Al rato pasaron dos hombres, uno en bicicleta y otro corriendo por la calle. Siempre según Fernández, como se quedó mirándolos, el que iba a pie le preguntó «+Y vos qué mirás?», sacando de inmediato un arma que disparó una vez. El policía sacó su arma reglamentaria y «repelió la agresión», con tan buena puntería que acertó en el medio de la espalda a quien -según sus dichos- lo apuntaba de frente. El disparo penetró en el corazón de Lorenzo David Parra y lo mató en el acto. La supuesta arma que llevaba nunca fue hallada, según el homicida porque la levantó el que iba en bicicleta antes de irse. Es curioso que también tuviera tiempo de encontrar y llevarse el plomo y la vaina servida, porque tampoco fueron hallados.
AHORCADO EN LA CARCEL DE EZEIZA
Muchas veces hemos alertado sobre la cantidad de muertes que se producen en las unidades penitenciarias argentinas, que pocas veces tienen alguna trascendencia pública -total, son presos los que mueren. Además de los homicidios cometidos directamente por personal penitenciario o por sus sicarios, es elevad¡sima la tasa de «suicidios» que se deben mencionar entre comillas, porque en general resultan estremecedoramente oportunos -casi siempre son presos «molestos»; incompatibles con la personalidad de la v¡ctima e inveros¡miles en su mecanismo.
El 7 de noviembre a las 5:20 de la ma_ana Walter Daniel Ben¡tez (25), detenido en el Complejo Penitenciario N¡ 1 de Ezeiza apareci¢ ahorcado en su celda. Su cuerpo colgaba una sabana amarrada a los barrotes. No compart¡a la celda con nadie ya que el Complejo de Ezeiza est conformado por celdas individuales. D¡as antes hab¡a denunciado golpes por parte de los guardias y, desde principios de octubre, intentaba que lo trasladaran a la c rcel de Devoto. Hab¡a interpuesto un recurso de habeas corpus ante el juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina, quien hab¡a ordenado que se garantizara «su integridad f¡sica». El mismo juez investiga hoy su muerte.
Ben¡tez estaba detenido desde el 5 de enero de este a_o, acusado de tentativa de robo a mano armada, lesiones y disparo de arma de fuego. En 1998, en una detenci¢n anterior, hab¡a intentado fugarse de la c rcel de Caseros descolg ndose por una ventana en un episodio en el que se investig¢ la presunta complicidad de los propios guardiac rceles, lo que segon su familia le cost¢ constantes amenazas y golpes de los funcionarios penitenciarios. Segon la familia Ben¡tez, «las palizas en la c rcel eran casi diarias». De acuerdo a los registros del SPF, el preso hab¡a sido sancionado varias veces por resistirse a entrar en su pabell¢n o insultar. Al interponer el habeas corpus Ben¡tez tambi’n denunci¢ que lo hab¡an golpeado, por lo que el juez orden¢ pericias m’dicas que constataron «escoriaciones» y quemaduras de cigarrillos recientes. El martes 5 de noviembre lo revis¢ un psiquiatra de la c rcel, quien dej¢ asentado que no se detectaban «alteraciones de las funciones ps¡quicas superiores, ni signos sintomatol¢gicos de la serie psic¢tica y depresiva». El oltimo examen fue el mi’rcoles 6 a la noche y se realiz¢ en el Cuerpo M’dico Forense de Capital. Ben¡tez volvi¢ a la c rcel el jueves a la madrugada y -segon el SPF- a la 1.40 lo metieron en su celda. All¡, de acuerdo con la versi¢n oficial, lo encontr¢ ahorcado un guardia a las 5.20.
