Respetados invitados nacionales, internacionales y prisioneros de guerra
Un nuevo hecho de paz convoca el interés nacional y nos congrega.
Es la entrega unilateral por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, de 304 soldados y agentes de policía hechos prisioneros de guerra, en distintos combates realizados en los cuatro últimos años por nuestra fuerza guerrillera, contra las Fuerzas Armadas oficiales y de Policía.
CRISIS DEL R+GIMEN OLIG-RQUICO
Este acto magnánimo, se realiza en medio de la más intensa y profunda crisis que registra la historia del régimen oligárquico colombiano. Crisis que tiene sus orígenes en el sistema capitalista, generador de las grandes desigualdades sociales, económicas y políticas que sufren millones de compatriotas, profundizada en el marco de la política neoliberal que implantan la oligarquía y su casta política por mandato e imposición del Fondo Monetario Internacional, para privatizar las empresas colectivas de los colombianos, incrementar la explotaci¢n sobre los trabajadores y sectores medios de la poblaci¢n y concentrar aun m s la riqueza en unos pocos nacionales y extranjeros, sin importarles que con ello aniquilan el patrimonio comon, regalan la soberan¡a nacional, ofenden la dignidad patria y entregan la seguridad del pa¡s.
Es as¡ como el Estado administra justicia, legisla, gobierna y ejerce el poder de las armas en defensa de los privilegios de una minor¡a nacional y extranjera, que ha monopolizado siempre la riqueza nacional. As¡ ha sido hist¢ricamente, es su conducta habitual y su forma de gobernar.
POBREZA Y MISERIA DEL PUEBLO COLOMBIANO
Todo el poder estatal contra m s de 30 millones de compatriotas, a quienes se les viola de manera descarada y arrogante el derecho a la vida, al trabajo, a la salud, a la educaci¢n, a la vivienda, a la tierra, a la libre organizaci¢n pol¡tica, es decir, se les violan por parte del Estado los m s elementales Derechos Humanos a que tienen derecho todos los colombianos, mientras se incrementa la pobreza, la miseria, el hambre, el desempleo, subempleo y las desigualdades de todo orden.
Es la raz¢n por la cual 22 millones de colombianos viven en la pobreza; 8 millones m s subsisten en la miseria absoluta; 6 millones 500 mil ni_os viven en situaci¢n de pobreza y 1 mill¢n 200 mil en la miseria; la tasa del desempleo est en un 25 %, segon estudios de las Centrales Obreras, afectando a m s de cuatro millones de colombianos; otros 4 millones de trabajadores, medio viven de la econom¡a informal; 2 millones 500 mil j¢venes abandonaron sus estudios el a_o anterior para engrosar el nomero de compatriotas que buscan trabajo; 2 millones de familias campesinas carecen de tierra para trabajarla; los desplazados ya son 2 millones; los exiliados pasan del mill¢n; 12 millones no tienen agua potable;800 mil familias est n a punto de perder su vivienda por deudas con el sector financiero; el d’ficit fiscal se dispar¢ en un 76 por ciento en lo que va del a_o, equivalente a un bill¢n ochocientos mil millones de pesos; el gasto poblico continoa desbordado; y la recesi¢n econ¢mica sigue profundiz ndose segon lo indican las cifras de los sectores productivos.
MEDIDAS REPRESIVAS CONTRA EL PUEBLO
En medio de la protesta de millones de colombianos que luchan -por distintos medios en campos y ciudades-, por cambios en la estructura del Estado, de su r’gimen pol¡tico y la base econ¢mica que lo sustenta, la actitud del Poder Ejecutivo pone en duda sus verdaderas intenciones de paz, cuando soborna al Congreso para que apruebe una serie de medidas como la Reforma fiscal, pensional y de transferencias, impuestas por el Fondo Monetario Internacional y una legislaci¢n de guerra para silenciar a todo aquel que se atreva a protestar y as¡, y solo as¡, poder aplicar sin oposici¢n ni rechazos las antipatri¢ticas pol¡ticas neoliberales.
El asesinato selectivo de l¡deres populares y sindicalistas sigue su curso de terror, hasta tal punto, que Colombia puede ser sancionada por la Organizaci¢n Internacional del trabajo, O.I.T.
