La diversidad de criterios y posiciones que habita el ámbito de la política, en cualquier sociedad, muestra en su esplendor la naturaleza humana y los conflictos en pugna. Con todo, la relevancia del fenómeno está en la oposición de las ideas y en el debate honesto y constructivo, puesto que implica la aceptación del otro y el compromiso mutuo de convergencia en una voluntad. Ambos (oposición de ideas y debate honesto y constructivo) hacen posible la construcción del diálogo y el consenso que se plasma en estrategias de acción tendientes a lograr el bien común. Otra cuestión muy distinta es buscar una posición en la sociedad y/o privilegios desmedidos (todo privilegio de por si establece una desigualdad) con la finalidad de usar y abusar de ellos para fines espurios.
Pero existe un prerrequisito básico en el uso de la política como herramienta para el desarrollo y buen funcionamiento de todo lo que concierne a la polis. Se manifiesta en la actitud de las personas que conforman la sociedad y es parte del acervo cultural. Me refiero al esp¡ritu de igualdad, y va de suyo el reconocimiento de derechos y deberes. A partir de estos lineamientos generales y en orden a descifrar el contenido y el sentido de una ‘poca, los acontecimientos, y la probable direcci¢n que se pretende establecer, indicar¡a la lectura de los textos de investigaci¢n y de an lisis pol¡tico escritos en las oltimas d’cadas por reconocidos periodistas y acad’micos, y que constituyen el background de la historia de nuestro pa¡s, Argentina. La meticulosidad en la recopilaci¢n y sistematizaci¢n de la informaci¢n nos evitar caer en el juego de los discursos y nos permitir elaborar las conexiones entre situaciones, pol¡ticas, contingencias, resultados y nuevas realidades. En este art¡culo me limitar’ a presentar unos pocos casos dentro de los m s conocidos, para avanzar en el desarrollo de la tesis que lo origina.
MENEM-CAVALLO
Planteo 1: La pol¡tica en general y la econom¡a en particular implementadas en Argentina en la d’cada del ¡90 lograron una gran concentraci¢n de la riqueza, incrementaron y extendieron la pobreza instalando la exclusi¢n social en una tercera parte de la poblaci¢n. Creo no estar diciendo ninguna novedad y hoy ninguna persona, intelectualmente honesta, se animar¡a a afirmar lo contrario. Es cuesti¢n de salir y recorrer un poco el pa¡s. Invito de manera particular al establishment y a los dirigentes pol¡ticos, y m s espec¡ficamente a los que escuchan solamente a los «mercados financieros». Moda cultural de expresi¢n y presi¢n econ¢mico-pol¡tica que pervierte y destruye la calidad de vida de poblaciones enteras. Los ejemplos tanto a nivel nacional como mundial sobran. Si hablamos en t’rminos estrictamente econ¢micos, y de acuerdo a la teor¡a cl sica, su horizonte es parcial y perverso ya que toma una parte por el todo.
Me remito, pues a los hechos: una tercera parte de la poblaci¢n argentina est viviendo en condiciones que no son dignas de un ser humano por carecer de trabajo y, con ‘l, de los medios de subsistencia. Si alguien quiere tomarse la molestia de sobrevolar la Argentina, a baja altura de sur a norte, ida y vuelta, observar que ‘sta se ha convertido en un encadenamiento y/o sucesi¢n de «villas miserias» (barrios con casuchas de chapas o toldos, donde viven hacinadas de a miles de familias). Las personas que all¡ habitan tienen un problema «b sico»: est n desocupados; por lo tanto ¥tienen hambre, se est n enfermando y perdieron la paciencia!
Este es el mapa social argentino promediando el a_o 2001.
Incluye ciudades y mega ciudades empobrecidas y sitiadas tanto en sus alrededores como en su interior por los asentamientos de extrema pobreza. Esta miseria sin esperanza degrada al ser humano y lo lleva a hacer cualquier cosa por un pedazo de pan, un remedio, o «porque si» como reacci¢n a la injusticia del sistema imperante. En carne propia se vive como una caprichosa y cruel condena, a una «muerte lenta», por parte de la sociedad. Junto a ellos existen una empobrecida clase media y/o resto de sociedad que se mantiene a duras penas conviviendo con la espada de Damocles: la posibilidad del desempleo, y unos pocos que gozan de una cierta estabilidad y recursos.
