Muy buenas tardes jóvenes, buen provecho. Gracias por venir a acompañarnos a esta, su casa; Los Pinos, la casa de todos los mexicanos.
Espero que hayan comido bien, espero que podamos plantearnos juntos este enorme reto que tenemos en el campo mexicano.
Sé que han estado trabajando, este par de días; sé que se han discutido muchas -muchas- buenas ideas.
Me da mucho gusto aquí ver tantas caras conocidas, pero sobre todo me da mucho gusto ver aquí, en la práctica, en los hechos, la alianza, la unión de la cadena alimentaria, donde está desde el productor básico en el campo, el agricultor, el ganadero; está el procesador y están quienes venden los productos al último consumidor.
Eso ya, en sí mismo, tiene un alto significado y no tengo la menor duda de que de esta estructura, de esta unión deben de salir las respuestas a los muchos problemas que nos aquejan en el campo.
Quiero anticipar y decirles que ciertamente no tenemos todas las soluciones para los asuntos del campo, ni son mágicas las soluciones que estamos implementando; que tenemos un largo camino que recorrer juntos, para enderezar muchas cosas, para regresar a la l¢gica y evitar las distorsiones en las que hemos ca¡do.
S’ que hay un sentido de urgencia, s’ que el tiempo es un factor importante. Estoy claro de los muchos problemas de coyuntura, problemas y demandas inmediatas que -con justa raz¢n- se nos exige resolver hoy, hoy, hoy.
Y sabiendo esto, estamos trabajando para resolver la coyuntura, pero sobre todo para construir un futuro perdurable, sustentable, un futuro exitoso, un futuro productivo y de calidad.
Por eso, decirles que s¡ queremos su entendimiento, porque tenemos que ver por cien millones de mexicanos y mexicanas; tenemos que ver por todo un pa¡s, donde frecuentemente hay conflictos de inter’s entre el productor y el consumidor, entre el productor agropecuario y el procesador de los productos del campo; entre la competencia que tenemos por el agua en el consumo humano, en la industria y la que consume el sector agropecuario; en el conflicto de inter’s que frecuentemente se nos presenta entre la agricultura y –por ejemplo– el cultivo del bosque maderable.
En suma, lo que bien relata ese libro que se llama El -rbol de Oliva y el Exus: El Arbol de Oliva, siendo la comunidad, siendo nuestras ra¡ces, siendo ese lugar peque_o en el campo, siendo ese ejidatario, siendo ese peque_o agricultor; y el Exus, la vanguardia tecnol¢gica, el estado del arte en la fabricaci¢n, en la tecnolog¡a y en el desarrollo econ¢mico.
Ciertamente el mundo y particularmente en M’xico pasamos por estas transiciones y tenemos que tener la inteligencia y el talento para navegar, con ‘xito, a trav’s de estas aguas -a veces turbulentas- para llegar a puerto seguro y resolver lo que s’ que es lo que nos interesa a todas y a todos los aqu¡ presentes resolver: es mejorar el nivel de vida y la calidad de vida de las familias en el campo mexicano, 24 por ciento de la poblaci¢n econ¢micamente activa; que es responsabilidad de sacar adelante de estos liderazgos que veo aqu¡ –frente a mi– y que es responsabilidad tambi’n del Gobierno de contribuir, de manera exitosa, a lograr esos mejores niveles de vida.
Una pol¡tica para el campo humanista. Esto es la responsabilidad de los l¡deres, de la vanguardia aqu¡ presente, en esta su casa, de Los Pinos.
Me da, por tanto, much¡simo gusto estar en confianza, estar entre tanta gente que trabaja en nuestro campo.
La responsabilidad de ustedes es muy grande, porque los socios y asociados de este Consejo, producen gran parte de lo que le da alimento y vida a nuestro querido M’xico.
Ustedes representan a empresas y asociaciones de vanguardia, que han sabido entrarle al campo con disciplina, con trabajo, con tes¢n, con productividad y con mucho ‘xito.
La globalizaci¢n y la apertura comercial de nuestro pa¡s, abre grandes oportunidades de negocios para ganar mercados.
Mi Gobierno est desplegando su esfuerzo para acordar y hacer cumplir acuerdos y tratados internacionales para nuestros productos mexicanos, para que accedan a otras econom¡as, pero la competencia global nos impone a la vez grandes retos.
En cualquier circunstancia que se nos presente la alternativa de decidir, entre apoyar al productor mexicano, o cumplir con normas dudosas a veces, o acuerdos que no est n totalmente legitimados, habremos siempre de optar por estar al lado del productor mexicano.
Estamos obligados a superarnos y a incrementar la productividad y la calidad d¡a a d¡a; invirtamos en m s y mejor tecnolog¡a y en la capacitaci¢n de nuestra gente, para hacer que este capital humano, este patrimonio de M’xico, logra hacer realidad la productividad, competitividad, empleos y nivel de vida que nos demandan todas las familias en M’xico.
