1.- SINTESIS DEL PROYECTO:
Hace dos días el diputado Roy Cortina nos invitó a estar presentes en la sesión, y ante nuestro requerimiento nos remitió copia del proyecto que propone instituir el 19 de abril como «DIA DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LOS JÓVENES», a cuyo fin se deberán organizar actividades vinculadas a la difusión y protección de los derechos de los jóvenes en el ámbito de las de las futuras Comunas, en los centros de gestión y participación y en las escuelas de nivel medio dependientes del Gobierno de la Ciudad.
En la larga fundamentación se relatan los hechos que precedieron la muerte de Walter Bulacio. Ni CORREPI ni los integrantes de CORREPI que representan a la familia de Walter en las causas judiciales en el país y en el exterior fueron consultados previamente para evitar incurrir en algunas inexactitudes e incorrecciones de ese relato, que de todas formas resultan irrelevantes debido a lo notorio del caso.
Tampoco se da crédito más que como anónimas «fuentes consultadas» al p rrafo que se transcribe literalmente de la Introducci¢n del ARCHIVO DE CASOS DE PERSONAS MUERTAS A MANOS DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD EN ARGENTINA 1983/1998 elaborado y difundido por CORREPI. Para la pr¢xima vez, sugerimos a los Sres. Legisladores actualizar sus datos, usando la versi¢n anualmente publicada del Archivo cada mes de diciembre. En el caso del a_o 2000, la cantidad de personas asesinadas por las polic¡as y otras fuerzas de seguridad desde 1983 ya era, al 1¡ de diciembre de ese a_o, de 833. Tampoco esta observaci¢n es demasiado trascendente. CORREPI no reclama derechos de autor por la reproducci¢n total o parcial del Archivo. No es nuestra la autor¡a, sino de los agentes del ESTADO.
Se interna luego la fundamentaci¢n en una serie de consideraciones de orden psicol¢gico-social, creyendo encontrar las causas de la represi¢n policial en falta de comprensi¢n, de tolerancia, de capacidad para asimilar lo diferente, etc’tera. As¡, define «polic¡a y juventud como dos categor¡as sociales que no se vinculan con simpat¡a», y considera a los j¢venes represaliados por la polic¡a como «chivos expiatorios» debido a «asociaciones perversas» que se montan en el «imaginario social».
Finalmente, y como forma de «instalar en la conciencia juvenil y en la de toda la sociedad la necesidad de reflexionar (…) respecto al conocimiento del piso m¡nimo de derechos» de los j¢venes, y para que ellos puedan «acceder a la informaci¢n/formaci¢n sobre sus derechos y deberes en el marco del homenaje a un adolescente que perdi¢ su vida tan solo por ser tan joven», se propone construir «herramientas que permitan a nuestros j¢venes conocer sus derechos, conocerlos para practicarlos y practicarlos para defenderlos».
2.- MOTIVOS DE NUESTRO RECHAZO:
Hace ya bastante que se manifiestan algunas formas de «homenaje» institucional a los luchadores pol¡ticos y sociales del pasado reciente. En el mbito legislativo, adem s del proyectado MONUMENTO A LOS DESAPARECIDOS, se ha instituido el 24 de marzo como «DIA DE LA MEMORIA» y el 16 de septiembre como «DIA DE LOS DERECHOS DE LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS». Al manifestar nuestro rechazo al proyecto del monumento en la Costanera, dijimos que esa iniciativa contiene, m s o menos expresa, la vocaci¢n de anclar en el pasado y «desaparecer» nuevamente la real causa del martirio de los militantes que dieron todo de s¡ por los oprimidos. Recuerdan la lucha pasada, a la que sostienen que nunca debe volverse, detr s de un pacifismo que reniega de esa lucha para suprimir todas y cada una de las reales causas de la pobreza, la opresi¢n, la exclusi¢n, que siguen vigentes.
Debemos plantear lo mismo en relaci¢n al proyecto de instituir el 19 de abril como «DIA DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LOS JOVENES». El gatillo f cil, las torturas, las detenciones arbitrarias y otras formas de represi¢n policial no son el resultado no querido por el Estado de conflictos psicol¢gicos individuales ni de restos de autoritarismo que perduran al interior de las fuerzas de seguridad. Tampoco son un problema que la joven democracia no ha sabido resolver. Mucho menos refieren a una ausencia de comunicaci¢n o simpat¡a entre dos «categor¡as sociales» equivalentes. La polic¡a forma parte del aparato represivo del Estado, es el brazo armado del sistema destinado a aplicar las pol¡ticas de control social sobre los sectores m s desprotegidos, de los que, acordamos, forman parte los j¢venes, y en especial los j¢venes pobres.