Ahora bien, hay excepciones descaradas y delincuenciales a la involuci¢n general. Un grupo numeroso hizo de los ¡90, literalmente, su verano delictivo: evasi¢n, coimas, negociados, vaciamiento de entidades financieras, arreglos en monopolios y oligopolios privados, etc., etc., etc. +A cambio de…? ¨Para ayudar a construir qu’? Hablamos de robo en moltiples formas, utilizando todos los resortes disponibles e imaginables, los vericuetos de la legislaci¢n y la cobertura que el poder prove¡a. ¥Todo sirvi¢, sin ningon recato ni medida! Simult neamente en el mismo per¡odo hubo una preocupaci¢n expl¡cita por recompensar el apoyo a la sanci¢n de las leyes necesarias al «modelo econ¢mico» (por caso, el emblem tico funcionario que desapareci¢ con una valija llena de U$S¡ aparentemente v¡a Paraguay, o la reacci¢n verborr gica del ex ministro Beliz: «…nido de v¡boras») como tambi’n el mayor apoyo en contante y sonante- para los jefes pol¡ticos provinciales obedientes y sus estructuras (ver el manejo de los aportes a las provincias).
Existen, dentro del conjunto de irregularidades, otras variedades que es bueno rescatar porque ayudan a entender la ‘poca. Por ejemplo, la situaci¢n de un gran nomero de pobladores de la provincia de La Rioja, beneficiados en forma diferencial mediante el sistema de jubilaciones y pensiones. Los beneficios, en muchos casos, eran importes significativamente mayores respecto de lo que cobraba el resto del padr¢n de jubilados. El motivo que informalmente se adujo fue que ‘La Rioja es un desierto’. ¥C¢mo si fuera la onica provincia con una situaci¢n muy dif¡cil para su gente! Est claro que los que aportan son una mayor¡a silenciosa de argentinos que no tienen tiempo ni medios para averiguar si todos pagan sus impuestos y c¢mo se utiliza el dinero. Y m xime cuando se logra transformar la subsistencia de las personas y sus familias en una carrera de obst culos, con reiterados peligros de perecer en el intento.
Por otra parte subyace una cuesti¢n fundamental: si el gobierno no pudo controlar la evasi¢n entonces +para qu’ corno estaba?, +o es que no quiso? Ni que hablar de las moltiples «originalidades» como por ejemplo la construcci¢n de una pista de aterrizaje en La Rioja, casi a las puertas de la residencia del Sr. Menem, y que supuestamente fue donada por un grupo de empresarios, mientras las villas miserias iban creciendo. Me pregunto: +esos empresarios tendr¡an tan r pida disposici¢n y generosidad para asfaltar alguno de los much¡simos asentamientos de extrema pobreza que hoy pueblan la Argentina? ¥N¢! Claro los pobres no reglamentan privatizaciones monop¢licas y oligop¢licas, no contratan poblicamente en nombre del pa¡s, no decretan privilegios, y menos aon transforman el estado de derecho y la justicia en un Leviat n caprichoso en sus manos, para usufructo de los propios.
Como ‘stos podr¡a enumerar una lista muy larga y variopinta de hechos que modelan una ‘poca y su mentor: UN GOBERNANTE QUE PRIVATIZ. NO S.LO LA ECONOM-A SINO LA POL-TICA, Y TODO LO QUE IMPLICA EN LEGISLACI.N, JUSTICIA, SOCIEDAD Y CULTURA. Y ESTO REALMENTE ES SERIO. Si queremos entender este tipo de pol¡tica y el tratamiento dado a la «cosa poblica», -lo que incluye el modelo econ¢mico importado experimentalmente para luego replicarlo, con los debidos ajustes, en otras latitudes-, debemos remontarnos a las ‘pocas del «patr¢n de estancia» para encontrar un fuerte parecido y muchos puntos de contacto. En aquella ‘poca el patr¢n hac¡a y deshac¡a en el campo a su antojo y provecho. Favorec¡a al capataz y a los leales en el manejo de los peones. Tambi’n otorgaba d divas a los m s cercanos dentro de la «peonada», ya fuera por simpat¡a o debilidad, pero en cualquier caso maximizando los beneficios que ‘stas reportaban en imagen y sumisi¢n. +A qui’n beneficiar¡a la asociaci¢n entre el conservadorismo de Menem y el neoliberalismo de Cavallo?
En tiempos en que Menem era gobernador de La Rioja la econom¡a de la provincia funcionaba mediante un festival de bonos. ¨Se pod¡a esperar alguna idea original en cuanto llegara al sill¢n presidencial incorporando a Domingo Cavallo y un modelo basado en la primac¡a de las finanzas por sobre la producci¢n? Junto a la sabidur¡a econ¢mica del primero se agreg¢ la energ¡a del ministro para privatizar todo, a cualquier precio y como si fuera la onica salida; para abrir la econom¡a al comercio mundial sin tener reciprocidad de los pa¡ses altamente industrializados; y para pedir sucesivos pr’stamos, otorgados con gusto.