SOSPECHAS DE TORTURAS EN LA PLATA
Una fiscal¡a de La Plata investiga el asesinato de un hombre que estuvo detenido en la comisar¡a 9 de esa ciudad y que luego apareci¢ muerto de un balazo en la cabeza en una casaquinta. Aunque no hay indicios que vinculen un hecho con el otro, la Justicia ya allan¢ la seccional para secuestrar el libro de registro de detenidos. Un dato que tienen en cuenta los investigadores est relacionado con otro crimen. En 1993, en esta misma comisar¡a de La Plata el estudiante de periodismo Miguel Bru fue torturado y asesinado por polic¡as de la Bonaerense. El caso que ahora se investiga es el de Gustavo Cuello, de 35 a_os. Este hombre desapareci¢ de su casa el 27 de octubre. Su familia no supo m s de ‘l hasta el 1¡ de noviembre, cuando lo encontraron muerto dentro de una casaquinta de las afueras de La Plata -su due_o nada tiene que ver con Cuello-, con un balazo. Reci’n varias horas despu’s se supo que en el medio hab¡a estado preso en la comisar¡a 9. Segon explic¢ su familia, el 27 de octubre Cuello sali¢ de su casa -ubicada en el barrio de Monasterio- en bicicleta, pero nunca regres¢. Su madre hizo la denuncia ante la comisar¡a 8, que abri¢ un expediente de «averiguaci¢n de paradero». Cuatro d¡as despu’s, Cuello apareci¢ muerto en una casaquinta de las afueras de La Plata, en la calle 11 entre 662 y 663. Estaba tirado en una cama, con una pistola calibre 22 al lado. Segon una versi¢n ten¡a un tiro en la cabeza, mientras que otra indicaba que hab¡a recibido el balazo en el medio del pecho. El caso qued¢ en manos del fiscal Antonio Raimundi. Este determin¢ que Cuello figuraba como detenido en los libros de guardia de la comisar¡a 9. All¡ se indicaba que el Comando de Patrullas de La Plata lo hab¡a detenido por «provocar disturbios en la v¡a poblica» en el centro platense, en 6 entre 59 y 60. De acuerdo al registro policial, Cuello hab¡a estado s¢lo tres horas en la comisar¡a como demorado. Despu’s, segon la versi¢n de la Bonaerense, hab¡a sido liberado «en perfectas condiciones de salud». Eso es lo que ahora se investiga. El fiscal Raimundi le pidi¢ a la comisar¡a que le enviara el libro de guardia, pero solo recibi¢ fotocopias. Insatisfecho, allan¢ la seccional y se llev¢ el libro, que ahora est siendo sometido a pericias caligr ficas. All¡ se buscar determinar tambi’n si la supuesta salida de Cuello de la seccional qued¢ registrada y en qu’ momento se asent¢ ese dato.
La autopsia revel¢ que antes de morir Cuello sufri¢ algon tipo de dificultaci¢n mec nica de la respiraci¢n, pues sus pulmones estaban congestionados y color rsado subido. Esta suele ser inequ¡voca se_al de la aplicaci¢n de la conocida «bolsita» o submarino seco. Otro dato curioso es que pese a las lluvias que hubo en la semana de su desaparici¢n e incluso el d¡a en que hallaron el cuerpo, las zapatillas que ten¡a Cuello estaban limpias, sin barro.
AMENAZAS A FAMILIA MENDOCINA
El 1¡ de octubre de 1999 Roberto Agust¡n Loquez, de 17 a_os de edad, caminaba por la calle en Tropero Sosas (Mendoza) junto con un amigo cuando tres polic¡as salieron de un coche patrulla y se acercaron a ellos como para detenerlos. Los dos muchachos echaron a correr, porque no llevaban
documentos de identidad. Roberto Agust¡n se escondi¢ en la casa de un vecino. Los polic¡as lo siguieron al interior y dispararon con una escopeta cargada con perdigones de goma. Tres perdigones perforaron el pulm¢n de Roberto. El muchacho fue llevado al hospital, pero muri¢ 16 d¡as despu’s. Uno de los polic¡as ha sido acusado por homicidio culposo y en breve se celebrar el juicio oral. La investigaci¢n ha sufrido demoras y obst culos, y Olga Loquez, madre de Roberto, ha presionado con denuncias poblicas para que siga adelante. Desde el hecho un polic¡a de la misma comisar¡a la ha estado amenazando, en persona y por tel’fono. Recientemente, las amenazas se han hecho m s serias, y Amnesty International ha implementado una acci¢n urgente, en la convicci¢n de tanto Olga Loquez como su familia corren grave peligro.
