Otro modo de averiguarlo sería que la entrevistaran a usted, señora. Y ni siquiera tienen que hacer cita en la ENAH (Escuela nacional de Antropología e Historia) porque usted anda por todos lados. Así que, si le preguntaran, sabrían qué es lo que está ocurriendo en verdad y conocerían la decisión de usted de, junto con nosotros y con todos los pueblos indios de México y de miles de personas buenas en todo el mundo, no permitir que vuelva a amanecer en estos cielos sin que la bandera nacional tenga un lugar digno para quienes son el color que somos de la tierra.
Pero dejemos al supremo con sus incógnitas y vayamos a nuestras certezas, a saber: que ya no estamos solos (ni usted ni nosotros) porque, como quien dice, ya nos encontramos, o sea que ya hay remitente y destinatario y vos sos destinatario y remitente y nosotros somos remitente y destinatario, y las cartas que nos mandamos mutuamente los dos no siempre son cartas (ya ve usted que la carta del supremo tardó 36 horas en recorrer 10 kilómetros), tambi’n son miradas y palabras y sentimientos y convencimientos; y otra cosa de la que estamos ciertos ambos dos es que la esperanza es otro de los rostros que tiene la dignidad, y ya entrados en materia le decimos que para nosotros usted tiene ese rostro, el de la esperanza y la dignidad, y que nosotros quisi’ramos tener su rostro de usted y que la admiramos y que la queremos y ¥Yepa, Yepa, Yepa, -ndale, -ndale, -ndale, Arriba, Arriba, Arriba! Y ¥chin!, se me sali¢ y estamos en la onda de ser muuuuy moderados y ecu nimes y no crea usted, se_ora, que es porque el mi’rcoles vamos a hablar en el Congreso, es porque nosotros ya sabemos algo que usted no sabe pero ya va a saber en cuanto lea lo siguiente, a saber: que el mi’rcoles 28 de marzo del 2001 nos vamos a encontrar usted y nosotros afuerita del Palacio Legislativo de San L zaro y habr fiesta y palabra y mosica mientras los delegados hablan en la tribuna y ya luego que acaben de hablar pues vamos a reunirnos con usted y le vamos a informar de todo lo que pas¢ ah¡ adentro, porque de por s¡ es nuestro modo eso de informar c¢mo va todo y, por ejemplo, ahorita le informamos oficialmente que estamos muy contentos porque nos vamos a encontrar nuevamente de nuevo y ah¡ s¡ al diablo con la ecuanimidad y la moderaci¢n y hay que darle vuelo a la hilacha, que para eso es la hilacha y el vuelo y la esperanza y la dignidad que usted, se_ora, nos ense_a.
Y nosotros sabemos que hay m s de uno que trae el h¡gado atravesado porque vamos a hablar en la tribuna y porque nos vamos a encontrar de nuevo con usted, pero nosotros no somos rencorosos y ya le mandamos una botella de anti cido al coordinador de la fracci¢n parlamentaria del PAN en el Senado de la Repoblica y vea usted y aprecie con qu’ elegancia estamos evitando nombrar al neo-comendador Don Diego Fern ndez de Cevallos.
Y le avisamos a usted que hemos decidido aumentar el nomero de las condiciones para el reinicio del di logo con el supremo.
As¡ que es oficial: el EZLN Ej’rcito Zapatista de Liberaci¢n Nacional) pone como cuarta condici¢n que el supremo le mande un dotaci¢n razonable de anti cidos y calmantes a los que, como Don Diego, han hecho todo lo posible por reventar el di logo y por volver a usar a los soldados para perseguir, encarcelar y asesinar ind¡genas.
Porque va a haber di logo, y va a haber acuerdos y se van a cumplir, y va a haber paz y no va a haber perdedores ni en los zapatistas ni en el gobierno ni mucho menos en usted se_ora, y los onicos que van a perder son Don Diego y sus patrones (de Don Diego) pero no porque los hayamos derrotado nosotros, sino porque de por s¡ hicieron todo para perder y es una l stima porque todo estaba para que todos ganaran y nadie perdiera, pero qu’ le vamos a hacer, ni modo de obligarlos +verdad?
Y ya termino. No se olvide usted: el MI+RCOLES 28 DE MARZO DEL 2001, EN EL PALACIO LEGISLATIVO DE SAN L-ZARO, desde la 11 de la ma_ana y hasta que salgan los delegados zapatistas del Congreso Nacional Ind¡gena (por ah¡ de las 3 de la tarde) y ah¡ no termina sino comienza todo, porque as¡ es de por s¡, que las cosas empiezan cuando parecen que acaban.
Vale. Salud y que triunfe al fin la palabra que es el puente en el que usted y nosotros somos.
Desde la Escuela Nacional de Antropolog¡a e Historia.
M’xico
25 de Marzo del 2001.