As¡ se priorizaron los intereses de los financistas (fondos comunes de inversi¢n, banqueros, operadores), se conformaron nuevos e importantes capitales golondrina v¡a coima, evasi¢n de impuestos, contrabando y lavado de dinero (hoy se intenta investigar, con mucho esfuerzo y muchas zancadillas, algunos de estos casos), y se comercializaron los productos originados fuera del pa¡s, siguiendo un camino de mano onica hacia Argentina. +Eran esas las pol¡ticas econ¢micas m s apropiadas para crear una cultura productiva, empresarial y del trabajo? Los resultados hablan por si solos: llevamos tres a_os de recesi¢n y ya llegamos a los 14 millones de pobres. ¥Qu’ buena forma de desarrollar una econom¡a sostenida! La situaci¢n era compleja pero exist¡an m s alternativas que hoy.
El modelo elegido construy¢ monopolios y oligopolios privados en contra de la m s cl sica teor¡a econ¢mica y con contratos leoninos. Pulveriz¢ los peque_os y medianos empresarios, y con ellos a la mano de obra intensiva y especializada. At¢ toda la econom¡a y la moneda (el peso) a una sola moneda: el d¢lar, con lo cual nuestro pa¡s absorbi¢ la inflaci¢n de EE. UU. a_o a a_o; traslad ndose en forma acumulativa al precio de todos nuestros bienes y servicios. Los que se encarecieron de manera exorbitante influyendo en forma directa en el estancamiento y en el desincentivo a la producci¢n. Mientras la primer potencia ten¡a inflaci¢n por expansi¢n de la actividad econ¢mica, nosotros ¡bamos a la deflaci¢n y al estancamiento. Ahora nos rasgamos las vestiduras por el ¡ndice de desocupaci¢n. Y nos ilusionamos con terminar esta tercera experiencia en una situaci¢n mejor. No hay lugar para la duda: SURAMRICA ES LA CUNA DEL REALISMO M-GICO, ¥ARGENTINA OSTENTA EL PRIMER LUGAR! Y CONTIN+AN UTILIZ-NDOLA COMO EL MEJOR LABORATORIO DE PRUEBAS.
Cualquier pol¡tico, que se precie de tal, antes de avanzar en el desarrollo e implementaci¢n de pol¡ticas, evaloa las circunstancias y situaciones imperantes diagn¢stico que incluye la actitud y el car cter del pueblo-, las estrategias a seguir, los posibles imponderables, los probables resultados, y finalmente desarrolla un estudio de probabilidad de ‘xito para achicar el margen de error y llegar a un resultado feliz. Los resultados y las expresiones de los que tuvieron responsabilidad directa en la conformaci¢n de la actual situaci¢n hablan de otra cosa. No se analiz¢ la cantidad de personas que la nueva configuraci¢n de la econom¡a expulsar¡a del sistema o peor aon se le rest¢ importancia, como si se tratara de «subindividuos». Se pidieron pr’stamos sin evaluar el monto de deuda global y la posibilidad de pago a partir del nivel de producci¢n del pa¡s. Igualmente, no se consider¢ que la falta de producci¢n transformar¡a a la econom¡a del pa¡s en reh’n de los mercados financieros globalizados.
De esta forma quedamos sometidos al acoso y ahogo de un «capitalismo accionario» que hoy se sustenta exclusivamente sobre la especulaci¢n financiera globalizada, aunque en los pa¡ses desarrollados utiliza formas m s edulcoradas. Este capitalismo reciclado por la crema de los theorei mundiales cre¢ las herramientas m s apropiadas para su desarrollo: las consultoras y los ¡ndices, como el tan mentado «riesgo pa¡s», ambos manejados caprichosamente y a discreci¢n por los centros financieros internacionales. Nuestros grandes economistas y consultores junto a algunos formadores de opini¢n, para mi gusto, muy mezquinos e irresponsables -salvo honrosas excepciones-, aplaudieron a rabiar durante mucho tiempo los cambios que beneficiaron la concentraci¢n hacia unos pocos bolsillos, pero no dedicaron el mismo esfuerzo para plantear la falta de una cultura dedicada al trabajo, a la producci¢n de bienes y servicios. As¡ colaboraron a transformarnos en rehenes. Cito a modo de ejemplo el apoyo a la aplicaci¢n de la teor¡a seudo cient¡fica del efecto «derrame» como parte integrante del «modelo», sin realizar siquiera un debate previo: poblico, objetivo y cient¡fico. Hoy, millones de argentinos sufren sus consecuencias.