Un tercer Batall¢n de antinarc¢ticos, entrenado y asesorado por militares gringos, con un costo de 16 millones de d¢lares, acaba de entrar en operaciones, mientras se le niegan recursos a la educaci¢n y la salud poblicas, argumentando que es una medida necesaria para superar el d’ficit fiscal.
PARAMILITARISMO
Como complemento a lo anterior y para acallar y contener las luchas de las fuerzas sociales, en las que ahora, al lado de hombres y mujeres adultos, participan activamente los ni_os y los ancianos, continoa en ejecuci¢n la pol¡tica estatal del paramilitarismo que, con la complicidad de altos mandos Militares y de Polic¡a, y bajo la m s absoluta impunidad, masacra, tortura, asesina selectivamente, expropia, repuebla regiones con sus propios hombres, narcotrafica y busca generalizar el terror con la intenci¢n de inmovilizar a los luchadores populares que propugnan por cambios democr ticos.
EL PLAN COLOMBIA
La ejecuci¢n del Plan Colombia, que no es otra cosa que la participaci¢n militar descarada de los Estados Unidos en nuestro territorio, disfrazada de lucha contra el narcotr fico, mientras se posicionan estrat’gicamente en Am’rica del Sur para garantizar la imposici¢n de su plan neoliberal: ALCA (-rea de Libre Comercio para las Am’ricas), antesala a una anexi¢n colectiva de tipo neo colonial de los pa¡ses latinos a los Estados Unidos de Am’rica, donde las transnacionales gringas terminar n de manera inmisericorde con nuestras debilitadas econom¡as.
EQUIVOCADA LUCHA CONTRA EL NARCOTRµFICO
La estrategia que el Gobierno norteamericano le ha impuesto a Colombia para combatir los cultivos il¡citos en nuestro pa¡s, est condenada al fracaso, porque est n tratando m’dicamente a la s bana y no al enfermo.
Este fen¢meno se terminar no con fumigaciones ni con medidas represivas, sino con una redistribuci¢n de la tierra, integral y democr tica, donde la sustituci¢n de cultivos est’ acompa_ada de asesor¡a t’cnica, pr’stamos al campesinado por la Banca estatal, con a_os de gracia y facilidades de pago; v¡as de penetraci¢n, centros de mercadeo y precios de sustentaci¢n; m s el compromiso serio de los pa¡ses industrializados de levantar el proteccionismo y el subsidio a sus productos agr¡colas, para que los de nuestros campesinos puedan penetrar en sus mercados; de lo contrario seguiremos en el mismo c¡rculo vicioso.
El narcotr fico como tumor canceroso sigue de manera vertiginosa devorando a la humanidad. Por tal raz¢n, afirmamos, que su erradicaci¢n requiere del compromiso serio de la comunidad internacional, donde los pa¡ses consumidores, los productores de qu¡micos para el procesamiento de las materias primas, los recicladores del dinero producido por este negocio, al igual que los pa¡ses cultivadores, deber n asumir sin hipocres¡a la responsabilidad que a cada uno les compete en este inmoral negocio del capitalismo mundial.
CORRUPCI.N Y POLITIQUER-A
La corrupci¢n reina en las altas esferas de la casta pol¡tica, la que hasta la saciedad ha demostrado su incapacidad moral para seguir manejando el patrimonio de los colombianos, donde ya no administra, sino que roba, como lo atestiguan los casos de Dragacol, Chambaco, Foncolpuertos y TermoR¡o, entre muchos otros.
De otra parte, los partidos pol¡ticos liberal-conservador continoan postrados y encadenados al pasado, a_orando la Constituci¢n de 1886.
Una gran mayor¡a de Senadores de la Repoblica y Representantes a la C mara de espaldas a las necesidades y angustias del pueblo, ileg¡timos en la medida que incumplen los cambios prometidos a sus electores, legislando siempre contra los pobres para favorecer y alagar a los poderosos a cambio de prebendas de todo tipo, corruptos hasta los tu’tanos, comprometidos de pies y manos con el paramilitarismo estatal y entregados a los intereses del imperio norteamericano.
Los candidatos m s opcionados a la Presidencia s¢lo se diferencian entre s¡, por la fecha en que han viajado a los Estados Unidos, para que les expliquen el Plan Colombia en ingl’s, porque en espa_ol no lo entienden.