El 17 de septiembre de 2001, Olga apareci¢ en un programa de la televisi¢n regional para conmemorar el aniversario de su la muerte de su hijo. Ese mismo d¡a, un polic¡a de Tropero Sosa se acerc¢ a ella en un autobos y sac¢ su pistola para intimidarla. Unos amigos de la familia que aparecieron en el programa de televisi¢n junto con ella tambi’n han recibido amenazas de muerte. Segon los informes, algunos han sido interrogados por la polic¡a, que les ha dicho «que se dejen de joder porque los vamos a hacer ****». El 11 de octubre de 2001, cuando Olga Loquez llevaba a su hija a la escuela, vio que un autom¢vil de la polic¡a las esperaba dentro del patio de la escuela. Unos agentes armados salieron del veh¡culo cuando ellas llegaron, y se marcharon cuando Olga Loquez y su hija entraron en el edificio escolar. Las autoridades de la escuela dijeron posteriormente a Olga que nadie hab¡a llamado a la polic¡a. El 5 de noviembre de 2001, la hija de Olga Luquez de 12 a_os de edad, se encontraba esperando el ¢mnibus frente a la comisar¡a de Tropero Sosa, cuando un polic¡a sali¢, al
verla sac¢ su arma y comenz¢ a manipularla de forma intimidante a la vez que dec¡a en voz alta: «que voy a hacer con esta pendeja». Llamamos a todas las organizaciones y compa_eros a sumarse a la acci¢n urgente expresando su solidaridad con Olga y su familia y haciendo responsable a las autoridades mendoicinas por su seguridad personal.
ROBO, GOLPES Y DISPAROS EN USHUAIA
El bombero de Zona Norte, Daniel Aguirre, realiz¢ ayer una grav¡sima denuncia poblica contra un grupo de polic¡as por haber golpeado a su hermano y tambi’n los acusa por la sustracci¢n de dinero, todo sin ningon motivo, en un hecho sucedido durante la medianoche del viernes y primeras horas del s bado. Aguirre le relat¢ al diario local El Sure_o que el viernes en la noche su hermano (Roberto Rojas) iba a una fiesta de Halloween, y como el joven es un aspirante a bombero, en el Cuartel de Bomberos Zona Norte los efectivos lo ayudaron a disfrazarse. öAlrededor de las 00:30 llov¡a torrencialmente por lo que ‘l decide irse a la fiesta. Cuando va caminado por Eva Per¢n hacia Facundo Quiroga, se escuchan dos disparos. En ese momento se presenta un bombero en el cuartel y me dice que la Polic¡a est en Facundo Quiroga haciendo un procedimiento y me consulta sobre si yo ten¡a conocimiento de algo -porque yo estaba de guardia en el cuartel-. As¡ que voy a verificar qu’ pasaba en mi veh¡culo particular y veo que unos 15 polic¡as ten¡an a una persona tirada en el piso y lo golpeaban+, asegur¢ Aguirre en su relato.