Resiste al sentido comon el planteo de un sistema econ¢mico que no tiene en cuenta la necesidad prioritaria de ponerse el overol y salir temprano a trabajar, y solamente incluye festicholas a toda hora y por cualquier motivo para el establishment y la dirigencia. Ya es un cl sico recordar las palabras del sindicalista Barrionuevo, quien en un ataque de sinceramiento poblico manifest¢ que no hab¡a hecho la plata trabajando y que «todos» deber¡an dejar de robar por dos a_os si quer¡an levantar al pa¡s. El sentido comon siempre nos interpel¢, tanto a la sociedad como a sus dirigentes, aun desde los lugares m s disparatados e ins¢litos, pero una y otra vez fue desechado. La plata f cil y la joda fueron moneda corriente, +para qu’ trabajar, invertir genuinamente, producir? Eso estaba reservado a los tontos de otras latitudes, nosotros ‘ramos los vivos.
Planteo 2: La pol¡tica en general y la econom¡a en particular implementadas en la Argentina en la d’cada del ¡90 trajeron un menoscabo en las instituciones de la Repoblica y en la calidad de la democracia. Los que vivimos en la Argentina recordamos la famosa «pelea de palacio» que enfrent¢ a Menem con su ministro Cavallo. Desde el entorno presidencial se achac¢ falta de lealtad al ministro de econom¡a; y era una de las campanas. La otra dej¢ en claro ante cuanto micr¢fono y c mara tuvo a su disposici¢n que no estaba dispuesta a prestarse a la construcci¢n de un poder mafioso y un pa¡s sometido a ese grupo. Pregunto: +qu’ hicieron los que ten¡an el poder luego de despedir al superministro desleal? Tal como era previsible, continuaron manteniendo, a instancias del establishment, el famoso «piloto autom tico». En buen criollo, se renunci¢ a todo tipo de pol¡tica econ¢mica y se dej¢ funcionando la econom¡a tal cual la hab¡a montado Cavallo a comienzos de la d’cada. Si algo no estaba en discusi¢n para ambas partes era la econom¡a. Lo cual nos permite inferir, por el nivel de los ep¡tetos y la proyecci¢n que alcanz¢ la diatriba, que la discusi¢n m s bien giraba alrededor de para «qui’n» se trabajaba y cu les eran los «objetivos».
Recuerdo, para algon desmemoriado, que segon nos marcan las estad¡sticas, el estancamiento econ¢mico comenz¢ en el a_o 1998 cuando Menem iba por la segunda presidencia. Eso s¡, la «menemlandia», para esa fecha, andaba muy ocupada en imaginar como manosear el andamiaje jur¡dico de la Constituci¢n para conseguir un tercer per¡odo y posiblemente un sistema autom tico de reelecci¢n sine die. No quito el m’rito de frenar en el a_o 1991 la hiperinflaci¢n con la estabilidad monetaria aunque tambi’n aqu¡ hubo errores gruesos, como por ejemplo atar el peso a una moneda onica; anexando a ello el funcionamiento de toda la econom¡a. Pero deber¡an haber planteado la posibilidad de una pol¡tica privatizadora responsable y eficiente en algunas reas disminuyendo al m ximo la posibilidad de monopolios y oligopolios- e inspirando un gran impulso al trabajo y la producci¢n, dir¡a casi exclusivamente en el sector de la peque_a y mediana empresa. Y esto no se hizo.
El planteo de una econom¡a basada en un pu_ado de monopolios y oligopolios, una apertura comercial irrestricta, un estado que se financia a trav’s de infinitos pr’stamos, am’n de una corrupci¢n generalizada, desincentiva totalmente la creaci¢n de emprendimientos productivos, ya sea por los costos directos sin posibilidad de injerencia, como por los peligros reales de fracaso empresario por pr cticas desleales. Salvo la estabilidad, todo lo dem s ya es harina de otro costal y ¥qu’ precio estamos pagando los argentinos por todo lo dem s! Algunos creen que hubo errores muy gruesos junto a intereses espurios y complicidades. Con todo, tanto los errores si es que fueron tales- como los delitos si es que existieron- no los est n pagando ni Menem, ni Cavallo, ni sus entornos, ni el establishment, sino un tercio de la poblaci¢n argentina que est sufriendo horrores.