Sus campa_as pol¡ticas hasta ahora se han limitado onicamente a atacar el proceso de paz entre Las FARC y el gobierno Pastrana, haci’ndole exigencias unilaterales a la primera, olvidando que son dos partes las que est n en la Mesa, lo que implica equivalencia; adem s, todav¡a no se ha llegado a acuerdos para solucionar lo relacionado con el paramilitarismo de Estado, el canje de prisioneros de guerra, la nefasta pol¡tica neoliberal y la acci¢n violenta de la Fuerza Poblica.
ENTREGA DE LA SOBERAN-A
La injerencia de efectivos militares norteamericanos en nuestro conflicto interno, cada d¡a es mayor, pisoteando nuestra soberan¡a , por lo cual exigimos la salida del pa¡s de todos los asesores y agentes norteamericanos, incluyendo los encubiertos.
De igual forma exigimos al Presidente de la Repoblica, poner fin a la humillante, anti soberana y vergonzosa pr ctica de extraditar a nuestros compatriotas a los Estados Unidos para que sean juzgados all¡, como si en Colombia no pudieran ser juzgados y sancionados por los mismos delitos por lo que all se les acusa.
Los 17 civiles muertos en Santo Domingo, Arauca, es otro caso ilustrativo de la intervenci¢n directa de asesores norteamericanos en el conflicto armado, donde el Comandante de La Fuerza A’rea Colombiana, al igual que la multinacional Oxydental, le deben al pa¡s muchas explicaciones. Igual explicaci¢n debe el gobierno Pastrana con relaci¢n al caso de un ex oficial colombiano, quien recientemente fue condenado a cadena perpetua en los Estados Unidos, por un delito que ya pag¢ en Colombia.
Aclaramos que las FARC, no son enemigas del pueblo norteamericano, porque sabemos, como lo escribi¢ William Fulbrigth en su libro La Arrogancia del Poder, que » Hay dos Estados Unidos. Unos son los Estados Unidos de Lincoln y de Adlai Stevenson, el otro son los Estados Unidos de Teddy Roosvelt y de los super patriotas modernos. Uno es generoso y humano, el otro mezquino y ego¡sta, uno es autocr¡tico, el otro autojustificador. (…) Uno es juicioso, el otro insolente en el ejercicio de su gran fuerza.»
MEDIOS DE COMUNICACI.N
Los grandes medios de comunicaci¢n de radio, prensa y televisi¢n, en la medida que cayeron en poder de los grupos econ¢micos monopolistas, perdieron la objetividad y colocaron los mezquinos intereses econ¢micos, pol¡ticos y sociales de sus propietarios, por encima del inter’s social y del bien comon. Lo que ha permitido a sus due_os manipular la opini¢n del pa¡s para mantener desinformados a los pobres y explotados con el fin de evitar la lucha organizada y perpetuar sus privilegios de clase.
EL PROCESO DE PAZ
Consideramos que el proceso de paz con la administraci¢n Pastrana, a pesar de las dificultades que se han presentado y seguramente se seguir n presentando por la naturaleza misma del conflicto, presenta, a nuestro modo de ver, resultados positivos.
Seguidamente enunciaremos algunos:
La elaboraci¢n de la Agenda Comon, la confianza rec¡proca que existe entre los voceros de las FARC y los negociadores del Gobierno, la vinculaci¢n cada d¡a m s de la poblaci¢n a este proceso por medio de las Audiencias Poblicas y las Mesas Redondas, la consolidaci¢n de un grupo de pa¡ses amigos del Proceso, la Audiencia Internacional sobre cultivos il¡citos y medio ambiente, el cumplimiento casi en su totalidad del «Acuerdo de los Pozos», salvo el punto 10 sobre la erradicaci¢n manual de los cultivos il¡citos, ya que las fumigaciones continoan sin interrupci¢n y de manera indiscriminada, afectando los cultivos de pancoger: pl tano, yuca, ma¡z, entre otros, acabando as¡ la base econ¢mica y alimenticia, pero tambi’n la salud de los campesinos del Putumayo, Caquet , Bol¡var y Norte de Santander.
Del acuerdo de Los Pozos resaltamos el cumplimiento por las partes del intercambio humanitario de prisioneros de guerra enfermos, lo que sin duda ha permitido generar m s confianza en el proceso.
