Eran las 7 y 22- hora local- cuando Pinochet ingresó, a pie apoyado en un bastón, al recinto del centro asistencial castrense, lo acompañaba su esposa, Lucía Hiriart. Allí permanecerá hasta la finalización de los estudios médicos, es decir, el sábado próximo.
Casi a las 9 de la mañana se hizo presente en el nosocomio el Juez Guzmán Tapia. Luego, y por separado llegaron los peritos del Servicio Médico Legal (SML) los psiquiatras: Inge Onetto Muñoz, Slavko Venusic Carevic; la psicóloga Siomara Chahuán Chahuán y el neurólogo Hugo Aguirre Astorga. Asimismo, también se encontraban en el Hospital dos neurólogos de la Universidad de Chile, Violeta Díaz Tapia y Manuel Frunz Quintana, y los dos peritos adjuntos, Sergio Ferrer -por la defensa de Pinochet- y Luis Fornazari -por la querella-.
Los primeros estudios médicos que se le realizaron al ex dictador consistieron en la toma de muestras de sangre y orina. Tras ello debía realizarse las pruebas de scanner, empero esta máquina, desde el lunes pasado, se encuentra fuera de servicio. Dada la dificultad se decide trasladar al ex dictador hasta la Cl¡nica Alemana para someterlo a ese examen.
Hacia las 11 y 30 algunos de los integrantes del cuerpo de peritos se retir¢ con las muestras a la Cl¡nica Alemana, al Hospital Cl¡nico de la Universidad de Chile, al Cl¡nico de la Universidad Cat¢lica y al Servicio M’dico Legal a fin de contrarrestar sus resultados y garantizar su transparencia. En tanto, Guzm n Tapia se retir¢ del Hospital Militar pasadas las 11 y 30 horas.
Recordemos que estos estudios, dictaminados por el Ministro Guzm n Tapia, responden una exigencia de las normas legales del pa¡s. Las mismas establecen que a toda persona que supere los 70 a_os le asiste el derecho de que se le practiquen pericias m’dicas a los efectos de establecer su salud mental. Las personas que padecen demencia o locura son inimputables. Es decir, estos estudios permitir n determinar si el ex militar puede o no ser sometido a proceso.
Cabe aclarar que en el pa¡s andino no existe la liberaci¢n por motivos humanitarios, a diferencia de lo ocurrido en el Reino Unido, que dej¢ en libertad a Pinochet, en marzo del 2000, en atenci¢n a su «delicado estado de salud», posibilitando de esta manera su retorno a Chile y paralizando as¡ la extradici¢n a Espa_a.