Me remito a los hechos: mediante el piloto autom tico se perpetu¢ la concentraci¢n econ¢mica que ¥oh casualidad! favorec¡a una vez m s, por el lado de la Administraci¢n, a nuestro eximio patr¢n de estancia y su cohorte de adulones; por el lado del mercado, al sector financiero y a unos pocos seudo empresarios de la «patria contratista» devenidos en privatistas en los 90. Las referencias escritas dan cuenta de la pelea entre los dos protagonistas principales no por la sustancia del modelo, sino por la paternidad del mismo. ¥Vaya qu’ modelito!… Y todo ello a pesar de que los indicadores ya mostraban que el nivel de vida de la gran mayor¡a de los argentinos se desbarrancaba sin retorno. +Acaso as¡ actoa alguien preocupado por su pueblo?, ¨C¢mo jugaron en todo esto los poderes Judicial y Legislativo?, +En la forma de conducir los casos m s resonantes que actualmente recorren los pasillos de tribunales- surge algon tipo de corresponsabilidad puntual o seudo corporativa?, +A qu’ deslealtad hac¡a pues referencia la primer campana? ¥Bingo! para el que acierte con la respuesta: se lleva el pozo y es multimillonario.
Como ‘stos podr¡a enumerar una lista muy larga y variopinta de hechos que modelan una ‘poca y su mentor: UN GOBERNANTE QUE ACHIC. LA DEMOCRACIA Y REBAJ. LA CALIDAD DE LA REP+BLICA A SU M-NIMA EXPRESI.N, EN BENEFICIO DE LA «DECRETOCRACIA» Y LOS NEGOCIOS PARA LOS AMIGOS. Y COLABOR. ACTIVAMENTE CON LA ESTRATEGIA GENERAL. Resuenan aon ciertas teor¡as elaboradas y divulgadas al calor del poder: «Lo que importa es hacer. Y todav¡a hay algunos que andan preocupados por el qu’ y el c¢mo». El hacer, por s¡ mismo, transformaba a una persona en exitosa, a un gobierno en non plus ultra y a un pa¡s en una naci¢n con chapa del primer mundo. Todo por arte de magia. ¨Puede haber un caso mayor de estulticia o ‘sta se hab¡a transformado en una ideolog¡a?
DE LA RUA-CAVALLO
En cuanto a esta tercera experiencia de Cavallo como funcionario de un gobierno me parece importante plantear que cuando hay voluntad de modificar algo se actoa y no se avisa. +A qu’ y a qui’nes beneficia andar despotricando contra los mercados financieros o declamando el patriotismo personal a los cuatro vientos, en una suerte de repentino escozor nacionalista en plena globalizaci¢n? Ayudamos a incrementar el «riesgo pa¡s» y luego hacemos el «megacanje de la deuda externa». ¥Lindos negocios +no?! Suelen ser estrategias de mal andar y patas cortas. Desear¡a llamar la atenci¢n, a la gente bien pensante, sobre la falsedad del axioma que en forma recurrente se plantea en la historia pol¡tica argentina y que pretende justificar y eximir de responsabilidad a quienes toman las decisiones y las ejecutan: «No hay salida, es esto o la hecatombe». Siempre hay m s de una salida y en la elecci¢n del camino se demuestra la honradez, la capacidad y la voluntad, descontando que el miedo es mal consejero.
Pero el sistema econ¢mico de los 90 se mantiene aunque navegue a los bandazos. Al d¡a de hoy, se ha realizado el megacanje de una parte de la deuda externa argentina, y quiero avanzar sobre esta cuesti¢n puntual: el canje de la deuda externa con niveles de tasas que orillan el 16%, as¡ sea con vencimiento a veinte a_os, teniendo en cuenta la realidad argentina es un tr mite poco serio, ni que hablar de las aparentes irregularidades. ¨Por qu’ lo propusieron los banqueros?, +por qu’ trabajaron en forma acelerada para hacerlo posible? Se sabe que la mayor¡a de los t¡tulos ya estaban en sus manos. Elemental Watson: negocios son negocios, y por una comisi¢n pr cticamente limpia- cualquiera lo intentar¡a +no?
Cuando la primer potencia mundial est haciendo grandes esfuerzos para recuperar su econom¡a y para ello continoa bajando las tasas de inter’s a niveles del 4% anual, la Argentina, sin producci¢n, en recesi¢n desde hace tres a_os, en situaci¢n de default, con un cr¢nico d’ficit fiscal, un alto porcentaje de desocupaci¢n y una crisis social en aumento se da el tup’ de prometer pagar esos altos niveles de tasas ( 16%) en un plazo de tiempo determinado. Cualquier inversor y/o empresario serio, ya sea del pa¡s o del mundo, sabe que es imposible producir a esas tasas. Y que para el estado resultar aon m s inviable pagarlas cuando para ello haya que restar dinero de otras reas actualmente muy cr¡ticas y que hacen a la supervivencia de los individuos y de la sociedad.
