«Todos estos niños que viven en zonas de conflicto de Colombia han sido expuestos a tomas armadas, les han asesinado a uno o varios familiares y han sido testigos de masacres de manera directa», precisó.
Además afirmó que es necesario que el Gobierno nacional asuma un mayor compromiso, cuanto así los autores del conflicto armado y los miembros de la sociedad en general, a fin de trabajar por un mejor futuro para la población infantil.
Por otra parte, el informe de la fundación gubernamental, País Libre, el Ejército Nacional, la Fiscalía General de la Nación, la Cruz Roja Internacional y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) detalló que en elaño precedente más de 10 mil niños han sido blanco de las organizaciones armadas ilegales. Asimismo, puntualizó que en 2001 fueron secuestrados 39 menores.