Tenemos que lograr un desarrollo incluyente, con cadenas productivas que permitan que junto a las grandes se fortalezcan las micro, peque_as y medianas empresas; as¡ aumentaremos la productividad, crearemos empleos dignos, y lograremos que los beneficios se distribuyan entre todas y todos.
Sin embargo lo sabemos bien, nuestro campo ha sido hist¢ricamente olvidado.
Durante d’cadas nuestro pa¡s vio desarrollar y crecer a sus ciudades, sus industrias, sus empresas de servicios, a expensas del campo. Hay que reconocer que las campesinas y los campesinos mexicanos cargaron sobre sus espaldas el costo de la industrializaci¢n.
Hoy tenemos que recuperar la consciencia sobre la importancia del desarrollo rural; no hay pa¡s de vanguardia que no tenga un sector agropecuario s¢lido y productivo; este debe ser un potente motor de cambio y un detonador de empleo.
No podemos seguir permitiendo que la concentraci¢n de la pobreza extrema y sus terribles secuelas, sea s¢lo en el sector rural.
Estamos impulsando bien fuerte con el apoyo de la sociedad civil, programas como el de las 250 Microrregiones, que abarca los 460 municipios m s pobres y marginados del pa¡s, impulsando el PROGRESA, la vivienda progresiva para llevar un m¡nimo de infraestructura a la gente del campo.
Ya varias empresas, empresas de la sociedad civil trabajan en las Microrregiones, porque reconocen que invirtiendo en programas que benefician a la gente, a las y los ind¡genas, avanzaremos m s r pido por los caminos de prosperidad que nos hemos trazado.
Estamos impulsando una gran Alianza para el Campo y trabajando para fortalecer las cadenas productivas en todos sus eslabones: empresas sociales, cooperativas, es decir, con m s oportunidades para todo mundo en el campo.
Tenemos que crear las condiciones del sistema financiero que permitan respaldar el esfuerzo de la gente del campo. Hay dos programas que est n gest ndose junto con la sociedad civil, con las organizaciones como las de ustedes, que habremos de presentar hacia finales del a_o y que van a revolucionar, particularmente la atenci¢n al campo.
Uno, la Nueva pol¡tica social y de compromiso con los excluidos, con la marginaci¢n y con la pobreza. La filosof¡a ser dignificar, ser equipar a cada familia con las habilidades, las capacidades y las posibilidades de superar la pobreza por su propio esfuerzo, y ser tambi’n la de asegurar a cada una de estas familias el futuro, un futuro cierto en materia de educaci¢n para los hijos, de salud para la familia, de acceso al deporte, a la cultura y a otros bienes y satisfactores que reclama cada mexicano y cada mexicana.
Y el otro programa tiene que ver con la nueva estructura de financiamiento al campo. Habremos de presentar un nuevo sistema financiero integral, global, total que d’ cobertura a todo el pa¡s, y que permita acceso al cr’dito, al financiamiento al capital a todos y cada uno de los productores.
Tenemos entonces un firme compromiso con la gente del campo, por esto estamos atendiendo las demandas y quejas de los ca_eros, para que reciban el pago que algunos industriales les adeudan. No vamos a tolerar conductas deshonestas, pondremos fin a los vicios y enga_os del pasado.
Estamos ampliando las acciones de PROCAMPO para apoyar a m s productores. Tres millones de ellos resultan beneficiados gracias a un nuevo esquema por el cual reciben el apoyo 120 d¡as antes de la cosecha, de la siembra, para que puedan iniciar el ciclo con ese peque_o y modesto capital.
Mi Gobierno est trabajando con hechos concretos, Nacional Financiera ya inici¢ un programa de apoyo a peque_as y medianas empresas otorgando cr’ditos, capacitaci¢n y asistencia t’cnica. Va a extender sus servicios al ramo de la pesca.
El caso de BANCOMEXT que puso ya en marcha el esquema simplificado de cr’dito para las peque_as y medianas industrias. Cre¢ dos fondos para cubrir necesidades de capital y financiar la compra de maquinaria y equipo.
Vamos a transformar BANRURAL y a convertirlo en una instituci¢n financiera con la participaci¢n directa de los productores. Est ya en marcha el apoyo crediticio y financiero para la configuraci¢n de las cadenas productivas, apoyados precisamente en la vanguardia en aquellos que realizan la oltima venta al consumidor.
El Congreso acaba de aprobar y de nuevo va por ello mi sincero reconocimiento al mismo, un importante paquete de reformas financieras para que reactivemos el cr’dito e impulsemos la Banca de Desarrollo, la Banca Social, la Banca Cooperativa, la Banca de Ahorro, las cajas de ahorro, las cooperativas agr¡colas y los sistemas de microcr’dito. Todo ello pondremos en marcha a la brevedad, una vez que ha quedado aprobada esta nueva Ley en el Congreso de la Uni¢n.