Arrastramos una d’cada de concentraci¢n que fabric¢ millones de pobres -mientras escribo esto, la cifra continoa aumentando- y tres a_os de estancamiento, y los funcionarios tiran del piol¡n como si quedara soga en el carrete. La crisis social requiere una ¥urgente! redistribuci¢n del ingreso en dos frentes: un plan de auxilio solidario y efectivo para atender a la pobreza generalizada y as¡ evitar enfrentamientos armados, y la capitalizaci¢n y relanzamiento de la destruida clase media para reactivar el consumo. ¥Hoy Argentina no puede prometer nada, y si lo hace miente! Y las mentiras apenas duran horas en este mundo globalizado y canibalizado.
¨Por qu’ despu’s del megacanje el pa¡s deber¡a contar con capital a tasas internacionales competitivas para poder producir, si la realidad interna no ha variado? Al contrario la desocupaci¢n aumenta y con ella, la crisis. ¨Por qu’ deber¡a bajar el «riesgo pa¡s» si es un ¡ndice muy poco confiable (no resiste una medici¢n objetiva, poblica y constante en t’rminos cient¡ficos absolutos esto para los tecn¢cratas-) y s¡ esconde la expresi¢n de los intereses y caprichos de los centros financieros tras una p tina de variables y c lculos seudo cient¡ficos? + Qu’ es lo que mejora a_adir un acto pol¡tico-econ¢mico m s a la abultada lista de aberraciones realizadas por los sucesivos gobiernos? ¨Por qu’ se subestima la capacidad de ubicaci¢n y adecuaci¢n de todos los que conformamos el mercado?, +o la muletilla s¢lo se usa cuando conviene? La confianza no se construye diciendo s¡ a cualquier precio, como por caso a las actuales exigencias de los sectores financieros. Se funda con decisiones responsables y consensuadas, que denoten el esfuerzo que se est realizando y la voluntad de un pa¡s de alcanzar el ‘xito. Sobre las presuntas irregularidades de la operatoria directamente prefiero no opinar.
En la situaci¢n actual ganar la confianza del sector financiero impon¡a un rescate de la deuda unilateral a un menor valor y a una tasa m s baja que la pactada anteriormente. Decisi¢n dif¡cil, que tra¡a aparejadas algunas consecuencias complejas en el corto plazo, NO MUY DISTINTAS DE LAS QUE IGUALMENTE SUFRIREMOS, pero que por lo menos avanzaba un pelda_o en la soluci¢n real del problema y en la conquista del respeto. Autoridad, que se perdi¢ el d¡a que algunos funcionarios argentinos decidieron para el desarrollo de la econom¡a- reemplazar la producci¢n incluyente por la bicicleta financiera internacional excluyente, con el negocio de la deuda. Priorizaron el capitalismo accionario de las finanzas y los pr’stamos improductivos (movimiento de capitales especulativos, que est provocando grandes crisis) por sobre la producci¢n. Algon d¡a y contando con alguien m s capaz deber tomarse una decisi¢n de este tenor, junto a otras pol¡ticas m s inteligentes, si queremos salir de este desastre. Por ahora todo indica que los argentinos debemos continuar degrad ndonos para volvernos m s inteligentes o tal vez para cambiar de actitud y actuar con mayor sentido comon. No desesperemos, ya existen algunas manifestaciones positivas.
A MODO DE CONCLUSI.N
El d¡a que se serenen los esp¡ritus, la informaci¢n se encuentre recopilada y sistematizada y haya mayor perspectiva, la historia ese buscador implacable de lecciones que aportan a la construcci¢n del presente- investigar esta ‘poca como la oltima gran gesta thatcheriana y/o reaganiana en un pa¡s suramericano a fines del siglo XX. En esas circunstancias lo gestual tendr una gran relevancia y simbolismo; las actitudes hablan por si solas y configuran una personalidad y un tipo de acci¢n. Con diferencia de horas pudo verse al Sr. Carlos Menem, en el ejercicio del poder, posando como al pasar para una foto entre gente humilde, m s tarde disfrutando animadamente de una de esas fiestas privadas del poder que inspiraron el libro «Pizza con Champ n» y al final saludando efusivamente al recordado Mart¡nez de Hoz (ministro de econom¡a de la Dictadura). Y por si alguien es flojo de neuronas, ¥voila! tambi’n quedar registrada su amistad «…somos del mismo palo» con el Sr George Bush (ex CIA y ex presidente de los Estados Unidos), cuyo hijo tom¢ pr cticamente- por asalto la oltima ilusi¢n del mundo: la DEMOCRACIA, en los albores de un nuevo milenio.