Continuando con su historia, el bombero manifest¢ que al llegar al lugar öun polic¡a me hace se_as que circule, pero como lo conozco le pregunto si no hab¡a visto a mi hermano, por lo que ‘l me responde que si no era ‘ste que tenemos demorado ac . Cuando bajo me encuentro con que, efectivamente, era mi hermano y le pregunto por qu’ lo ten¡an de esta manera y obtengo como respuesta que lo hab¡an demorado por que ven¡a corriendo en actitud sospechosa. Les digo que soliciten una ambulancia pues lo ten¡an tirado en el suelo bajo la lluvia y sufre de asma. Mientras esper bamos la ambulancia ped¡ la Unidad 6 al cuartel para asistirlo hasta que llegase el socorro y en ese momento mi hermano me indica que le hab¡an disparado y se_ala a un polic¡a que es Sandro Sauco. Entonces voy y le recrimino por haberle disparado y me responde que lo vio en actitud sospechosa corriendo+, critic¢ Aguirre, mostr ndose seriamente indignado por la respuesta y actitud de los efectivos policiales. Aguirre solicit¢ al oficial a cargo del procedimiento que le retire el arma al efectivo que, supuestamente, hab¡a realizado los disparos, pero el polic¡a neg¢ que hayan existido los disparos.
öLuego -prosigui¢ Aguirre- solicito la presencia de mi superior en el lugar del hecho que es Eduardo Solari, debido a que se trataba de un integrante del cuartel, y al llegar Solari pregunt¢ qui’n era el que estaba a cargo y nadie dec¡a nada. Adem s estos polic¡as, que son los camuflados (Divisi¢n Servicios Especiales) estaban todos en veh¡culos particulares, salvo otros que llegaron de civil a bordo de una camioneta roja+, record¢.
Segon el bombero al llegar la ambulancia Rojas es trasladado al Hospital en compa_¡a de tres bomberos, pero öcuriosamente+ sin custodia policial. Adem s tampoco hubo presencia policial en el nosocomio mientras el joven era atendido. öTampoco se hizo la alcoholemia, y supuestamente si estaban buscando a alguien de similares caracter¡sticas tendr¡an que haber ido al hospital a tomarle los datos por lo menos+, enfatiz¢ el denunciante. En otro tramo de la entrevista Aguirre record¢ que öluego que se llevaron a mi hermano ellos se retiraron y nosotros comenzamos a buscar testigos -que supuestamente es el trabajo que tienen que realizar ellos- y efectivamente encontramos personas que hab¡an escuchado los disparos. Adem s, buscamos las c psulas pero no pudimos encontrarlas. Al d¡a siguiente se acerca una vecina la cual informa que hab¡a encontrado una c psula de 9 mm.+. Aguirre tambi’n denunci¢ que, junto con el DNI del joven, los efectivos se habr¡an quedado con el dinero que estaba en su interior.
PEDIDO: Recordamos a todos los compa_eros y organizaciones antirrepresivas del interior del pa¡s que cerraremos la recepci¢n de datos para el nuevo ARCHIVO DE CASOS DE PERSONAS MUERTAS POR LAS FUERZAS DE SEGURIDAD el 30 de noviembre pr¢ximo. Rogamos enviar a la brevedad los informes zonales con los casos aon no incluidos as¡ como la actualizaci¢n de los que ya figuran.
PROXIMAS ACTIVIDADES:
Martes 13 de Noviembre, desde las 10:00: Para reclamar la libertad de los que luchan, movilizaci¢n y radio abierta frente al Tribunal de Casaci¢n Penal de la Justicia Bonaerense; Av. 7 entre calles 56 y 57 de la ciudad de La Plata. La sala 1 de dicho Tribunal tiene a estudio la admisi¢n del recurso de casaci¢n en la causa que afecta a Emilio Al¡.
Viernes 23 de noviembre: Charla en Trenque Lauquen sobre represi¢n policial, a cargo de los compa_eros Gerardo Etcheverry y Delia Garcilazo, de CORREPI y Comisi¢n de Familiares, organizado por la Comisi¢n por los Derechos Humanos de Trenque Lauquen.
Viernes 14 de diciembre, 17 hs.: Entrega de la Sexta Actualizaci¢n del ARCHIVO DE CASOS DE PERSONAS ASESINADAS POR LA REPRESI.N EN ARGENTINA, en el marco de la habitual Jornada en Plaza de Mayo.
CORREPI
Coordinadora Contra la Represi¢n Policial e Institucional