_os, pero falt¢ coraje y responsabilidad. Esto les falt¢ a muchos.
Durante estos diez a_os las copulas sindicales fueron c¢mplices silenciosos del abandono y la desprotecci¢n de los trabajadores. Hacerle un paro al pa¡s no ayuda al pa¡s; llamar a la rebeli¢n fiscal, perjudica a los que menos tienen. No es bueno que se utilice el sufrimiento y la impaciencia de la gente para defender intereses sectoriales.
He ordenado tambi’n la desregulaci¢n de las obras sociales y el sistema de salud. Esto significa que los sindicatos ya no controlar n los aportes que hacen los trabajadores a las obras sociales. Entonces, cada familia tendr la libertad de elegir la cobertura m’dica que quiera, ya sea a trav’s del sindicato o no. Y esto es bueno para la gente, porque baja el costo de la salud y mejora la calidad de un servicio que debe ser solidario.
Yo fui elegido para actuar con firmeza y decisi¢n, en favor de nuestro pueblo y de nuestra econom¡a y no voy a dejar que nadie nos desv¡e del camino del crecimiento.
Yo fui elegido para terminar con la corrupci¢n y ya ningon funcionario va a robarse impunemente el dinero que estamos ahorrando con tanto esfuerzo.
Yo fui elegido para que los evasores paguen lo que corresponde y los que no, sean sancionados, y les pido a los jueces un esfuerzo mayor en los procesos. Yo fui elegido para terminar con los privilegios y sepan los concesionarios de servicios poblicos, que deber n pagar el canon que adeuden. Yo fui elegido para proteger a los m s desamparados. Por eso, el onico gasto que orden’ aumentar es el de las partidas sociales, porque no voy a dejar de atender a los m s necesitados.
Yo fui elegido para entregarles al final de mi mandato, un pa¡s sin d’ficit, m s justo, compitiendo y creciendo con equidad, orgulloso del esfuerzo que realiz¢, y la Constituci¢n me otorga m s que seis meses para hacerlo. Yo no caus’ esta enfermedad de la Argentina, pero fui elegido para darle el remedio que la har recuperarse. Gracias por escucharme».
Alberto bastia
Jefe Corresponsal¡as Informativos.Net en Am’rica Latina