Hay que reconocer que la estrategia desarrollada por la administraci¢n menemista es deudora de la cultura que se instal¢ en la oltima dictadura y que tristemente ensuci¢ y degrad¢ casi todas las actividades de los argentinos. El exitismo y la frivolidad del dinero f cil junto a la falta total de controles y un inconsciente autoritario (paso previo para la impunidad) alentaron a much¡simos funcionarios a implementar distintas formas de hacerse de dinero para llenar sus propias arcas, mientras se gestaba el actual genocidio econ¢mico. Y esto era conducente con diversos objetivos: Por un lado, tend¡a a diluir en una importante «masa humana» todo tipo de responsabilidad oltima. Por el otro, la extensi¢n y ramificaci¢n de la corrupci¢n manchando a muchas figuras poblicas, unidas ‘stas en una cadena de complicidades y lealtades (omert ), permitir¡a vociferar a diestra y siniestra, y en cualquier momento, la vieja entelequia de la «persecuci¢n pol¡tica». A este tipo de denuncias, que abonan la m scara de supuesta «v¡ctima» habr¡a que oponerle sus mismas palabras: +c¢mo es posible esto, si «las ideolog¡as han muerto»?
Al parecer el supuesto plan elaborado por el entorno (viaje y residencia provisoria en Siria, e introducci¢n de la Bolocco como nueva Evita) para reeditar la gesta del exilio de Per¢n y su vuelta triunfal, con la muletilla de la falta de garant¡as de la justicia argentina para con Menem (+qu’ paradoja, n¢?), no funcion¢. Frente a la aceleraci¢n de los acontecimientos parece ser que rescribieron el libreto a las apuradas, haciendo del mismo una versi¢n m s casera, aunque no menos teatral para sacar provecho de la situaci¢n. Simult neamente se trabajar¡a en varios frentes: La reciclada «Evita» llegar¡a a la gente humilde, directamente y a trav’s de los medios, para dialogar con ella y con-vencerla. La «menemlandia» ofrecer¡a una vez m s sus servicios para silenciar la crisis social, a los intereses americanos en el pa¡s, a cambio de un apoyo expl¡cito en la gambeta a la justicia. Con los gestos y resultados de ambas estrategias se avanzar¡a sobre algunas figuras del Ejecutivo y la Justicia.
Sobre la detenci¢n de Menem en particular y tras chequear la opini¢n de la gente, la respuesta es contundente: si no hay pruebas, el ex presidente Menem deber¡a estar en su casa o donde m s le plazca. Pero si las hay la pantomima de la «quinta de Don Torcuato» est muy fuera de lugar y ese privilegio de preso «vip» con lo que importa de impunidad abona la violencia creciente. Su lugar es una c rcel comon como cualquier ciudadano que delinque. A todo esto, parece ser que la jugada m s diab¢lica del sistema fue dejar como herencia el modus operandi al sucesor, para lo cual se utiliz¢ al nuevo entorno presidencial. Se asest¢ as¡ un golpe de muerte a la coalici¢n gobernante (la Alianza), y el nuevo inquilino de la Casa Rosada y su gobierno quedaron bailando en la cuerda floja.
Hoy, en v¡speras del 20 de junio del 2001 parecer¡a que hemos superado aunque no est dicha la oltima palabra- la posibilidad de caer bajo la opresi¢n de un grupo hegem¢nico de compatriotas, que abreva en los c nones de la cl sica mafia italiana y, que al parecer intentaba trasvasar en la Argentina un simil del PRI mejicano (como sistema de poder y grupo dominante). Sin embargo, en el ¡nterin, hemos sido devueltos a la realidad primigenia que se articul¢ en el pa¡s antes de los ¡70: somos rehenes de un gruposculo que ha concentrado mucho poder econ¢mico-financiero. Nos sujeta a los caprichos de los centros de las finanzas internacionales y est dispuesto a reprimir el hambre y los reclamos a sangre y fuego, utilizando para ello a quienes portan armas y cachiporras.