PROPUESTAS DE LAS FARC-EP PARA SOLUCIONAR LA CRISIS NACIONAL
Como lo propusimos desde 1991, Colombia requiere una Constituci¢n democr tica y popular. Por ello, los acuerdos que se logren en la Mesa Nacional de Di logo, deben ser ratificados o desaprobados en una Asamblea Nacional Constituyente.
Ante la magnitud de la crisis pol¡tica e institucional de Colombia, las FARC-Ej’rcito del Pueblo, reitera al pueblo colombiano y a la comunidad internacional su franco prop¢sito y disposici¢n de concertar, en la Mesa Nacional de Di logo, con la urgencia que reclama el pa¡s, acuerdos en los aspectos fundamentales como son el econ¢mico y el pol¡tico, y propone un GOBIERNO DE RECONCILIACI.N Y RECONSTRUCCI.N NACIONAL.
La deuda externa sigue cual fuego maligno consumiendo nuestro Producto Interno Bruto; por ello, hacemos una vez m s la propuesta de pedir una moratoria por 10 a_os en su pago y realizar un Foro promovido por la Mesa de Di logo, con la participaci¢n de todos los pa¡ses amigos, para tratar el mismo tema y su determinante incidencia sobre el subdesarrollo y dependencia de nuestro pa¡s y el bienestar de todo un pueblo.
La propuesta nuestra de despejar el municipio de Cartagena del Chair para que se haga un experimento piloto sobre sustituci¢n de cultivos, sigue vigente.
Proponemos, para poner fin al lucrativo y corruptor negocio del narcotr fico a nivel mundial, legalizar el consumo de la droga.
Desde esta tribuna, le expresamos a los profesores, estudiantes, padres de familia, trabajadores de la salud y dem s, nuestro incondicional apoyo solidario en su justa lucha por la derogaci¢n de la antipatri¢tica Ley 012, y desde ya, le hacemos un llamado al pueblo colombiano a echarla abajo por medio del refer’ndum propuesto por Fecode, Anthoc y otras organizaciones sociales.
ENTREGA UNILATERAL DE PRISIONEROS DE GUERRA
Es en este escenario pol¡tico, econ¢mico, social y de guerra, donde Las FARC, de manera unilateral y por voluntad propia, decide poner en libertad a 304 servidores de la Fuerza Poblica, entre soldados y polic¡as, hechos prisioneros de guerra en combate, y olvidados no s¢lo por el Estamento Militar, sino tambi’n por el mismo Estado y la casta pol¡tica dirigente.
Dos a_os de obsesiva persistencia de parte de nuestro Comandante en Jefe Manuel Marulanda V’lez, para que El Estado pusiera fin al largo cautiverio de sus hombres por intermedio de un canje, donde saldr¡an tambi’n los guerrilleros presos de las c rceles del r’gimen, fue infructuoso. S¢lo ahora fue posible el intercambio humanitario de prisioneros de guerra enfermos, por guerrilleros tambi’n enfermos; hecho este de gran significaci¢n para el proceso.
Pero no ha sido f cil. Comenzando porque al delito pol¡tico lo convirtieron en delito comon, y por ello, a los prisioneros de guerra los llaman secuestrados, aduciendo que los prisioneros de guerra, de conformidad con los Acuerdos de Ginebra, solo se dan cuando el conflicto es entre dos Estados, como si la vida no fuera m s rica que cualquier teor¡a. Y persisten de manera obstinada oponi’ndose al canje como tal, reserv ndole a los humildes soldados que combaten por defender los privilegios de las clases ricas, un olvido ingrato en una espesa selva.
Para la comunidad nacional e internacional debe quedar claro que las FARC realizan esta entrega unilateral de prisioneros de guerra con el prop¢sito de mostrar, una vez m s, nuestra inquebrantable voluntad de paz con justicia social.
LEY DE CANJE PERMANENTE DE PRISIONEROS DE GUERRA
Reiteramos, ante el pa¡s y el mundo, que las FARC continoan en la lucha por acordar con el Estado colombiano una Ley de Canje Permanente que permita, mientras continoe la confrontaci¢n armada, el intercambio de prisioneros de guerra, y facilitar as¡, el retorno al seno de sus familias a los 47 oficiales y suboficiales que permanecen en nuestro poder como prisioneros de guerra, as¡ como de los guerrilleros prisioneros en las c rceles del Estado.
ESTADO MAYOR CENTRAL DE LAS FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA, EJERCITO DEL PUEBLO, FARC-EP