Estamos dando certidumbre y transparencia a la tenencia de la tierra, certificando la leg¡tima propiedad en el campo, la cual es fundamental para poder trabajar con confianza.
Agricultores y ganaderos se ven afectados por la introducci¢n il¡cita de productos provenientes del extranjero, adem s de sufrir pr cticas de dumping y la importaci¢n de art¡culos bajo fracciones arancelarias distintas a las que les corresponden.
Estamos actuando y estamos vigilando cuidadosamente para que cesen estas irregularidades y se respeten los acuerdos internacionales, tanto en la importaci¢n como en la exportaci¢n de productos agropecuarios.
Pueden estar seguros de que habremos de hacer cumplir la ley para frenar el comercio desleal que los afecta, al igual que el contrabando. En los primeros cinco meses del a_o llevamos incautaciones de contrabando 36 veces superiores a cualquier r’cord que haya existido en el pasado.
Lo que est en juego es el futuro de los y las j¢venes de todo M’xico. De lo que se trata es de evitar que miles, cientos de miles de ellos sigan saliendo del pa¡s en busca de trabajo, de que puedan tener una educaci¢n que les permita mejorar su nivel de vida.
Ya est en marcha el Sistema Nacional de Becas y Financiamiento que podr crecer hasta llegar a 250 mil becas para j¢venes del campo, para j¢venes ind¡genas, para todo joven que quiera llegar a la universidad y que carezca de los recursos econ¢micos para hacerlo.
Pedimos a este Consejo que ojal y promueva entre los j¢venes del campo y entre los j¢venes ind¡genas precisamente que sigan adelante con sus estudios. Hoy cuentan con la garant¡a de una beca para poder seguir a la educaci¢n media superior, a la educaci¢n t’cnica o a la universidad.
Tenemos entonces que echarle mont¢n, ustedes saben que soy hombre de campo y que esto es una prioridad en mi Gobierno. Con estabilidad econ¢mica, reactivaci¢n del cr’dito, m s y mejores programas poblicos, educaci¢n, salud, aplicaci¢n de la ley para la competencia desleal, tecnolog¡a, investigaci¢n y el entusiasmo de gente como ustedes s’ que muy pronto habremos de alcanzar el desarrollo rural que M’xico necesita.
Adem s de la agricultura y la ganader¡a, a mi Gobierno le interesa mucho la pesca y por eso estamos tomando medidas para incrementar y mejorar la producci¢n de este sector. He instruido al secretario de Agricultura para instalar la sede de la Comisi¢n de Acuacultura y Pesca en el puerto de Mazatl n, en donde estar m s cerca del mar y sobre todo m s cerca de las y los pescadores.
Mantendremos el apoyo a los aut’nticos pescadores para que reciban el beneficio de un diesel marino a un precio justo, identific ndolos con nombre y apellido, porque no vamos a tolerar m s el enga_o, la corrupci¢n y la desviaci¢n de este incentivo y de este subsidio que da el Gobierno Federal para que caiga en manos ajenas.
Amigas y amigos:
Construyamos juntos el cambio por el que la ciudadan¡a vot¢ el 2 de julio, un cambio con una nueva visi¢n del campo, una visi¢n integral, una visi¢n humanista, en donde apoyemos las cadenas productivas y desterremos la pobreza; un campo donde unamos a la vanguardia exitosa con la retaguardia rezagada; un campo sin paternalismos, sin caciques, en el que los productores, la sociedad civil y los tres niveles de Gobierno actuemos de manera corresponsable para convertirlo en fuente de desarrollo y riqueza para nuestro pa¡s.
Necesitamos de mucha vitalidad, necesitamos de mucho compromiso y mucha pasi¢n, necesitamos de temple y esp¡ritu renovado para trabajar duro, para unirnos en un gran equipo por el campo mexicano, de sol a sol, hombro con hombro, porque es una tarea de todos, todos los d¡as y en todos los rincones del pa¡s. Es una tarea que no admite descanso.
Necesitamos recuperar la dignidad del campo y los productores, necesitamos un desarrollo agropecuario de vanguardia, a la altura de los mejores del mundo. Ya lo tenemos en esos islotes de vanguardia, nos falta extenderlo al resto de los productores. Juntos, no tengo la menor duda, podemos lograrlo.
Much¡simas gracias.
Gracias. Y ya que estamos de pie, si me lo permiten, parece que tenemos que clausurar este gran evento.
Hoy viernes 29 de julio del a_o 2001, en mi calidad de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, me es particularmente grato declarar formalmente clausurados los trabajos de la D’cimo Octava Asamblea General Ordinaria del Consejo Nacional Agropecuario.
Felicidades, mucho ‘xito y que Dios les bendiga a todos ustedes y a todas ustedes».