Nada justifica el avance acelerado hacia una nueva etapa grotesca y tr gica para los argentinos. Esta nueva etapa viene sustentada en teor¡as tanto o m s siniestras que las que nos llevaron al genocidio en la d’cada de los 70: EN ELLA, LA MARGINALIDAD SE TRANSFORMA EN UNA CULTURA. LA GENTE DEBE ACOSTUMBRARSE A VER AL DESOCUPADO COMO UN ELEMENTO NATURAL EN EL NUEVO PAISAJE. ELEMENTO NO QUERIDO PERO INEVITABLE. EL ESTADO NO PUEDE SOLUCIONAR EL PROBLEMA PERSONAL DEL DESOCUPADO, PORQUE INTRODUCE DISTORSIONES EN EL MERCADO Y AUMENTA EL RIESGO PA-S. PERO SI DEBE PROVEER AL ORDEN Y LA SEGURIDAD GENERAL (Recuerdo que ambos, trabajo y seguridad, est n amparados por la Constituci¢n y la Declaraci¢n Universal de los Derechos Humanos). POR LO TANTO USA LA FUERZA Y EL APARATO REPRESIVO PARA IMPEDIR QUE EL DESOCUPADO RECLAME Y MOLESTE AL RESTO DE LA SOCIEDAD, PUES PROVOCA INSEGURIDAD Y DESORDEN. LA FALTA DE SEGURIDAD Y LOS DISTURBIOS TAMBI+N AUMENTAN LA FICCI.N DEL RIESGO PA-S. CON EL AUMENTO DEL RIESGO BAJAN LAS INVERSIONES Y SE PERJUDICAN TODOS LOS ARGENTINOS. EN NOMBRE DE ESTA NUEVA QUIMERA «RIESGO PA-S» IMPUESTA DESDE LOS CENTROS FINANCIEROS SE JUSTIFICA EL RETORNO DE LA REPRESI.N. LA ACEPTACI.N DE LOS T+RMINOS Y CONDICIONES PARA EL MEGACANJE DE LA DEUDA EXTERNA SON EL PASO PREVIO, Y CONFIRMAN QUE ESTE ES EL CAMINO ELEGIDO.
Resulta humanamente y socialmente imposible, digerir la idea de meter palos y balas a los desocupados que protestan y reclaman por sus derechos, por un pedazo de pan. Para lo cual y a semejanza de los 70 se idearon algunas estrategias. LA QUE HOY EST- EN MARCHA, Y QUE DEBERÖA INVESTIGARSE A FONDO, TIENE QUE VER CON UTILIZAR PREVIAMENTE, PARA LUEGO ASIMILAR EN UN SEGUNDO PASO, EL ELEMENTO ¡NARCOTRµFICO-DESMANES-GUERRILLA¡ A LOS ASENTAMIENTOS DE EXTREMA POBREZA Y A LAS ZONAS Y COMUNIDADES DONDE SE REALIZAN LOS RECLAMOS Y PROTESTAS. SE EXTIENDE AS- HASTA EL EXTREMO SUR DEL CONTINENTE ARGENTINA- LA AVANZADA INICIADA EN LA NORTE½A COLOMBIA. EN ESTE CASO, QUIERO REMARCAR Y HACER PRESENTE LA MUY FUNDADA SOSPECHA DE QUE, EN LA ACTUALIDAD, LOS NARCOTRAFICANTES QUE NO EST-N PRESOS Y EL NARCOTRµFICO QUE CONTIN+A DESARROLL-NDOSE Y EXPANDI+NDOSE ES EL QUE OPERA PARA LA CIA (Central Intelligence Agency). SOBRE EL PARTICULAR HAY MANIFESTACIONES P+BLICAS DE IMPORTANTES EX FUNCIONARIOS DE LA DEA (Drugs Enforcement Administration). ¨CASUALIDAD, COINCIDENCIA, O ESTRATEGIA?
Conviene recordar que en la d’cada del 70, al menosprecio e incompetencia de una gran parte de la clase pol¡tica para con el pueblo se sum¢ la avenencia y connivencia de nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad con un gruposculo de poder econ¢mico nacional y extranjero. Naci¢ as¡ el TERRORISMO DE ESTADO y la DEUDA EXTERNA. Pero sin duda el mayor ‘xito de ese nefasto «Proceso», tanto en nuestro pa¡s como en Suram’rica, fue imponer la cultura del latrocinio, la depravaci¢n y la impunidad. En la d’cada del 90 un extenso e importante nomero de funcionarios, muy aprendidos en esa cultura, la aprovecharon hasta el hartazgo, descaradamente; en un corte transversal que se ense_ore¢ de la dirigencia argentina desde lo m s alto hasta lo m s bajo. Hoy, algunos de aquellos pol¡ticos de los 70, reciclados nuevamente en el poder, nos est llevando por la misma senda. Pidieron y consiguieron en el Congreso m s atribuciones para la polic¡a, ma_ana y ante la escalada de violencia retroalimentada a consecuencia de estas leyes- aplaudir n el Estado de Sitio para avanzar muy torpemente hacia «algo» no qu