De acuerdo a la información suministrada, si se hubieran contabilizado aquellas ciudades con menos de 5 mil almas y el medio rural, de manera extraoficial, ese número se habría engrosado en poco más de 30 mil uruguayas y uruguayos.
El nuevo índice fue de un 0,4% por arriba de la medición precedente.
En el desagregado, Montevideo ûla capital de la Nación- encabezó la lamentable lista de desocupados, con el 15,9% (7 décimas por arriba del último reporte). En tanto, el Uruguay profundo mostró una tasa de parados del 16% de la población económicamente activa, que estimativamente fue situada en los 1,9 millones de ciudadanos.
De los 109 mil parados montevideanos, resalta el documento del organismo oficial que algo menos de la mitad, 51 mil personas, no exigen ninguna condición a la hora de demandar un lugar de trabajo.
En cuanto al crecimiento del índice en el ôGran Montevideoö que incluye la periferia capitalina, la tasa igualó a la de la ciudad misma.
Lo que estaría indicando que el modelo neoliberal que encarna la administraci¢n del conservador Jorge Batlle, ya ha llegado a los sectores de la peque_a burgues¡a, estamento que ingresa a pasos r pidos en el nocleo de los excluidos.
Con relaci¢n al g’nero, un 20,4% son las mujeres que se hallan desocupadas, mientras que la p’rdida de trabajo afecta al 11,9% de los varones.
En cuanto al nivel etario, el paro sigui¢ concentr ndose en los menores de 25 a_os, ya que el 37% de ellos no tienen trabajo y que dentro de esa franja, el 46,7% son mujeres menores de 25 a_os.
El trabajo elaborado por el INE, se_ala que quienes perdieron su ocupaci¢n un a_o atr s, el 25% laboraba en el comercio -al por mayor o al menudeo- la reparaci¢n de veh¡culos, hoteler¡a y restauraci¢n. Mientras que la ense_anza y la salud expulsaron al 26% de su plantilla laboral.
Al tiempo, el documento indica que la duraci¢n media del parado se mantiene en torno a las 36 semanas.
Respecto a los 109 mil montevideanos desocupados, en cuanto a sus exigencias de conseguir un conchabo, el 47% se_al¢ que poco le importaba el lugar en donde lo hicieran; en tanto el 38% guardaba expectativas de laborar en un empleo acorde a su experiencia y conocimiento.
Porcentajes que se han invertido respecto de la medici¢n del trimestre enero -marzo, cuando la tasa de desocupaci¢n en Montevideo se acerc¢ al 14,5%.
En aquel entonces un 54% manifestaba que trabajar¡a sin ningon tipo de condici¢n, mientras que el 27% puntualizaba que aspiraba a conseguir un empleo acorde a su nivel de conocimientos
Por oltimo, los resultados de la oltima encuesta continua de hogares revelan una merma en la tasa de empleo y una feroz ca¡da del ingreso de los hogares – a lo largo y ancho de la geograf¡a nacional- del 7,1% en su comparaci¢n con el per¡odo abril – junio del a_o precedente.
Valga como dato que el ingreso medio de los hogares en la capital de la Naci¢n sudamericana, en donde se concentra m s del 50% de los 3,3 millones de habitantes que viven en el Uruguay, para el trimestre abril – junio de 2001 fue de 14 mil 685 pesos uruguayos, aproximadamente unos 1250 d¢lares. Monto que result¢ 2,9% inferior al del per¡odo marzo – mayo del a_o en curso y 11% por debajo del mismo ciclo del a_o previo.