Plantear que la represi¢n policial es el resultado de la ausencia de informaci¢n/formaci¢n de los j¢venes sobre sus derechos es lo mismo que sostener que la lucha de clases es un malentendido.
Walter Bulacio no muri¢ «solo por ser tan joven» o por «tener gustos distintos como ir a un recital de rock». Walter Bulacio, y casi 1.000 j¢venes m s desde 1983 a hoy, murieron porque vivimos en un sistema opresor en el cual el Estado descarga sus pol¡ticas represivas sobre ellos -sobre los pobres, sobre los excluidos- para disciplinarlos socialmente y generar las condiciones para la profundizaci¢n de sus pol¡ticas econ¢mico-sociales injustas.
No son los j¢venes los que necesitan una fecha convertida en efem’ride oficial para aprender sus derechos, practicarlos y defenderlos. Ellos los conocen y defienden a diario, y se expresan poblicamente como lo vienen haciendo por millares en las masivas marchas contra la represi¢n, en los recitales que han rendido aut’ntico homenaje a Walter y a otras v¡ctimas de la polic¡a, con las canciones de los grupos de rock y de cumbia villera que reproducen y simbolizan la lucha contra las detenciones arbitrarias, contra el gatillo f cil y las torturas. Son ellos los que nos convocan cada a_o, desde los colegios secundarios, a participar en charlas, debates, mesas redondas y todo tipo de actividades relacionadas con sus derechos cotidianamente conculcados. Son ellos los que saben que la polic¡a no est al servicio de la comunidad sino de los intereses de clase de los poderosos, y que adentro de la comisar¡a mejor no patalear, porque si no, adem s de la «encanada», te com’s el cachetazo, en el mejor de los casos.
Son los j¢venes los que han mantenido vigente durante 25 a_os la Noche de los L pices como jornada de lucha -sin necesidad de decretos ni leyes-, reinvindicando a los compa_eros caidos por el mismo sistema que hoy los victimiza a ellos con otro m’todo -y de hecho, las marchas del 16 de septiembre siempre son reprimidas por la polic¡a.
Son los j¢venes los que este viernes van a marchar a la Plaza de Mayo, con las Madres, con los HIJOS, con los familiares de las v¡ctimas del gatillo f cil, sin que les haga falta que les vengan a ense_ar que «tienen derecho a tener derechos». Ellos pelean por sus derechos, y los matan o los meten presos por eso, como est preso Emilio Al¡, con 25 a_os, por pedir pan y trabajo.
Nos parece muy bien que haya legisladores preocupados por la real vigencia de los derechos de los j¢venes, como ser¡a bueno que tambi’n les preocuparan los derechos elementales a la vida digna que cada d¡a vemos coartados, en un pa¡s con 55 chicos que mueren por d¡a por causas atribuibles directamente a la pobreza. No discutimos el derecho de los legisladores a rendir homenaje a Walter Bulacio o a cualquier otro represaliado del sistema.
S¡ repudiamos cualquier homenaje por parte de quienes no pueden disponer de legitimaci¢n para usar el nombre de quienes cayeron como consecuencia de la injusticia social y las pol¡ticas represivas que ellos gerencian.
Y si estos, u otros legisladores de la Ciudad quieren rendir un justo homenaje a Walter Bulacio, en tanto s¡mbolo de la lucha antirrepresiva, CORREPI les propone que elijan para ello una v¡a apta para la real vigencia de los Derechos Humanos. Para empezar -s¢lo para empezar- podr¡an dotar de operatividad el art. 13 de la Constituci¢n de la Ciudad, derogando la ley 23.950 que faculta a la polic¡a a detener personas en averiguaci¢n de antecedentes. Ese fue el reclamo que, en el marco de la denuncia contra el Estado Argentino por el caso Bulacio, hicimos en nombre de sus padres a la Canciller¡a Argentina, que lo rechaz¢ sin demora. Ese, s¡, es un justo homenaje a 10 a_os de la detenci¢n y muerte de Walter Bulacio.